09| Te odio.

1.2K 135 15
                                    


La pelea recién daba inicio. El nuevo y creado "Dios súper Saiyajin" lanzaba golpes en dirección a Bills bajo la atenta mirada de todos. Vegeta, por su parte, parecía tener la mente muy lejos de tal lugar, y no, no tan literal como de distancia, sino que... de tiempo.

—Nos vemos, Vegeta.—El nombrado se volteó y dedicó una media sonrisa al otro Saiyajin.

—Nos vemos, Kakarotto.—Y volviendo su vista al frente alzó vuelo a su hogar dejando atrás el templo de Kamisama.

Kid Boo había sido derrotado, la Tierra por fin se encontraba en paz, mas la confusión en el interior de ciertos Saiyajin no era para nada "pacífica". Días después de derrotar a aquel monstruo, mientras Vegeta entrenaba apareció Goku mediante su famosa "tele transportación".

—¡Ah, Kakaroto! ¿Qué demonios haces aquí?

El nombrado rascó su cabeza—. Estaba pensando y...

—¿Piensas?

—¡Claro que sí, yo...!

—¿Tú?

—Quisiera entrenar contigo.

Vegeta alzó una ceja sintiéndose extrañado. ¿Desde cuándo Kakaroto buscaba entrenar con él?

—¿Qué planeas, insecto?—Acercó su rostro al otro Saiyajin. Goku se alejó sintiendo, de pronto, sus mejillas arder.

—Nada, nada—negó con su cabeza y manos a la vez que soltaba una risita nerviosa. Entonces, en ese preciso momento, Vegeta le lanzó un puñetazo que por poco Goku no lograba esquivar.

—Vamos ¡pelea!

Golpes iban y venían de una manera tan veloz, que para el príncipe Saiyajin era casi imposible poder visualizar al par por más de dos segundos. Este cruzó sus brazos sintiéndose impotente, pues, como siempre, debían dejar todo en manos de Kakarotto.

Avergonzante.

—¿Te sientes bien, Vegeta? Has pasado mucho tiempo con Goku. Creí que no soportabas respirar su mismo aire.

—¿Hay algún problema con ello?

Bulma rió divertida. Nunca creyó que Vegeta fuese a ser amigo de Goku ¡era tan divertido imaginarlos tomando unos tragos o jugando al billar!

—Si fuera celosa, creería que son amantes—soltó de pronto, causando que el príncipe se ahogara con el agua que bebía.

¡La risa de la mujer aumentó! ¿Goku y Vegeta siendo una pareja? ¡Le resultaba tan gracioso como imposible! Porque era imposible ¿no?

No podía creer lo que veía. Goku, su Goku había acabado de perder la transformación que le hacía —supuestamente— un Dios y seguía luchando como si nada hubiese cambiado en él.

«Se ha vuelto realmente fuerte», pensó agobiado. ¿Por qué siempre tenía que superarle? Aquél pensamiento no duró prácticamente nada, se regañó mentalmente: Kakarotto se encontraba luchando por su sobrevivencia y la de la Tierra misma. Sin poder evitarlo alzó la voz:

—¡Vamos, Kakaroto! ¡Tú puedes!

—¡Vamos Kakaroto! ¡Pelea!

—¡Qué eres malo, Vege! ¡Descansemos otro poquito!

Vegeta soltó un suspiro frustrado. Ese holgazán...

—Argh, está bien.

Goku se dejó caer sentado y el príncipe enjuagó su boca antes de beber agua  y sentarse a su lado, siendo este último acto el que sorprendió al menor. Claro, ¿Vegeta sentándose por voluntad propia a su lado? Difícil de creer.

—¿Te encuentras bien, Vegeta?—La pregunta extrañó al mencionado, le miró interrogante solo hasta recibir una respuesta—. Es que... te sentaste, tu sabes, a mi lado.—Aquello le molestó. ¿Qué? ¿Acaso no podía sentarse en paz?

—Lo hice ¿y qué?—soltó de forma brusca, Goku alzó ambas manos declarándose inocente—. Argh, mejor me voy.—Vegeta trató de colocarse de pie, mas Goku le detuvo sosteniendo su mano.

—Solo estaba sorprendido, me agrada tu compañía, Vegeta. Por favor no te vayas.

Y no supo el porqué, pero volvió a sentarse.

Jamás lo admitiría en voz alta, pero se encontraba de los nervios, tanto Bills como Kakarotto habían desaparecido de su vista, simplemente se habían elevado a tal punto que era imposible distinguir cualquier rastro suyo. ¿Quién estará ganando?, se preguntaba para sus adentros.

De pronto, una luz le cegó.

—Kakarotto—susurró tras verle cayendo—. ¡Kakarotto!—gritó reaccionando y saltando para así atraparle antes de que chocase contra el piso.

—Suéltame, Kakarotto.

—¡No, Vegeta! ¡Me cansé de que me evites! ¿Por qué lo haces? Hace unas semanas todo iba tan bien ¿qué ha cambiado?

—¡¡He dicho que me sueltes!!—El príncipe se safó de un golpe que hizo retroceder al contrario.

—¡¡Espera!!—Goku no pensaba darse por vencido, pues gritando se aferró a su brazo para tirar de él, pero el no medir su fuerza le cobró factura. El príncipe, sin esperárselo perdió el equilibrio así cayendo sobre el otro Saiyajin.

—¿¡Qué demonios!? ¡¡Kakarotto!!

—No te sigas alejando, Vegeta.

El nombrado negó con su cabeza retrocediendo para colocarse de pie—. ¿Qué te importa que me aleje?—tras decir ello se detuvo y miró en posición de cuclillas a Goku quien, al no tener al príncipe sobre él se sentó en su lugar.

—Me importa porque...—Y no hicieron falta las palabras, simplemente estiró su mano a la nuca del contrario y fundió sus labios a los suyos de forma brusca, hasta se podría decir que desesperada. Vegeta no supo qué hacer, ni qué pensar, se quedó ahí sin siquiera procesar lo que estaba sucediendo—. Te amo, Vegeta—soltó Goku de una vez por todas cuando se separó para respirar.

—Te odio—gruñó Vegeta sorprendiendo a su "amigo" y antes de que siquiera se atreviese a decir algo al respecto, esta vez fue el príncipe quien unió sus labios a los suyos a la vez que se acomodaba dejándole atrapado entre su cuerpo y el piso. 

Sí que lo odiaba.

—¡Muchas gracias, Vegeta!—A tales palabras se sorprendió ¿Kakarotto dándole las gracias luego de ser el mismo quien salvó el planeta y, con ello, su vida? Antes de responder de qué demonios hablaba, el menor se le adelantó—. ¡Gracias por darme ánimos! ¡Ese "vamos, Kakarotto. Tú puedes" me alegró el día!

El color rojo no tardó en instalarse en las mejillas de Vegeta. Estaba tan sumido en sus recuerdos con Goku que... simplemente pensó en voz alta, más bien a gritos.

—Te odio—fue lo único que salió de sus labios.

Para Goku ello era suficiente.

¡Yo voy arriba! | Yaoi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora