II

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—¿Por qué cada que venimos a tus tocadas debemos entrar por la puerta de emergencia? —le preguntó Baek Hyun a su hermana por estar tan familiarizado con dicha entrada. Era usual cada que iba a ese sitio entrar por esa gran puerta metálica roja y de letras blancas escritas: Salida de Emergencia.

—Las estrellas no entran por la puerta principal, Baek Hyun —le recordó, en el preciso momento, que empujaba la puerta con ambas manos para lograr abrirla y entrar primero.

—Creo que estás equivocada —le contradijo por no estar nada convencido con su respuesta.

—¿Estás retándome? —su hermana dejó de darle la espalda para confrontarlo con una expresión de pocos amigos.

—No es la primera vez —mencionó en un tono desafiante.

—¡No otra vez! —se quejó Se Hun por nuevamente sus hermanos estar enfrentándose.

—¡Hey! ¡Preciosa!

Y dejarse oír esa voz en el ambiente detuvo la pronta contienda.

Bo Mi volteó rápidamente cuando oyó una voz masculina muy familiar a sus espaldas. Había un muchacho alto y de rizos dorados mirándolos en medio del pasadizo. Ella dejó a un lado el pleito con su hermano para dirigirse a los brazos de su guapísimo novio; David.

—¿Llegaste temprano, cariño?

Baek Hyun no pudo evitar fingir tener ahorcajadas cada vez que veía a su hermana ponerse melosa con su novio.

—Déjalo, es un idiota —decía restándole importancia.

—¡Oye! —le reclamó Baek Hyun para nada contento con lo que oyó.

—Nos vemos afuera, hermanitos.

Como era usual cada vez que llegaban al bar, Bo Mi los dejaba a su suerte para irse con su novio por otro corredor. Por supuesto, ignorando las protestas de Baek Hyun tras ser quien siempre se quejaba por aquella actitud.

—No sé por qué la seguimos —mencionó Baek Hyun sacudiendo la cabeza en desaprobación—. Siempre nos hace lo mismo.

—Creo que su novio es muy mala influencia —empezó a sospechar Se Hun.

—Para nada. Pienso que es, al contrario.

—David no me cae —expresó Se Hun con cierto tono de hermano sobreprotector.

—¿Es por ser rubio natural? —se burló Baek Hyun.

—¡Oye! —le reclamó.

—Mentira. A ti te queda mejor —se corrigió entre suaves carcajadas.

—Todo porque antes te gustaba —contraataco Se Hun, dejando a su hermano mayor completamente desarmado.

Hace años, cuando Baek Hyun se encontraba cursando el sexto grado, un alumno de intercambio fue transferido a su escuela. Por su piel pálida, su cabello rizado y dorado como el sol y sus ojos azules como el cielo, se dio cuenta de que era extranjero. Su nombre era David Kim Week. De padre coreano y madre americana. Desde el primer día se volvió tan popular como una atracción de feria por su apariencia y sus buenos modales. Las chicas suspiraban y los chicos se encontraban ciertamente envidiosos, aunque había algunos, como Baek Hyun, que su presencia no les incomodaba en lo absoluto.

La primera vez que intercambiaron palabras se encontraba sumamente nervioso y caluroso. Era verano sin duda, pero tampoco tanto para imaginar mil y unas fantasías muy subidas de tono. Siendo el inicio para comenzar a sentir que David se volvía como una figurita de colección en su repisa. Su admiración por él se daba día y noche, mientras más observaba las fotos que le compró al club oficial de David que creó una compañera de su grado, causando de esa manera que se fuera transformando con los meses en un enamoramiento. Y por tal sentimiento, pactó un día para declararse oficialmente. Justamente, ese día, en lo que iba decidido a confesar sus sentimientos, su hermana lo interceptó en el pasillo para anunciarle que había encontrado un guitarrista para su banda.

Se busca guitarrista para la bandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora