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Destrozos en una iglesia por los truenos causados

—¡Deberías salir más de casa, Baek Hyun! —le gritó su hermana desde el baño. Ella se encontraba sentada cortando las uñas de sus pies sobre la tapa del inodoro.

—¡Y tú deberías dejar de estar saliendo con tantos chicos! —respondió Baek Hyun en un similar tono y de mal humor por haber perdido la cuenta de sus monedas de colección que salían cada semana con el periódico.

—Si no lo hago no tendrías con quién salir —se burló ella.

—¿Qué estás insinuando? —le preguntó, encarnando una ceja en duda.

—¡Que no tendrías un amor imposible! —su hermana no se contuvo en reír mientras oía los pasos de su hermano mayor por el pasadizo. Cuando lo vio en el marco de la puerta solo siguió carcajeando por el color rojo que adornaban sus mejillas.

—¡Eres tan odiosa! —se quejó él antes de coger el vaso que se encontraba sobre el lavadero y tirarle el contenido sobre su cabeza. Desde luego, su hermana gritó en respuesta poniéndose inmediatamente de pie y estando sumamente molesta—. Eso es por estar molestando, pequeña bruja.

—¡Oh, no, Baek Hyun! ¡No quisiste hacer eso! —expresó su hermana con fastidio—. ¡Ahora verás, estúpido! —se abalanzó enseguida sobre él para comenzar a tirar de su cabello.

Debido a sus constantes movimientos, ambos cayeron al suelo sin soltarse los cabellos y acompañados de unos cuantos insultos. Parecían luchadores de la WWE por tantas llaves y brincos que daban, solo faltaba que uno trajera una silla para romperla sobre la espalda del otro. Y por poco ocurre si no fuera por la progenitora de ambos que había hecho aparición al salir de su habitación por el escándalo que hacían.

—¡Ustedes! —grito a los lejos su madre, observando severamente como se encontraban sobre el suelo—. ¡Al salón! —les ordenó.

Ambos hermanos se miraron con odio mientras se ponían de pie para seguir a la madre de familia hasta el salón. Ellos conocían bien los pasos que iba a tomar el asunto; primero, serían regañados; segundo, se les daría una charla de valores; y, tercero, tendrían que abrazarse en señal de que habían aprendido la lección y no lo volverían hacer.

—Ven, no es tan difícil llevarse bien —dijo su madre con una sonrisa en el rostro por ver a sus hijos hacer las paces—. No entiendo cómo es que no se pueden llevar tan bien como sus otros hermanos.

—¿Será por qué Tae Hyung y Seok Jin no son universitarios? —respondió Bo Mi sarcásticamente, pero su madre no lo notó a diferencia de Baek Hyun que le dio un suave codazo en las costillas.

—¡Baek Hyun! —le regañó su madre por la acción.

—Descuida, madre. Baek Hyun solo está con su período —se burló su hermana.

—¡Bo Mi! —volvió a regañar su madre sacudiendo la cabeza en desaprobación.

—¡Estúpida! —le insultó su hermano.

—¡Idiota! —le contestó en respuesta, sacándole la lengua.

—¡Por Dios! —exclamó su madre muy disgustada—. ¿Qué clase de educación es esta? En esta casa no se les enseñó esos modales. Esperen a que llegue...

En ese preciso momento, el timbre de la casa sonó como eco por todo el interior para mostrar inmediatamente al padre de familia en la entrada tras haber abierto la puerta. Baek Hyun y Bo Mi corrieron rápidamente a saludarlo y aprovecharon para salir hacia el exterior a sabiendas de que su madre los estaba llamando.

—Esos niños... —murmuró su madre frunciendo el ceño desde la entrada.

—Ya no son unos niños, querida. Son unos universitarios y pueden hacer lo que quieran —comentó su esposo de muy buen humor.

Se busca guitarrista para la bandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora