nueve

719 50 3
                                    

Me tumbé en el sofá de su salón mientras ellos seguían charlando eufóricos, nada interesante, pero parecía que les iba la vida en ello.

Estaba agotada, cuando sería el momento en el que nos iríamos a casa?

Tom's P.O.V.

Cuando miré el reloj ya daba casi la una, en que momento se había evaporado el tiempo de esta manera?
Sugerí a Edward y a Adriana que ya era tarde, y que probablemente Willow estuviese cansada, pero cuando fuimos a buscarla, había caído en los brazos de Morfeo.

-Esta niña... Voy a despertarla.- dijo Adriana, pero de inmediato paré su acción.

-Ya es demasiado tarde, y no me gustaría interrumpir el sueño de esta joven, quieren pasar la noche aquí? - sugerí.

-No hace falta Tom, no queremos molestar. - contestó Edward.

-No es una molestia, de veras, hay habitaciones de sobra por toda la casa. -

Tras unos instantes pensándolo, ambos cedieron, y Edward se encargó de llevarla en brazos hasta una habitación de la primera planta, de las más grandes que había, sin contar la mía, que estaba al lado.

-Sí les parece bien arriba tengo una habitación con una cama de matrimonio perfecta para ustedes. -

-Seguro que no le molesta que esté en la misma planta? Puede estar arriba sin problema. -

-Para nada, la señorita Myers nunca es un incordio para mi. -

Los acompañé hasta la habitación, y una vez tuvieron la puerta cerrada bajé a la primera planta.

Observé desde el marco de la puerta como la tenue luz de la luna se colaba por los agujeros de la persiana, iluminando la silueta marcada por las sábanas pegadas ligeramente a su cuerpo.
Su cara demostraba una paz abrumadora, casi inalcanzable, sin duda alguna, esa joven estaba hecha por la mismísima Afrodita.

Me fui alejando de su habitación para irme a la mía, pero una somnolienta voz me detuvo.

-Tom. - comenzó a pronunciar mi nombre cuando estaba marchándome, y me giré entrando de nuevo en la estancia, observando como frotaba uno de los ojos con el dorso de su mano.

-Sí? -

-Me preguntaba si... Podrías dormir conmigo. - casi sonaba con un tono inocente y avergonzado.

Tras unos momentos analizando la situación, cedí, acostandome a su lado, acariciando su pelo hasta que volvió a quedarse dormida.

Que me estás haciendo Willow Myers? Por qué yo?

Willow's P.O.V.

Abrí los ojos desorientada, encontrándome con una habitación desconocida.
Arrugué mi frente un poco, estirando la espalda mientras aún seguía entre las sábanas, pero mis brazos se toparon con un obstáculo por el camino. Me encontraba con la cabeza apoyada en el pecho de Tom, que aún estaba dormido.

No habíamos hecho nada, eso lo tenía claro, pero, por qué estábamos aquí? Y mis padres?

Me levanté extendiendo mis brazos junto a un bostezo y comencé a andar por la habitación. Tenía una decoración básica pero elegante, sin rastro de objetos personales. Definitivamente está no era su habitación.

Million Dollar Man [Tom Hiddleston] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora