Sehun había aceptado el ofrecimiento de Chanyeol. La ciudad lucía tan distinta, fue la impresión que le dio mientras los edificios y calles pasaban rápidamente por fuera de la ventana del copiloto. La compañía de su amigo le sirvió para conversar y hallar una mejor manera para averiguar la identidad de aquel castaño, aunque ya intuía la respuesta, ya no quería tener dudas al respecto.
Así que arribó a su penthouse, el que había sido testigo de tantas entregas entre su esposo y él, con el alma frágil y a nada de romperse.
—¿Dónde estabas?— cuestionó Haneul. Abandonó la sala para recibir al menor—. ¿Qué sucedió?— pronunció al hallar las enrojecidas heridas en la humanidad del otro.
—Tenías razón— murmuró Hun, mientras las manos ajenas acunaban su rostro—. No puedo confiar en Chanyeol.
El mayor se permitió sonreír cuando la vista impropia cayó al suelo, era incapaz de creer que tendría a Sehun solo para él sin que todas esas horribles personas estuvieran amenazando su futura relación. Definitivamente, después de acabar su misión, le pediría a Yifan y a Luhan aniquilar a las familias que masacraron su inocencia.
—¿Qué hallaste?
—Fui a la compañía y descubrí que las contraseñas de seguridad fueron cambiadas sin mi autorización— respondió el alto, de acuerdo a la sugerencia hecha por su mejor amigo.
—Y... ¿Tú ya no las tienes?— la voz del más bajo tembló.
¿Y si obtenía una respuesta afirmativa? ¿Cómo las conseguiría si el pelinegro las ignoraba? Conociendo a la persona que aún llamaba novio, le pediría que se ofreciera al apetito sexual de cualquier otro integrante de aquella macabra organización, incluso cuando nadie más lo tocaría por su supuesta relación con Hun.
—Fui a su casa y las conseguí, a la fuerza pero lo hice.
Sehun continuaba con su innecesaria mentira. Ahora, encontrándose totalmente consciente de la situación, a su ser le resultaba evidente que el hombre frente a él no le provocaba ni una pequeña parte de lo que Baekhyun lograba despertar con una de sus sonrisas. Sin embargo, su cerebro necesitaba una prueba más, una que acabara con su incertidumbre y le permitiera actuar sin arrepentirse después.
—Ven— murmuró Haneul, aliviado.
El impostor condujo al alto hacia el sillón, las luces lejanas de la ciudad resaltaban en la oscuridad de la noche. Se sentó en la pequeña mesa y tomó las manos del menor entre las propias.
—No solamente los Park, no puedes confiar en los Kim y...— respiró hondo, sujetó la cabeza ajena y unió sus frentes. Los párpados del pelinegro se sellaron ante su contacto—. Tampoco debes confiar en tu padre, Sehun. Han hecho cosas terribles, cosas que ni siquiera te imaginas.
El cuerpo de Hunnie rogaba internamente por separarse de ese sujeto, no era su esposo, por supuesto que no. Baekhyun jamás hubiera hablado así de las familias cercanas a él y, mucho menos, de su papá. Su marido le hubiese dado una visión lógica a lo acontecido para que ampliara sus puntos de vista y evitar que se enojara. Ya no tenía cuestión alguna y, por tal motivo, le ayudaría a Chanyeol como acordaron en el automóvil.
—Sólo puedo confiar en ti— susurró Hun, alejándose sutilmente del sonriente rostro—. Por eso, quiero que conserves esto— sacó un papel doblado de su pantalón.
—¿Qué es?— cuestionó, aceptando cuidadosamente lo que le ofrecía su acompañante.
—Son las claves de acceso— respondió Sehun, la mirada sorprendida del mayor cayó sobre su persona—. Las cambié, solamente tú y yo las tendremos.
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Forget you «SeBaek»
Fiksi PenggemarSehun ama profundamente a su esposo, Baekhyun. Sin embargo, las cosas cambian radicalmente entre ellos después de que Baek regresa de un viaje, haciéndolo dudar sobre haber tomado la decisión correcta al casarse. ¿Podrá su matrimonio sobrevivir cuan...