El resto de la semana era un caos. William y yo no hablábamos, era algo fácil de sobrellevar porque nunca estaba en la casa. Mi vida era una rutina, ir a la escuela, ir al trabajo. Me encerraba en mi habitación con comida chatarra a ver maratones de la serie Bones en la televisión, con la sola compañía de mi gato.
Encendí un cigarrillo y esperé que la lluvia aminorara. Tiré la mochila a mi lado y me recliné de la pared. Después de las clases extras, la lluvia me había atrapado. Estaba jodida, Dolly me había dado una oportunidad para seguir trabajando. Al parecer se había cansado de mí, y ahora menos que nunca podía darme el lujo de que me despidieran.
—Collins, no fume en la institución—miré al maestro que salía con su maletín. Le señalé que estaba afuera—, no puede fumar en propiedad de la institución o me veré obligado a que la sancionen.
Lancé el cigarrillo de mala gana a un pequeño charco de agua que se había formado. Casi me vi humillándome ante el maestro para que me diera un aventón. Pero no caería tan bajo. Recogí mi cabello con las manos y lo volví a soltar con frustración, recién me había teñido, fácilmente dejaría un rastro rojo de la escuela hasta la cafetería. Finalmente, la lluvia paró y empecé a caminar hacia el trabajo.
Caminé evitando los charcos para no arruinar mis zapatos. Afortunadamente nada en esta ciudad quedaba tan lejos, vi a Kristen barriendo el agua que se había estancado en el frente del local. Crucé la calle con pasos perezosos.
Un grito fuerte salió de Kristen. Me giré para ver una moto que iba muy rápido en mi dirección. Me lancé contra el pavimento de cemento, con mis manos amortigüé el golpe, tirando todo el peso de mi cuerpo sobre ellas, cubrí mi cara con los brazos, pero estaba segura que no fui lo bastante rápida como para impedir ser atropellada. La moto pasó muy cerca de mí.
Quien la conducía llevaba un casco puesto y no tenía ni la menor idea de quien había sido. Kristen se apresuró hacia mí y me ayudó a ponerme en pie. Dolly y los demás trabajadores salieron a ver lo que sucedía. Cuando me vieron empezaron a rodearme y a preguntar por lo que había pasado. Kristen les contó y en segundos empezaron las especulaciones.
Las palmas de las manos me ardían, estaban rojas y los raspados estaban ensangrentados. El corazón me latía ferozmente, haciendo que mi respiración se dificultara.
—¿Quiere que llame a tu hermano?—Dolly puso una mano en mis hombros, y la retiré de inmediato.
—Hay que notificarlo a la policía—dijo Greg y todos asistieron.
—Mierda, están haciendo una tormenta en un vaso de agua. Seguro fue un accidente, estoy viva.
—Lamentablemente—exclamó Thomas.
—Braden, puedo llamar a JJ si quieres—volvió a sugerir Dolly.
—Dije no—sacudí innecesariamente mis pantalones, y entré a la cafetería.
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Romeo, no soy tu Julieta
Mystery / ThrillerSi quieres leer la historia de una chica tierna y encantadora que se enamora del chico malo y descubre que es capaz de hacer cualquier cosa... ESTA NO ES TU HISTORIA.