Capítulo VII

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La incertidumbre en la cerrada oficina era descomunal, hacía años que no trataban entre ambos un asunto tan delicado como ese. De hecho, no era la primera vez que se reunían para tratar algo relacionado al tema, pero antes creía que esa parte de su pasado jamás regresaría para hacerles daño.

—¿Está seguro?

La voz de Chanyeol apenas se lograba escuchar, se inclinaba sobre el escritorio como si quisiera que ni el mismo aire se enterara de sus palabras.

—No es Baekhyun— aseveró Chunghee, golpeando con impotencia contenida los apoyos de su gran silla.

—¿Cómo puede estar convencido? Son idénticos— recordó con urgencia. La mente de Chan lo único que quería aclarar ese asunto de inmediato.

—Me habló de los congresistas, Chanyeol. Ambos sabemos que Baekhyun no fue a Japón para asistir a una conferencia.

Apareció el silencio, uno alarmante y que no auguraba cosas buenas, de esos que te hacían saber que los demonios del pasado habían alcanzado el presente para saldar cuentas.

—Entonces, ¿se trata de Haneul?— pronunció el menor con cautela, como si temiera que al formular la cuestión se fuese hacer realidad. El mayor asintió—. ¿Cree que él era el acosador de Baekkie?

—Todo parece indicar que sí— se puso de pie, y miró la vista nocturna de la ciudad a través de la pared de cristal—. Necesitamos contactar a Kyungsoo, él debía cuidarlo durante su estancia allá. Por eso le pedí que aceptara la proposición de Jongin para irse de vacaciones.

—Desde que me habló por teléfono he intentado contactarlo pero no tuve éxito— informó, observando al señor Oh andar de un lado a otro—. Jongin nos había comentado algo al respecto durante la fiesta, dijo que no ha logrado localizarlo desde que volvió... Cree que Soo le es infiel.

—Es imposible, lo sabes— comentó, paseándose inquieto.

—¿Lo es? Es uno de nuestros agentes más brillantes, le solicitamos que se casara a cambio de un gran pago mensual, no se le dio opción.

—La tenía, podía negarse y no lo hizo— dijo Chunghee fríamente.

En el pasado, Dongyul y Suni, tenían a su disposición un trío de agentes secretos, criados desde niños hasta que se consideraron perfectos para llevar a cabo las misiones que se tenían planeadas para ellos. La idea de los Park había funcionado porque, gracias a ellos, descubrieron a varios traidores a las familias que únicamente codiciaban sus avances tecnológicos y médicos, un asunto que ponía en riesgo a sus compañías y, por ende, a sus riquezas acumuladas.

—Hay que hallar a Kyungsoo, si lo encontramos sabremos dónde está Baekhyun— habló seriamente el mayor—. Necesito que cambiemos todas las contraseñas, y esta vez no se las proporcionaremos a Sehun. Algo busca, las cámaras lo han detectado vagando por los pasillos cercanos a las aulas selladas.

—Haneul me preguntó sobre el aparato A. N. A., podría ser eso— comentó el menor, la frente ajena se arrugó—. ¿Qué le diré a Hunnie cuando no pueda acceder a una de las habitaciones?— Chanyeol se cruzó de brazos.

—Déjamelo a mí, me quedaré a cargo hasta que este inconveniente se resuelva— se detuvo junto al asiento que ocupó—. Te lo encargo.

—Descuide, me pondré a trabajar de inmediato— Chan se levantó—. Estaremos en contacto— el otro afirmó.

—Encuéntralos, Chanyeol.

El aludido se marchó de la oficina, que usualmente yacía bajo el mando de Sehun, con la intención de cumplir con su deber. Chunghee se tumbó sobre la silla, recargó sus codos en el imponente escritorio y ocultó su rostro entre sus manos, la desesperación y el arrepentimiento se apoderaran de él... ¿Por qué creyó que Baekhyun podría solucionar el problema de su acosador solo?

Forget you «SeBaek» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora