Corazón de Témpano (Editada)

Capítulo XVIII

Capítulo XVIII

El tiempo siguió avanzando, hasta que llegó un nuevo mes.

— Has cambiado— le decía su amigo Lord Bernard Whitby, sin levantar la vista de su copa. Mientras Duncan O'Rourke se limitaba a asentir—. Y todo es causa a tu esposa, ¿verdad? Ella ha aportado algo a tu nueva manera de vivir. Y creo que no me equivoque cuando dije que te arrepentirías por todo lo que le estabas haciendo.

— Temo que no te equivocaste... — expresó mientras sentía la manera en que su respiración se entrecortaba.

Lord Whitby sonrió tristemente al ver el rostro de su amigo, mientras se inclinaba hacia él.

— Todavía no me has dicho el motivo para que me has citado con urgencia. Sabiendo lo peligroso que ha sido todo esto... Su familia paterna está disgustada con el matrimonio secreto que has tenido con ella. Son los rumores de todo Londres...

— Lo único que por ella haré... Necesito que mientas y guardes un secreto. Quiero que el padre de Patrick conozca quien ha sido el causante de la verdadera desgracia de su familia... Escucha con cuidado. Ha llegado a mis oídos que Patrick Rowling está arruinando a su familia, sin que ellos los sepan. Ha puesto muchas de sus futuras propiedades en apuesta que deliberadamente ha perdido, sin sentir arrepentimiento alguno. Necesito que se lo hagas saber y que no le digas como lo has sabido. Debes mentirle si pregunta dónde ha llegado dicha información...

— ¿Cómo sabes todo eso? ¿Tienes alguna prueba?

— Sí... te daré unos de los documentos que hice que Patrick firmara, siéndole entregado por un tercero y no por mí, al instante en que me apoderaba de la fortuna de los Rowling. Cuando su padre muera... Seré yo el dueño de muchas de sus pertenecías, sino le paga a mis acreedores... El dinero no es amigo de nadie... Y es mejor advertirle al padre de Patrick, antes que acabe con todo su abolengo. Y no creo que sea de su gusto saber que ha sido un irlandés quien sea dueño de lo que pudo ser suyo en vida...

— ¿Por qué has estado haciendo todo eso? ¿Has puesto también tu fortuna en riesgo?— le expresó sorprendido.

— Quiero una mejor vida para Anarella... Y ella también es una Rowling. De todas maneras, se lo entregaría a ella, como dueña legitima. No pienso quitarle nada a esa familia... Sino devolverle cada centavo y cada propiedad que inmaduramente ha empeñado uno de sus integrantes.

— ¡Te has enamorado verdaderamente de ella!... ¿Sabes, que podrían matarte por esto, Duncan?_ dijo al instante en que aquel hombre le entregaba uno de los documentos en sus manos_. ¡Te estás arriesgando mucho!

— Ya es tarde para pensarlo, ¿no lo crees?

— ¿Sabes qué Patrick no descansará hasta que te enfrente en algún duelo?... ¿Has pensado que si descubre que todo este tiempo eres tú quien ha arruinado su suerte con trampa, encuentre una razón para retarte a un duelo?

— Necesito que lo hagas. Solo puedo confiar en ti... No podría involucrar a nadie más... No confió en otra persona, sino sólo en ti...

— ¡Pobre de mí!— expresó en un gesto gracioso—. ¡Está bien!... Lo haré.

Anarella vio cuando aquel caballero salió del estudio junto a su esposo. Al mismo tiempo, en que Lord Whitby le hacía una pequeña reverencia antes de despedirse. Lo acompañó hasta su carruaje, agradeciéndole su amistad.