》01《

8K 677 393
                                    

Un joven de cuencas se encontraba caminando por los pasillos de su escuela, llegó desde muy temprano pues no quería pasar tiempo en donde tenía que vivir. Aquella familia que lo adopto era amable, y agradecía que lo cuidaran pero no podía evitar tener la sensación de convivir con unos totales desconocidos.

Se sentía frustrado el no poder vivir solo, al ser aun menor de edad debía tener un cuidador haciendo que tenga un pequeño sentimiento de debilidad recorriendo por su mente. No pudo hacer más que soltar aquella negatividad con un suspiro para volver a retomar su caminar, por algún motivo que desconocía sentía que estaba apunto de pasar algo importante.

Intentaba ignorar aquello, ahora tenía cosas más importantes como evitar que la bola de alumnos que se acercaran le tocaran. Realmente parecía un bicho raro cuando se movía de un lado a otro para mantener la distancia con los demás, eso hacía que todos pensaran que era un simple amargado, y aun que lo era al principió, llegaba a ser agradable.

Soltó otro suspiro pero esta vez fue de alivió, había llegado con éxito a su salón y no tuvo otro ataque por tener a tantos humanos cerca. Una pequeña sonrisa adorno su rostro pero solo fue al asiento que le designaron el primer día, al llegar saco un libro y se puso a releer un poco los temas que ya habían visto, era común que en su tiempo libre de escuela estuviera estudiando para ser alguien en la vida.

Duró así unos cuantos y largos minutos hasta que un grito lo interrumpió, suspiro frustrado al reconocer de quien era. El hijo de aquella familia la cual lo habían adoptado siempre intentaba estar a su lado, era el típico chico alegre e inocente el cual pensaba que todos merecían una segunda oportunidad.

Edward Gould, o solo Edd para abreviar, el chico con el cual debía convivir casi todo el día. No le tomaba demasiada importancia pero llegaba a ser cansado lidiar con ese tipo de gente, siempre estaba atrás de el insistiendo en que debía conocer personas, querer a algunos como amigos. . . Amar a una persona, pero eso no era su tipo.

En general, no quería acercarse a nadie, tanto física como psicológica mente. No quería encariñarse con alguien pues después le dolería cuando este se vaya de su vida, así que prefería quedarse en soledad con sus libros, no le importaba que tan antisocial o amargado podía parecer. 

ー¡Tom!ー El joven castaño entró a aquel lugar, tenía una de sus típicas sonrisas las cuales usaba para poder hacer que los demás confiaran en el ー¿Quieres ir a caminar un rato conmigo? ¡Puedo presentarse a mis amigos!ー Se notaba la alegría y la energía que este poseía, solo camino de forma rápida al asiento del de cuencas quien estaba ocultándose con el gorro de su sudadera, rió al verlo pues consideraba aquella acción tan ridícula y patética.

ーEdward, no quieroー Mencionó con cansancio mientras apoyaba su cabeza en uno de sus brazos, miraba de reojo al mayor el cual había rodado los ojos mientras suspiraba frustrado, ya le era normal ー¿Para que me sigues invitando si sabes mi respuesta?ー.

ーPorque tal vez así pueda ayudarteー Explico mientras se cruzaba de brazos, aveces le molestaba que el joven británico se negara a todo. También odiaba que sus padres le obligaran a tener que integrarlo a todas sus actividades y a su circulo social, estaba feliz de que el menor se negara pues no quería verlo pero al final terminaba por ser regañado por no intentarlo más veces.

ーEsta bien, iréー Respondió con sequedad el joven de cuencas, mirando directamente a los ojos del más alto ーPero si no resulta vas a dejar de joderー Se iba a levantar de su asiento pero llegó la profesora haciendo que deban sentarse de nuevo, al menos para suerte del de azul, su hermano adoptivo se sentaba hasta la otra punta.

Hafefobia || TordTomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora