Capítulo XX- Lazos cárnicos

73 12 3
                                    


🐢

Manos entrelazadas, no quiero separarlas.
¿Qué tal si por el frío mis dedos se parten en este agarre?
La nieve cruje con cada paso que damos.
Mí mente, como la nieve, se revienta y deshace.
¿Podemos soltarnos? Tengo miedo, cariño.
Mis golpes se queman con la escarcha en tus guantes.
El viento parece salir corriendo apurado, casi arranca tu capucha.
El vapor de tu aliento huele a saliva y chocolate. Es un olor dulce pero no sé si quiero degustarlo.
Dijiste que te dolía al exhalar ¿Tanto frío hace?
¿Por qué te duele cuando te abrazo?
Perdón si te hago daño pero siento que me ocultas algo.
Tu respiración estuvo algo entrecortada desde hace unos días.
De nuevo, tengo miedo.
No quiero ser al que tengas que cuidar.
Quiero protegerte, princesa.
La tierra está ensuciando ésta blanca nieve y mi piel ya no puede distinguir entre tus manos o la madera.
Mis labios están fríos ¿Podrías besarlos?

—Hey Ken, vayamos adentro, nos congelamos aquí.

—No lo sé, por ahora quisiera estar contigo. ¿Puedes aguantar dos minutos más? — sonrió, seguro de que así lograría hacer que me quedé allí.

—No...quiero decir si pero...ya no siento mis manos...

—Veamos...—dijo y tomó ambas para meterlas entre los pliegues de su abrigo — ¿Así está mejor?

—Yo...— podía sentir su pecho, era realmente cálido en el medio. Era cómo sí el mero acto de tener contacto llevara el calor a mis mejillas y nariz. Se sentía bien pero algo se sentía extraño— ¿Te pasó algo aquí?

—No quiero hablar de eso justo ahora— y su sonrisa comenzó a apagarse, sin embargo, no desapareció.

—Entiendo...

En acto siguiente abracé a Kenny y enterré mí rostro en su abrigo semi abierto. Era aún más cálido ahora y no pude evitar darle un pequeño beso a su pecho mientras me hundía en su ropa.

—Hey ¿Qué...? —pareció que por un instante iba a alejarme y volverse a cerrar su parca pero en vez de eso me rodeó con sus brazos — ¿A quién engaño?... Estás realmente frío mejor vayamos adentro.

¿Realmente quería irse justo ahora? Bueno, en realidad fui yo quién pidió irse en primer lugar.

— Ken yo... quería decirte que...yo...— ¿Por qué dudaba? ¿Vas a decírselo o no, idiota?— Ahg ¡Puta mierda!

Levanté mí cabeza y fui directamente a sus labios. Él parecía sorprendido, creo que no esperaba nada "atrevido" de alguien como yo pero, al fin pude saborear ese sabor a saliva y chocolate.
Parecía decaído un segundo pero rápidamente continuó el beso justo antes de que termine de separarme. Era un beso gentil pero largo, sin llegar a ser francés, inocente pero casi atrevido.

Cuando no separamos quise decir algo pero ,antes de poder abrir mí boca, él escondió por completo mí cabeza y hombros en su gran abrigo, tapándome como si quisiera que no viera su cara en ese momento. Podía escuchar su risa nerviosa de fondo.

—Si esto es un sueño quisiera nunca despertar...es... irónico? — Parecía ¿Hablarse a sí mismo? — Se suponía que yo debería haber hecho eso.

Mis orejas y nariz quemaban ante esa respuesta. Yo seguía entre las capas y capas de su abrigo y el aroma, jodidamente masculino, estaba en todas partes.

— Finjamos que esto nunca paso— ¿De qué hablas? ¿Por qué dices eso de repente? Oh dios mío, sabía que no debía hacer esto así de repente. Fue tonto pensar que iba a ser así de fácil esto. ¡Carajo! ¿¡Ahora cómo salgo de aquí!?

— Lo siento...yo...no debí hacer eso...

—Me refiero...Finjamos que esto nunca pasó porque...Quiero ser yo el que te bese primero.

Y volví a recordar lo grande que es el mundo.
Las aves.
La nieve.
Las risas.
El jodido frío.

"No todo se trata de dinero" (Bunny)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora