XXIII

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De pie, vestido como un muñeco de torta, por su impecable esmoquin negro y su moño de corbata a juego, mientras se colocaba hacia un lado algunos mechones de su cerquillo para resaltar aún más su radiante rostro, se encontraba Baek Hyun. Emocionado hasta las puntas de sus pies por estar subido en aquel estrado cerca al altar para mirar atento hacia la entrada del toldo que se había armado en aquel amplio jardín a la espera de cierta persona.

—No puedo creerlo —decía su madre muy emocionada hasta las lágrimas que Tae Hyung debió pasarle más de un pañuelo para que se limpie la nariz. Ya si eso no funcionaba, tenía asegurada su botellita de agua de azar en el bolsillo de su pantalón para calmarla— mi hijo... —agregó, sorbiendo su nariz.

—Mamá solo es una boda, no es para emocionarse tanto —comentó Seok Jin rodando los ojos por tener que estar al lado de su madre y soportar su estado emocional.

—Por eso mismo, Seok Jin, es una boda —le corrigió Tae Hyung a lo que Seok Jin se cruzó de brazos y suspiró fastidiado—. No te enojes, hermanito. Un día tú también te casarás —le susurró cuando pasó un brazo por sus hombros para animarlo.

—¿Alguien sabe dónde están Bo Mi y Se Hun? —preguntó el padre de familia tras estar mirando hacia todos lados para buscarlos. Desde la mañana que no sabía de ellos.

—De seguro están armando una sorpresa —comentó Tae Hyung por tener cierta sospecha de que algo tramaban.

—O solo puede que estén durmiendo por algún lado —dijo Seok Jin arreglándose el moño que traía de corbata.

—Eso espero porque no pueden perderse la boda de... —así como su esposa, también empezó a sentirse sensible. Tae Hyung tuvo que pasarle un pañuelo para que se limpie la nariz.

Los minutos pasaban y Baek Hyun empezaba a desesperarse porque el padre y el otro novio todavía no venían. Además, se dio cuenta de que la larga banca que debía ser ocupada por sus familiares y amigos solo se encontraban sus padres y dos de sus cuatro hermanos. Por esa razón, bajo del estrado para acercarse hacia Tae Hyung y Seok Jin para saber alguna explicación de la ausencia de sus otros hermanos y sus dos mejores amigos.

—¿Dónde están? —ni siquiera se dio la molestia de ser amable, simplemente fue exigente.

—Los he estado llamando, pero ni uno contesta —se excusó Tae Hyung.

—No tengo teléfono móvil desde que Tae Hyung usa el mío —fue el pretexto de Seok Jin.

Baek Hyun chasqueó los labios en fastidiado.

—¿Si están en la entrada principal y no los dejan entrar? —tuvo aquella idea Tae Hyung.

—¡Eso! —corroboró Seok Jin.

—Puede ser... —respondió un pensativo Baek Hyun que a estas alturas no se podía dar otra idea, por lo que les avisó lo siguiente—: Vean distraer la boda si llega el padre primero —sus hermanos alzaron sus pulgares y guiñaron un ojo en respuesta.

En lo que se dirigía hacia la entrada del toldo para salir fue interceptado por Xiu Min, que al igual que él se veía preocupado por la situación.

—¿Sabes dónde está Chen, Baek Hyun?

—No lo sé, Xiu Min —sintió que no debía mentirle con alguna excusa, no en este momento.

—No vendrá, ¿verdad?

Por la triste mirada que tenía en su rostro, Baek Hyun quiso mentir para calmarlo, pero le fue demasiado tarde cuando lo vio correr hacia la salida. Baek Hyun se quedó indeciso en su sitio por no saber a dónde ir primero; si por Xiu Min o buscar a los demás y al responsable que lo había puesto en ese estado. Cerró los ojos una vez tuvo su elección para al aire pedirle disculpas a Xiu Min.

Se busca guitarrista para la bandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora