Capítulo IV- ¿Qué tal sí...?

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¿Qué tal si fuera rico? Cómo para poder darte mil regalos y un millón de sonrisas.

Sería más rico en cariño que en dinero y eso no sería malo porque te tendría a ti a mí lado.

Podría regalarte mil besos en mí enorme mansión dorada, ni oro ni diamantes serán tan hermosos de contemplar como tu pura y perfecta cara.

Degustar los más añejados y dulces vinos y embriagarnos en placer sin haber caído en los efectos del alcohol.

Darte a elegir de las más caras y costosas ropas confeccionadas por los mejores diseñadores y verte lucirlas ante mí con una falsa actitud de diva.

Verte salir de una cristalina pileta empapado y tan sexi mientras yo te observo desde mí banca blanca marfil.

Tú cara por las mañanas, tus labios suaves y rosas, tu cabello color trigo tan revuelto cubriendo tus delgadas cejas.
Tus delgados y frágiles brazos aferrados a mí abdomen desnudo.

Simplemente exitante.

Tan excitante como imposible.

Porque que yo sepa no tengo ni para un par de tennis.

No tengo ni para un poco de pan.

No tengo ni para un ramo de dichosas rosas.

...

Caminé algo nervioso e incómodo al pasillo. Al salir casi me choco con Scott, maldito Scott, que se joda, ah me te ponía en plan Craig pero que se le va a hacer.

Sólo pasé el pasillo esquivando a todos como si de un baile se tratara y alcancé a ver a Leo.

Estaba guardando unos libros y en el bolsillo de su camisa parecía llevar una de las maltrechas margaritas de la otra vez.

-He hey, que pasa chaval, ¿Todo bien? ¿Todo correcto? ¡Y yo que me alegro!

-No es hora para tus referencias, Kenny- me respondió cortante.

-Hey, ¿Pasa algo? Yo...lo siento si fui inmaduro.

-No no, está bien, sólo no estoy de humor,si?

-Está bien, veo que no es el momento pero... podría decirte algo al terminar las clases?

-No lo sé, Ken, mis padres podrían enojarse si llego tarde a casa.

-Está bien...- contesté un poco decaído- Hey, qué tal si yo te acompaño a casa? Será más seguro y no perderás tiempo!

-No estoy muy seguro, pero supongo que no pasará nada malo.

-Te lo agradecería mucho, en serio, gracias, espero que puedas arreglar todo. Luego hablamos Mantequilla!

-Adiós...- dijo y borró de inmediato su débil sonrisa y siguió guardando sus libros.
Había algo que Butters ocultaba pero no quería que nadie sepa, ni sus padres, ni sus amigos, y en especial el chico mayonesa.

Mientras está deprimente escena se llevaba a cabo en el planeta Stoch, el asteroide McCormick tenía otros planes...

Cómo bailar y festejar por todo el pasillo como si se hubiera ganado la lotería.

...........

Y ambos murieron de sífilis, fin.

Ahre.

Buenas noches a todes ustedes amores.

Ahre, a quien le hablaba, casi nadie lee esta mierda.

Uma delicia kkk

"No todo se trata de dinero" (Bunny)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora