Capítulo 8 | Besos

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🌸Lalisa🌸

Lo sé, soy una perra pero no me arrepiento, Park Chaeyoung se merece todo lo que le haré, ella pudo ser mi mejor amiga pero que me quite a Jungkook, no lo voy a tolerar. Porque sí, Jungkook es mío y solamente mío.

Desde que volví a Corea me estuve refugiando en casa de Yoongi y Taehyung, cuidando que nadie supiera que estoy viva; sin embargo el novio o prometido de la estúpida de Jisoo lo supo y maldición, el plan se tuvo que adelantar para que se llevara a cabo a la perfección. ¿Qué si no me duele hacer esto? Un poco, pero todo sea por mi chico.

Sé perfectamente todo lo que hace Chaeyoung, su rutina, sus amigos, lo sé absolutamente todo porque la he estado vigilando mediante Taehyung, el hermanastro de Yoongi que cree que por ser mi perrito faldero podrá tener una oportunidad conmigo. Sabe que amo a Jungkook pero aún así piensa que podrá ligar conmigo. ¡Ja! Pobre iluso, puede ser muy lindo y todo pero no es mi tipo.

-¿Trajiste lo que te pedí?.
-pregunté fríamente al chico peliazul que había ingresado a la habitación.

-Así es, aquí está todo. -me entregó un sobre blanco que no dudé en abrir encontrándome con un montón de hojas entre las que sobresalían unas fotos.

-Perfecto, hiciste un buen trabajo Taehyung. -felicité al chico recibiendo una sonrisa cuadrada por parte de él.

-Gracias, ¿necesitas algo más?
-inquirió Tae sin dejar su sonrisa.

-Llama a Yoongi, necesito que lo sepan los dos. -asintió y fue en busca del sujeto, al rato volvió en compañía de este.

-¿Qué sucede Lalisa? -preguntó el de pelo castaño con su característica amargura en su hablar.

-Debemos irnos a Seúl. -solté dejando a los chicos sorprendidos.

-¿No te parece que es muy apresurado? -cuestionó el mismo.

-No, les dije que todo debe adelantarse ahora que todos saben que estoy viva. -me levanté del sillón.

-Pero... -antes de que Taehyung terminara lo interrumpí.

-Nada de peros, la decisión ya está tomada. -concluí y salí del lugar dejándolos con la palabra en la boca.

El plan era el siguiente, amenazaría a Chaeyoung con hacerle daño a Jungkook si no se alejaba de él y viceversa, así ninguno de los dos se negarían y yo saldría ganando.

Obviamente jamás les haría daño mientras me hicieran caso pero si se oponen me tocaría usar medidas drásticas, tal vez si les haría daño, ¿quién sabe?.

🌸Chaeyoung🌸

Uno, dos tres. Uno, dos, tres...

-Paremos por favor, estoy cansada. -me quejé recostándome en el suelo exhausta.

-Vamos Chaeyoung, otras cincuenta y terminamos, ¿Vale? Arriba. -intentó levantarme.

-¡Noooo! -pataleé con un puchero.

-Chaeyoung, estás muy floja últimamente, debes bajar de peso. -sugirió haciéndome fruncir el ceño.

-¿Me estás diciendo que estoy gorda? -pregunté indignada.

-¿Qué? No, claro que no, no quería decir eso... -lo interrumpí.

-No puede ser, ¡Estoy gorda! -empecé a armar un escándalo.

-Chaeyoung... -lo interrumpí nuevamente.

-Ahora no podré usar mis jeans favoritos, no me quedarán mis blusas, todos me dirán que estoy gor... -ahora él me interrumpió.

Oh por Dios, si esto es un sueño no me despierten.

Oh por Dios, si esto es un sueño no me despierten

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Santa María purísima, esto es el cielo.

Se separó de mí con la respiración agitada y yo igual. Aún seguía con los ojos cerrados y podía jurar que él también.

Los abrí cuando él decidió juntar nuestras frentes y nuestras respiraciones se juntaron. Podía sentir como mis fosas nasales se deleitaban con el aliento mentolado de Jungkook y una leve sonrisa tonta se formó en mis labios.

Me gustaba esa sensación, me gusta esta sensación.

Un cosquilleo sacudió mi cuerpo cuando Jungkook me volvió a besar esta vez con más intensidad, enredé mis brazos en su cuello por impulso y él me tomó con una mano por la cintura y la otra por la mejillas. Cielos, esto era el paraíso.

Cuando los pensamientos pervertidos empezaron a llegar a mi mente nos separamos por falta de aire, nos miramos a los ojos por minutos que parecieron segundos encerrados en nuestra propia burbuja.

Miré como se relamió sus hinchados y rojos labios provocando que yo también lo hiciera y cuando estuvimos a punto de volver a besarnos el timbre en casa nos hizo separarnos y que yo saliera disparada a abrir la puerta.

-Jimin, llegaste. -sonreí tratando de ocultar mis nervios.

-Hola Chae. -entró a casa con bolsas repletas de alimentos-. Realmente hacía falta comida aquí.

-Sí... Lo noté... -dijo Jungkook con un leve tartamudeo.

-¿Creen que no me he dado cuenta, eh? -cuestionó el más bajo con una sonrisa divertida.

-¿De qué hablas? ¿Darte cuenta de qué? -pregunté yo con una sonrisa.

-No se hagan los tontos, sé muy bien que ustedes han hecho algo y lo quieren ocultar. -dejó de acomodar las cosas y nos miró-

-¿Qué te ocultariamos, Jimin?.
-Jungkook seguía balbuceando.

-¿Acaso ustedes son algo más que amigos?.

My litle sunshine » Rosekook ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora