Pequeños momentos

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Narrador omnisciente

Claudio y Emilia estaban juntos en un salón vacío haciendo una tarea de Humberto, llevaban casi dos horas y no llevaban ni la mitad del trabajo porque no encontraban la información que necesitaban.

-Bonita.- dice Claudio  rompiendo el silencio mientras acaricia la mano de su novia.

Emilia está tan concentrada que ni le pone antención.

-Ándale guapa, atendéme un segundo.

-Mhumm.- reponde Emilia sin quitar la vista de la computadora.

-Emi...

-Dime Clau.- con la mirada clavada en la computadora.

-Miráme sólo un segundo.- le pide el argentino.

Emilia lo voltea a ver.- ¿qué pasó, amor?.- le dice ella con el tono más dulce que puede. No que ella quiera tratar mal a su novio, pero el trabajo representa un porcentaje importante de la calificación y sumándole toda la situación con Martina y su mamá, las demás clases, etc. Todo la tiene muy estresada. En este momento lo único que quiere es ya acabar el bendito trabajo.

-Me encantás.- le dice Claudio dedicándole la más sincera de las sonrisas.

Emilia lo ve fingiendo enojo y lo reprende.- ¡eres un tonto! 

-Pero este tonto, te encanta... No lo podés negar.- le dijo mientras se acercaba a ella y plantaba besos desde sus labios hasta su cuello.

-Clau, porfa.- le dice ella a manera de súplica.

-Amor, perdón. Pero entendé que cuando te tengo cerca lo único que quiero es comerte a besos y decirte cosas lindas.- le dice sin soltarla.

-Y no es que a mi no me guste, pero enserio debemos terminar el trabajo.- lo toma de las manos y le dice.- Te prometo que cuando terminemos el trabajo pasaremos juntos todo el tiempo que quieras y haremos lo que tú quieras.

-¿lo que yo quiera?.- le dice Claudio con una sonrisa pícara y Emilia inmediatamente entiende sus intenciones.

-¡Claudio!.- le dice ella dándole un pequeño golpe en el brazo y después de eso se disponen a hacer la tarea.

---------- Horas más tarde----------

Claudio y Emilia ya habían terminado el trabajo. Ahora estaban levantando todas sus cosas para ya poder pasar la tarde juntos, tal y como la peliazulada le prometió al argentino.

-Clau, voy a llevar esto a mi cuarto y luego te busco en el tuyo ¿va?

- Si, está bien. No tardes bonita.

Emilia llegó al cuarto de Claudio y él estaba sólo, pues Ulises no estaba y Silverio había salido de LIKE para visitar a Romi.

-¿Y qué quieres hacer?.- pregunta Emilia.

-¿De verdad me preguntás eso Emi?.- le dice Claudio riéndose. Se acerca a ella poniéndole una mano en la cintura pegándola a su cuerpo.

-Clau...

-Mhumm.-le dice él mientras traza besos por todo el cuello de la peliazulada.

-¿Crees que se buena idea hacer esto?

-¿Hacer qué?.- Claudio no dejaba de besarla y poco a poco la iba recostando en el sillón.-No estamos haciendo nada malo.

- Si, pero... Y si... Silverio y .... Y...-los besos de Claudio la tenía tan hechizada que no podía ni hilar oración.

-¿Y quién?.- sin dejar de besarla. Y comenzando a desabotonar el uniforme de su novia.

-Silverio y Ulises entran y nos ven.- por fin terminó de decir.

- No van a venir, Emi. Ya me encargué de eso.- le dice él mirandola directo a los ojos y admirando su belleza.

-Pensaste en todo ¿no es así?.- le dice ella sonrojándose.

- Si, pero ahora lo único que quiero es pensar en vos y estar con vos ¿está?

- Si.- le respondió Emilia en un hilo de voz apenas audible.-  Te amo Claudio Meyer.

-Y yo más a ti Emilia Ruiz.

Y así fue como ambos se fundieron en uno sólo, entregándose al amor y cediendo ante la pasión, pero a diferencia de la primera vez que estuvieron juntos, ahora ambos se amaban intensamente y lo sabían. Estaban seguros de que el otro era con quien querían pasar el resto de sus vidas.

CLAUDIO Y EMILIA |Claumilia| One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora