Capítulo 24

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Ya era de noche, después de presenciar el ánimo de Seba hacia mí, intenté no entablar más conversación con él. Entendía su situación, estaba agobiado de responsabilidades por eso mismo intenté no  molestarlo.
Pero las horas pasaban y él no me miraba, tenía la mirada fija en la televisión
Mientras Juli miraba tele con la abuela en la sala de estar, yo planchaba la ropa en la habitación, a un costado se encontraba él, acostado, semi desnudo con una pierna colgando de la cama y con el brazo izquierdo agarrándose la nunca.
Por un momento paré de hacer mi tarea y lo miré fijo.
De a poco me acercaba a su dirección con intensiones de besarlo.
Por un instante me miró y me tocó la mejilla, su piel estaba caliente sentía como rozaba su mano por todo mi rostro y jugaba con mis labios pasándome los dedos  ardiendo de pasión.
Me tiré sobre él quedandome encima y mirándonos fijamente.
De un momento a otro me quitó la ropa, me besaba el cuello, sentía la necesidad de tenerlo dentro de mí.
Estaba completamente a su disposición, tenía sed de placer.
Giramos 180° y él se subió encima de mí, se quitó su ropa interior, lo tenía ahi, estaba duro, sentía sus venas hincharse.
Nos besabamos intensamente mientras que él me frotaba su miembro en mi vagina,sentía un cosquilleo que me paralizaba el cuerpo, hacía que me mojara, deseando tenerlo dentro de mi.
Fue así entonces que me la metió lento pero a la vez  excitante, nuestras partes se deseaban, la intensidad era abrumadora.
Él encima de mí dándome duro y rico, como también yo me subía encima moviéndome lento y seguro.
Cada vez que bajaba hasta el tope mi cuerpo temblaba de excitación,golpes duros hacían mover la cama y alguna que otra vez gemidos de placer se escapaban debajo de las sabanas.
Por otra parte, me giraba en un santiamén y me dejaba en cuatro, haciendo que mis piernas perdieran el equilibrio cada vez que me lo metia a fondo.
Coorinabamos conjuntamente en los movimientos y poses, me sujetaba el cabello haciéndome gritar de placer.
Mi vagina se mojaba tanto que empapaba las sabanas.
Fue en este entonces que llegamos al punto máximo de placer y nos dio un orgasmo, el calor que surgía era tan intenso que nos quedábamos sin aire.
Me susurró al oído preguntándome si me gustaba y accedí con la cabeza, me volteó con un brazo dejándome acostada en la cama, y ahí estaba él, encima de mí con su verga sobre mis ojos haciendo los últimos movimientos para llenarme de semen.
Abrí la boca y allí surgió, su semen sobre mí.
Pasaba la lengua al rededor de mis labios y con una mano me recojia lo derramado en mi cara.
Se sentó a mi lado, me observó y se acostó.
No emitió ningún tipo de vocablo, me preguntaba que era lo que pensaba.
Finalmente me dirigí al baño para poder ducharme y así posteriormente acostarme con él.

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⏰ Última actualización: May 22, 2019 ⏰

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