Epílogo

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Tweek caminaba con su esposo de la mano, estaba viendo algunas tiendas departamentales mientras Craig iba cargando las bolsas de las compras que su rubio había hecho.
La espalda le dolía y ya estaba harto de dar vueltas ahí pero no había mucho que pudiera hacer.
Ya se desquitaria en el dormitorio...
El rubio entró emocionado a una tienda que vendía mantas, cobertores, edredones, almohadas, todo para su cama.
Tweek era de pasar mucho...MUCHO tiempo en la suya.
Suspiro y fue tras él mientras se sentía realmente cansado.
Arrastraba los pies hasta que como si de su instinto de tratara, volteo y se encontró con un par de ojos observándolo con algo de temor.
Ay no.
Tweek apareció para regañarlo por tardar tanto, pero sus ojos se iluminaron con alegría y corrió con libertad a abrazar a su viejo amigo.
El dependiente de la tienda, Kenneth decía su gafete.
–¡Es increíble verte de nuevo! – dijo sonriendo le ampliamente, se limpio un par de lágrimas que se le escaparon, Kenny no pudo evitar estrecharlo con efusividad.
Supuso por aquel recibimiento que Craig no le había dicho ni hecho nada.
Tweek llamó con la mano a Craig, Kenny miró incrédulo como si un perro doberman se acercara con el rabo entre las patas y las orejas abajo.
–Este es mi esposo Craig, aunque creo que ya lo conoces, tranquilo, se dejo de estupideces por su propio bien... ¿Verdad amor? –
–... –
–¿Que, no te oigo? –
–Si cariño... –
Kenny no pudo evitar sonreír ante la situación.
–Lamento mucho lo que hice... Necesitaba... Necesitaba tocar fondo para darme cuenta de todo y arreglarlo... Pero ahora esta bien, todo– la sonrisa maliciosa de Tweek sorprendió a su amigo.
–M-Me alegro que así sea... – dijo algo inseguro... –Tweek... ¿Conseguiste ser feliz? –
Tweek lo pensó, abrazo al rubio y acomodo su cuello con delicadeza, haciéndolo sonrojar.
–Oh Kenn... No sabes cuanto... –soltó una tintineante risa mientras miraba diabólica mente a su marido... Beso su mejilla y se retiro después de una efusiva despedida.
El rubio más alto río fuerte cuando vio la cara de amargura que cargaba Craig junto con todas las bolsas de compras.
Se preguntaba si... Tweek estaría interesado en que le ayudara escoger algunos artículos para su cama... Quizás estaría dispuesto a estrenar alguno un día de esos.

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