Capítulo XV

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El sonido de la manecilla del reloj los hacía conscientes del transcurrir de los segundos, el silencio de la estancia era roto por el constante sonido de la misma. Tic tac, tic tac, no se detenían, aumentando la molestia en el cerebro del menor. Sehun intuyó hacia dónde se dirigía la conversación desde que su padre comenzó a hablar sobre clonación y el traspaso de consciencia. Ahora, mientras su borrosa vista se esforzaba en enfocarse en una de las tres fotografías, lo comprendió por completo.

-Pasamos días interrogando al niño, tratando de hallar una pista sobre quién era, queríamos asegurarnos de que no tendríamos problemas cuando muriera- dijo Chunghee, cruzando los dedos sobre el escritorio-. Después, procedimos a pasar las memorias del pequeño a un cuerpo inerte. Decidimos modificar un poco la melanina del cabello y de los iris, para que el nuevo contenedor tuviera un aspecto que pasara desapercibido en el país. Durante el proceso, el artefacto A. N. A. presentó un problema y fue incapaz de proseguir; no obstante, las pocas memorias obtenidas le proporcionaron de una consciencia al nuevo contenedor. El clon de cabello castaño y ojos cafés, recordaba lo sucedido en el puente y los escasos días anteriores como si él lo hubiese vivido físicamente.

»Nuestro primer resultado satisfactorio recibió el nombre de Byun Haneul. Imagina nuestra felicidad. Tu madre era la más entusiasta y a mí me alegraba verla así, no nos imaginábamos que su mayor cualidad se transformaría en la perdición de nuestro proyecto... Kumiko no se conformaba con nada, nunca lo hizo y no iniciaría en esa investigación.

»El niño original seguía vivo. Incluso cuando no se moviera, no hablara, no comiera ni despertara... Su corazón y sus pulmones seguían funcionando. Sabíamos que debía existir una razón y queríamos conocerla. Mientras le realizabamos más estudios nos dimos cuenta de algo excepcional: Haneul y él compartían una rara conexión. Cada toque, cada inyección, cada impulso eléctrico hecho a nuestro paciente, Haneul lo sentía también, como si el dolor fuera propio. Soportar tal tortura hizo que su actitud cambiará drásticamente en menos de veinticuatro horas. Nos odiaba, rechazaba todos nuestros regalos y no permitía que nos acercáramos, pensamos que con el transcurso del tiempo dejaría atrás esa faceta; sin embargo, cuando intentó escapar del laboratorio en el que lo teníamos, nos dimos cuenta que eso jamás ocurriría.

»La idea para este nuevo ser fue hacerlo pasar por hijo de unos difuntos amigos de los Park, ellos tienen contactos en todas partes, conseguir documentación falsa no les resultaría un problema. No obstante, la forma de ser de Haneul representaba un problema, si el decía la verdad, nos hubieran investigado. Sí, era un niño, su palabra sería puesta en duda por muchos, pero tu madre era una científica muy controversial y a la comunidad le gustaba cuestionar sus métodos. Así que ella reparó el problema con nuestro artefacto y nos convenció de crear otro clon, uno que no tuviera la defectuosa actitud del primero. Y, cuando la sociedad estuviera libre de prejuicios, le presentaríamos a todos nuestra perfecta invención.

»Construimos otro niño, con la apariencia física idéntica a la de Haneul, pero no hubo la respuesta esperada por parte de éste, permanecía inconsciente sin importar lo que hiciéramos. Habíamos fallado y que el paciente 1370 siguiera con vida era prueba de ello. Pensamos que su pasado olvidado era lo que le permitía continuar aferrándose a la vida, por lo que decidí modificar el instrumento A. N. A. para tratar de regresarle quién era realmente. Desafortunadamente, cuando conseguí lo que esperaba del equipo fue muy tarde... Esa noche, los Park nos llamaron de emergencia, y a los Kim también, dejamos que Jisoo y tú jugaran con los demás niños mientras que nosotros seis nos enfrentabamos a las consecuencias de nuestros actos. Le habíamos quitado todo al niño rubio: sus memorias, sus emociones, su motivo para existir... Y no fue hasta que lo vimos inmóvil en el suelo, con las muñecas profundamente heridas y rodeado por un charco de sangre, que lo entendimos.

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