BALANCE [Final]

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Tweek era en la mayoría del tiempo un amor de persona.
Se había casado ya y su marido lo había presentando con todas y cada una de sus amistades...
El rubio tenía una habilidad innata para la actuación y hacia gala de aquello siempre que podía...
Aunque estuviera triste, asustado o nervioso jamás se lo demostraría a nadie.
Mucho menos al enemigo con el que compartía la cama.
Craig mantenía la distancia lo más que podía pero el rubio conocía bien las intenciones de su esposo, lo duro que era haberse visto acorralado y humillado una y otra vez como lo había hecho con él en el pasado, era obvio que Tucker no quería ni verlo a la cara.
Era eso lo que más disfrutaba.
Obligarle a darle toda su atención y tiempo.
Y pobre de él si en algún momento fallaba.
Durante una cena Craig se negó a darle la mano durante la velada.
Tweek comenzó a lloriquear acusándolo de desconsiderado, obviamente el pelinegro fue quien recibió la reprimenda de su círculo social por hacer llorar a su rubio.
Tweek se había ganado la simpatía de todos.
Ya ni siquiera necesitaba las estúpidas fotos como seguro, ahora, si le hacía daño o incluso si lo hacía estar incómodo, todo mundo se le lanzaría a la garganta a matar.
Por qué Tweek era un hermoso muchacho encantador, amable y sensible que nada malo podía tener.
Aunque el pelinegro conocía al mismísimo demonio dentro de Tweek
Craig ya estaba exhausto.
Soportar cada capricho del rubio era una cosa pero ser prácticamente su esclavo sexual era desgastante.
Ya no era dueño de su vida.
No podía salir, no podía irse sin llamarle por video después, no podía bajo ninguna circunstancia tener sexo con alguien más por que el rubio era celoso como el carajo y lo revisaba de arriba a abajo cada vez que podía.
Tucker estaba cansado... Harto... Frustrado como pocas personas en el mundo.
Y Tweek...
Tweek entendía con que cartas le había tocado jugar y las aprovechaba al máximo.
Si Craig quería amarrarse a él, estaba bien, pero tendría que atenerse a las consecuencias.
Se encontraban recostados en la cama, Tweek se acercó melosamente a su esposo y comenzó a besarlo.
Craig ni siquiera se movió, no se inmutó en absoluto.
–Pareces molesto... –
–Soy tu puto prisionero ¿Que esperabas? ¿Que cantara feliz? –
Tweek se acurrucó en el y lo observo exigente, Craig comenzó a acariciarlo ante aquella orden sin palabras.
Ronroneo gustoso.
–¿Sabes cuanto tiempo me hiciste lo mismo mientras fingias amarme? –
Tucker comenzó a besarlo en el cuello y Tweek gimió traviesamente
–Ni siquiera debes ser capaz de amar... Pero... Eso no quiere decir que te iba a dejar tranquilo–
Jugo con su cabello entre sus dedos y lo jalo, obligando a verlo a los ojos.
–No me malinterpretes... Te amo Craig... De verdad lo hago... Por eso no te he hundido aun... Solo no me provoques y se un niño bueno... A los niños buenos se les recompensa.. – le susurró, abrazándolo con sus piernas, Craig suspiró al sentir la cercanía.
Ahí iba otra vez...
Y aunque en su mayoría Tweek lo obligaba... Terminaba disfrutándolo bastante...

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