SILENCIO

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Craig ni imaginaba la idea de Tweek mintiendole.
El rubio en la playa apenas con un short era algo que ni se le habría pasado por la mente.
Mucho menos que tenía un acompañante y se mantenía bastante pendiente de él...
Kenny no era del todo ingenuo e inocente.
Tenía sentimientos por Tweek y aquel viaje era una opción que le daba para que el pequeño rubio lo eligiera por sobre su relación actual.
Tweek era lindo, tenía un buen corazón pero un autoestima muy dañado, tenia una hermosa sonrisa pero en extrañas ocasiones se presentaba.
Le hacía infinitamente feliz saber que Tweek era por norma general feliz cuando se encontraba con él.
Llegó el momento donde sintió que la tensión era mayor, compartirían cama y Kenny miraba con atención a Tweek.
El chico se acomodaba como si nada entre las mantas y bostezaba, froto sus ojos listo para dormir, pero Kenny se acercó a él, sacándolo de su ensoñación y tomándolo por el mentón.
Hizo el gesto de amor más sincero que pudo y se acercó a besarlo en los labios.
Delicadamente.
Lo tomó en sus brazos y comenzó a acariciarlo con suavidad.
Tweek se removia inquieto y fue cuando Kenny se dio cuenta de lo que estaba haciendo.
Tweek sólo estaba cediendo, como siempre lo hacía con cualquiera que lo sometiera aunque fuera un poco.
Su mirada desconcertada y la boca en una expresión ansiosa lo delataban.
Se alejó rápidamente...
–Lo siento... No debí hacer eso... – se disculpo mientras miraba apenado a otro lado.
Tweek tenía su mirada en él, podía sentirla.
Se avergonzó aún más... ¿Que estaban haciendo?
Se sintió decepcionado de sí mismo por haber hecho aquello, pero la sorpresa llegó a el cuando Tweek, tímidamente tomó su mano y lo beso en la mejilla.
–Si quieres hacer eso esta bien, m-me haz ayudado mucho y yo quisiera a-agradecerte...–
Se le revolvió el estomago al ver a Tweek abriendo sus blancas piernas frente a él con aquel gesto tan inocente y sumiso.
–No... –
El rubio más pequeño se quitaba la camisa que llevaba de encima, Kenny lo detuvo con sus manos, sujetando sus muñecas.
–Tweek no... Entiende... No... No me debes nada por lo que he hecho por ti, debes estar feliz, estar tranquilo... Eso... Eso es suficiente para mi... Nunca te forzaria a hacer nada que no quieras, nunca sería capaz de chantajearte de esa manera... –
El rubio miró con curiosidad a Kenneth como si este le hablara en otra lengua.
Entendió entonces que pasaba...
Kenny estaba arrepintiendose probablemente...
Quizás no era deseable para aquel rubio y simplemente había cambiado de opinión...
Craig tenía razón...
Siempre la tenía.
Agacho la mirada y la voz le salió casi como un silbido.
–P-Perdon... Se que... Nadie querría estar conmigo... Solo C-Craig... P-Por eso las cosas son así... E-Estaré solo si m-me aparto de él y s-solo me haré daño, los demás me harán daño, C-Craig siempre me cuida... –
–Tweek... –
Salio de la cama y comenzó a ordenar sus cosas con cuidado, temblando levemente ante el llanto que estaba soltando.
–¿Q-Que estas...? – intento decir el mayor con nerviosismo y temor en su voz sin saber que hacer.
El chico nervioso salio por la puerta con sus cosas, dejando a Kenny confundido.
Lo miró marcharse...
No supo elegir que era lo más doloroso en ese momento, si el hecho de que Tweek pensara aquello o que el fuera un triste cobarde que lo dejaba ir sin decirle la verdad de lo que sentía... Por miedo a que Tucker tomara represalias contra el pequeño rubio.

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