[Último]Extra 7 "El regalo de Sarang".

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Hoseok.

—Al final me dio lo que quería. —Dije con una firme sonrisa.

—¿Y qué era lo que querías? —Preguntó la pequeña Sarang.

—Él siempre quiso ser el de...

—Taehyung, no le digas esas cosas. —Le reclamé.

—Hoseok, ya no tiene seis.

—¡Igual!

—Le diré.

—Si le dices me voy a enojar. —Taehyung me dio un sonoro beso en los labios y articuló un silencioso "Lo siento"— Demonios, no Tae.

—Él siempre quiso ser el de arriba y fue la única forma que se le pasará el enojo. —Se encogió de hombros como si hablar de ese tema con tu sobrina fuera normal.

—Me enojé.

—Hoseok, por favor.

—No me toques, levántate. —Le dije empujándolo ligeramente.

—¿Ves lo que te dije, Sarang?

—Cállate Taehyung. —Dije cruzando de brazos.

—Aigo~ mi bebé está molesto. —Dijo pellizcando mis mejillas con sus largos dedos— ¿Qué quieres a cambio de ese enojo?

—Nada.

—¿Quieres ir al parque?

—Te dije que no quiero nada.

—Te ofrezco un helado.

—Aceptaré el helado y quiero algo más. —Dije con una mirada pícara, gracias a Taehyung recordé como me recompenso hace un tiempo, ¿por qué no volver a aprovecharme? Además a él le gustó aquella vez.

—Mierda, ¿por qué hablé? Pero está bien, te lo prometo.

—Taehyung, la mala palabra frente a Sarang, no.

—Hoseok, tiene a Yoongi como padre. Debe escuchar cosas peores. —Miré a la adolescente asentir por lo dicho.

—Bueno, ya sabes que hacer para que este enojo se vaya como por arte de magia.

—Y yo tengo mucha magia que puedo usar. —De la nada las alas de Taehyung aparecieron haciendo que me sobresaltara.

Acerqué una de mis manos a esas alas blancas tan hermosas para acariciarlas con amor y dedicación.

—¿Ya te he dicho que amo lo suave que son tus alas?

—Si amor, por eso dejó que siempre las toques a tu gusto. —Dijo con su peculiar sonrisa cuadrada.

Vi de reojo la enternecida carita que tenía mi sobrina. La pequeña Sarang tenía sus manos en sus mejillas y casi podía ver corazones de hielo flotando alrededor de ella.

—¡SARANG, MOCOSA, CONTESTA ESTA PORQUERÍA QUE ME SALIÓ COSTOSA!

—Yoongi, no digas eso. Di algo más lindo, algo como... Amorcitooo contesta, tus padres quieren saber de ti. ¿Ves? No es difícil. —Antes de que acabará Yoongi gruño.

Salimos de nuestras ensoñaciones al escuchar ese particular ringtone sonar del teléfono de Sarang, las voces eran de sus amorosos padres. Sarang contestó justo cuando comenzaba a repetirse ese singular tono.

—¿Dejarás de estar enojado hasta que Sarang vaya a su casa? —Me preguntó Taehyung mientras la nombrada hablan por teléfono.

—Nunca estuve molesto, solo quería volver a ser el activo. —Sonreí— Y no puedes reprochar, ya me lo prometiste.

—Aigo~.

—Chicos, mis padres están afuera esperando por mí. —Dijo Sarang levantándose del sofá y acomodando su vestido púrpura— Gracias por pasar el día conmigo tío Hoseok, gracias por contarme su historia de amor.

—De nada, pequeña.

La chica se acercó a sus tíos, les dio un beso en sus mejillas y un fuerte abrazo a cada uno.

—Quiero darles algo.

—¿Qué será? —Preguntó Taehyung.

La chica de vestido púrpura fue corriendo a la cocina y salió con un vaso de agua entre sus manos. Vertió un poco del contenido en una de sus manos formando con sus poderes hielo, una vez el agua estuvo totalmente congelada dejó el vaso en la mesa de centro.

Comenzó a mover sus manos tratando de darle forma a ese pedazo de hielo.

—He practicado últimamente en darle la forma que quiera al hielo, a moldearlo y... —La vimos sonreír— Ya está. Tengan.

Nos dio un corazón de hielo en donde estaban grabados nuestros nombres. Extrañamente no me quemaba al mantenerlo entre mis manos.

—Sarang, ¿por qué no me molesta sostenerlo? Debería quemarme.

—Es que lo hice con un nuevo poder que estoy desarrollando —explicó —, consiste en que ese pedacito de hielo no se derretirá ni le pasará nada a menos que yo lo haga, creo que ni mis padres pueden romperlo o descongelarlo. —Dijo pensativa — Como sea, debo irme, volveré pronto.

—Aquí estaremos para ti y dile a tus padres que vengan de nuevo a nuestra nueva casa. —Dijo Taehyung tomando el corazón de hielo y dejándolo en la mesita de centro, será nuestro único adorno en esa mesa.

—Sip, adiós.

—Adiós. —Dijimos al unísono.

—Por cierto, son una hermosa pareja. —Dijo enternecida la pequeña sirena— Quisiera congelarlos y hacerlos una escultura.

—Nooo. —Dijimos— Usa tus poderes como lo has estado haciendo hasta ahora.

—Está bien, está bien. —Dijo riéndose mientras cerraba la puerta principal.

—Ya la pequeña Sarang se fue. —Dije de manera pícara mientras tocaba los muslos de Taehyung.

—Me daré una ducha y lo haremos, ¿te parece?

—Me parecería mejor si lo hacemos en la ducha.

—¡Y después el pervertido soy yo!

Nos carcajeamos.

—Vamos Tae.

—Se delicado con mi pobre ano.

—No lo prometo. —Dije cantando y con una sonrisa en los labios nos adentramos al baño.

No dirigimos al baño dejando esa pequeña, pero muy importante pieza hecha a mano por nuestra sobrina en la sala, pukiu apareció flotando y se echó junto al helado nuevo adorno, al parecer iba a ser su objeto favorito al igual que para nosotros.

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Y eso fue todo, gracias mis amores por estar aquí con la yo.

Besitos, nos vemos en una próxima historia 7.7


Entre ambos mundos. {VHope}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora