Si quieres leer la historia de una chica tierna y encantadora que se enamora del chico malo y descubre que es capaz de hacer cualquier cosa...
ESTA NO ES TU HISTORIA.
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Me despertó el sonido de mi puerta abriéndose, aun así no abrí los ojos, seguramente mi gato la había empujado. Un peso hundió el lado derecho de mi cama, de un salto me incorporé solo para encontrarme a JJ sentado. Respiré hondo y me relajé. Volví a recostarme, me tapé con las sabanas y enterré la cabeza en la almohada.
No quería escuchar lo que fuera que el diría, seguro no era algo bueno después de esta semana de silencio mortal entre nosotros. El siguió moviéndose hasta que sentí que se acostaba. Sus extremidades estaban en contacto con las mías a través de las sabanas, pero no me despegué. Lo imaginé con los ojos clavados en el techo, los brazos cruzados sobre su abdomen, su barbilla tensa como siempre y su boca en una dura línea.
Podía describir a mi hermano perfectamente. Si quedaba ciega recordaría cada detalle de él, más que los míos propios. Él era mi hermano, la única familia que tenía, y seguro él único que iría a mi funeral.
Cambié de posición en la cama, me estaba impacientando pero la que estaba dolida era yo, no le hablaría primero.
Seguimos sin decir nada unos minutos que me parecieron eternos, finalmente él carraspeó. Para que no dijera que era una orgullosa, puse de mi parte, me descubrí la cabeza y me quedé en su misma posición.
—No me lo estás haciendo fácil—dijo finalmente.
No contesté.
—No sé por dónde iniciar.
Sabía que era difícil, muy pocas veces el señor "soy el dueño del mundo, alábenme" pedía disculpas.
—En este momento deberías hacer un seco comentario, cargado de sarcasmo—siguió—Soy malo para eso. Juro que te daré todas las explicaciones que quieras pero háblame, hasta me hace falta tus griteríos. Como sé lo mucho que te gustaba que te escribieran cuando eras pequeña, hice una lista de cinco razones por la que debes hablarme.
Me extendió un papel doblado y lo arrebaté de su mano. Lo leí y no pude hacer más que rodar los ojos. Con su desastrosa letra había escrito una muy "elaborada lista".
Siento no decírtelo antes es que
Querida Braden
Razones por la que debes hablarme.
1...
2 No hay quien me haga de comer
3...
4...
5 Por favor.
«Uy, quien se resistiría a JJ y sus dotes de escritura». Me miró a la espera de mi reacción.
—¿Y bien?—preguntó como si su "carta" hubiera sido escrita por los ángeles.
—Claro Shakespeare, como no sucumbir a tu infalible talento para la argumentación—Rodé los ojos y un ruido parecido a una risa salió de su garganta.
—Alguien por aquí está usando el diccionario.
—No puedes herirme como lo hiciste y venir a sentarte a mi lado como si nada—le reclamé. —Si no vienes a darme explicaciones, lárgate.
—Todo lo que quiero es que confíes en mí, ¿Tanto te cuesta?
JJ era la única persona que tenía, y el silencio entre nosotros los últimos días me había entristecido.
—Yo confío en ti, el único que no confía aquí eres tú. —Me paré de la cama—, regresa cuando puedas confiar en mí.
Lo vi bajar la cabeza y suspirar con pesar. —Solo hago lo mejor para ti, hermanita.
—¿Y yo me quedo de brazos cruzados? —tomé la sábana y la doblé—, no soy una niña JJ, lo que pase en tu vida me pasa a mí, estamos juntos en esto ¿Recuerdas?
—Juntos contra el mundo—dijo con añoranza—, se que no eres la misma chica indefensa pero hay cosas de las que prefiero mantenerte alejada.
JJ salió de la habitación sin dar más explicaciones. Terminé de acomodar mi cama y abrí mi armario, busqué una caja de zapatos y me senté en el suelo. En la caja guardaba los únicos recuerdos físicos que conservaba de mi vieja vida, fotografías de mi familia y cartas que atesoraba.
Todo quedó en el pasado, lo único que me quedaba era JJ y no estaba dispuesta a perder a mi hermano también.
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