Capitulo 1:Todo cambió.

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Desperté en una sala de hospital, algo vieja debo decir, nunca había estado en una, salvo una vez cuando mi hermano, Franco, se cayó haciendo unos turcos con su skate pero no entré a la sala solo lo esperé en la recepción; mi tía Alicia estaba dormida a mi lado en una silla, ella se dio cuenta de que había despertado y llamó a la enfermera.

-¿Cómo estás Ema?-preguntó amablemente la enfermera.

-Bien- logré decir.

-Llamaré al doctor para que te haga algunos exámenes de rutina.-Vuelvo enseguida.

De repente noté que ni mis padres ni mi hermano estaban ahi y me pareció algo extraño, intentaba recordar cómo había llegado allí pero todo era borroso lo único que recordaba era que había venido desde Buenos Aires a Nueva York por el cumpleaños de mi tía y que estábamos en la carretera después de eso nada mas. Entonces la miré y ella se percató de lo que iba a preguntar y se limitó a asentir con la cabeza y en ese momento comprendí qué había pasado.

En ese momento no pude contener las lágrimas no podía imaginar que toda mi familia había muerto y de repente estallé y empezé a llorar y a gritar de la desesperación, ese momento entró el doctor me vio y dijo:

-tiene que calmarse señorita Robinson,esto le hará mal en la situación en la que se encuentra-dijo el doctor.

-No no no no no puede ser no es posible- dije mientras las lágrimas caian por mi rostro y miraba a mi tía que intentaba calmarme.

-como lo siento, sé que es difícil pero tienes que calmarte-dijo mi tía con su cara de preocupación.

-pe....ro p............ero ¿comó paso? ¿qué pasó?¿cómo llegué aqui? no puedo calmarme no puedo.

-primero que nada, te tenés que calmar-dijo mi tía de manera autoritaria.

-tiene que hacerle caso a su tía señorita Robinson, es por su bien-dijo el doctor saliendo de la sala y dejándome a solas con mi tía para que pudieramos hablar pero antes de salir dijo:-volveré luego, ahora calmece y hable traquila.

-gracias- dije con una sonrisa medio forzada.

-tía, ahora si, necesito que me digas qué pasó, de verdad necesito saberlo, lo necesito-dije sentándome en la cabecera de la cama.

-Bueno, estaba en mi casa con unos papeles del trabajo y sonó el teléfono, cuando contesté un policía me dijo si conocía a los Robinson y dije que si, y el señor me dijo que tenía que ir al hospital Bringston y salí, cuando llegué lo encontré y me dijo que habían tenido un accidente con un conductor ebrio y que tus padres y tu hermano habían muerto pero que vos habias sobrevivido y que necesitabas que alguien te cuidara.

Un silencio invadió la sala hasta que mi tía lo rompío.

-estás bien- preguntó un poco angustiada y preocupada.

-si-logré decir mientras unas silenciosas lágrimas caian por mis mejillas,al recordar lo que había pasado.

yo discutía con mi hermano porque él me estaba lanzando un papelito y mi madre intentando que no nos matáramos y mi padre intentando concentarse en la carretera y de repente un auto se apareció de la nada y nos chocó.

Empecé a maldecir al conductor y le pregunté a mi tía qué habìa pasado con él.

-estuvo en cuidados intensivos por dos días y murió de un paro cardíaco- dijo mi tía-dijieron que estuvo muy desesperado y preocupado y sobre todo demasiado alterado y eso parece que lo mató.

-si,claro-dije con ironía-seguro que ese imbécil mal nacido fingía para que le tuvieran compación, lo único que espero es que se pudra en el infierno a donde pertenece.

-no digas eso, no sabes lo que le pasó quizás estaba pasando por un mal día.

-y eso es un excusa para emborracharse, subirse a un auto y conducir sin medir las consecuencias de sus actos-dije alterada y a la defensiva.

-eh tampoco para que me contestes así yo no soy ese tipo como para que te desquites conmigo-dijo mi tía intentando que me calmara.

- lo siento-dije avergonzada- ¿y ahora qué?.

-El doctor tiene que hacerte algunos exámanes de rutina y ya hoy si esta todo bien vas a poder salir hoy-dijo mi tia Alicia.

-okay-dije.

En cuestión de unos minutos entró el doctor Nuñez y me hizo los exámenes y dieron bien para mi suerte.

-entonces, ya puede salir ahora, pero puede tener algunos desmayos y si eso sucede tienen que venir de inmadiato por que puede ser algo grave.

Esa respuesta me desalentó un poco pero estaba contenta de poder salir de ahi, nunca me gustaron los hospitales y ahora mucho menos. Pero me limité a contestar:-está bien, tendré cuidado.

Mientras viajábamos en lo único en lo que podía pensar era en que todo había cambiado y nada sería como antes.

Solo por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora