Capítulo XIX Consecuencias faciales

69 10 1
                                    


🌸

¿Conoces esa sensación de tener un golpe y decir "Me preguntarán por esto"? Sabes que llegarás y lo harán, tendrás, si quieres, algo que contar, te sentirás acogido y cuidado hasta incluso interesante. Yo quisiera que se sintiese así lo mío porque dentro de dos horas entraré allí y tendré que ocultarlo todo para que ellos no rían, porque sabes que a ellos no les importa una mierda lo que te haya pasado ni cuánto te ha dolido, simplemente se reirán y te dirán marica o algo. Da igual, de todos modos lo veré y me esforzaré para sacarle una sonrisa hoy.

Entré al salón algo cansado, malhumorado, como si adivinara cada palabra que escupiran en mí cara. Vamos, de todos modos se iban a reír de mí manchada ropa y ojo morado.

Silencio, en realidad no hablaban, era simplemente un silencio algo incómodo.

-Hey, Ken, ¿Qué mierda te pasó en la cara?- apareció Kyle de la nada.

-Tú papá me atrapó garchandome a tu vieja.

-Wow, que maduro.

Idiota.

Después de eso siguieron hablando, era aturdidor estar allí. Estoy sentado con la cara entre los brazos, como si quisiera llamar la atención pero todos sabemos que sólo quiero la atención de una sóla persona y que si me viene a preguntar alguien más lo mandaré a la mierda instantáneamente.
Por dios, esto es tan irritante.

Hace rato llevo muriendo, muriendo en este triste banco. Quiero irme, quiero verte, quiero sentirte pero no puedo sentirte.
Soy tuyo pero no.
Estoy divagando, sinceramente le metería el pie a alguien en el culo.
Fumar un cigarrillo o caer en mí colchón, hacerme una paja tal vez.
Ya sabés, esa sensación de odiar todo un día para el siguiente volver como si nada hubiese pasado.
Me duelen las costillas, la mandíbula y nudillos.

Nueve horas atrás...

-Kenny, ¿Qué pasó?- Karen...
-Oh, nada en especial, ¿Tienes hambre? -por favor, no preguntes más.
-Pero... estás sangrando...hermano, déjame ayudarte...
-No...si... está bien, Karen...- lo siento- Mirá, te traje algo!
Le mostré rápidamente la lata, estaba abollada pero al menos era algo que cenar. Escuché un fuerte gorgojeo en el estómago de mí hermana, no esperé repuesta y sólo se la di.
-Kenny...yo...Cuánto gastaste en ella?
—Oh vamos, Karen, no todo se trata de dinero —reí.

Decidimos compartir de la lata; ella hacía los vendajes que podía y yo me quedaba quieto recibiendo los pequeños bocados que de vez en cuando me daba. Ella tristemente sabe cómo vendar heridas, en la piel y el corazón. Es triste que a tan corta edad se tenga que saber por tu cuenta a curar las estupideces de tu hermano mayor.
Ató el último vendaje en mí torso y nos sentamos en el borde del colchón para terminar con el fondo de la lata.
La casa olía raro y se escuchaban gritos a unas habitaciones, no tenía que tener el mejor oído del mundo para saber que habían vuelto a pelear.

Un niño al escuchar esto teme, teme más por su madre naturalmente en la mayoría de los casos, tiene miedo de una separación. Y juro por Dios que desearía tener ese tipo de miedo a este porque ahora sólo temo que entren por esa puerta para golpearnos a ambos en una ciega furia borracha.
Le tapé los oídos a mí hermana, la cuál estaba masticando lo de la última cucharada. Se escuchaban los vidrios chocar y estrellar en la pared, mi hermano gritar, mí padre tirar cosas y a mi madre maldecir y llorar.

Dios sabrá que habrá pasado ahora, sólo me mantendré alerta ésta noche,
Aunque me cueste algunos golpes yo... protegeré a mí princesa...

.............

Hey hey! Revivir es lo máximo!

"No todo se trata de dinero" (Bunny)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora