Capítulo 4

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Me despierto, pero habría preferido no hacerlo.

Es como si no hubiera dormido; me duele todo el cuerpo, más que nada la cabeza, y mi boca podría ser sinónimo de desierto.

Seguimos en la casa de Ian, ya que Arriane no quería irse sin saber la historia.

Y como aún estoy aquí, os podéis imaginar que él no ha abierto la boca.

Si alguien me está viendo deambular por la casa seguro que tengo un papel asegurado en "The walking dead".

Me decido por volver a la cocina y esperar a que se despierten mientras como algo.

***

Ha pasado media hora y siguen durmiendo, ya me estoy cansando de mirar el reloj y...

Salgo corriendo hacia el salón y meneo a Arriane para que se despierte como si me fuera la vida en ello.

Casi me llevo un manotazo, pero le digo que son las cuatro y se queda aturdida.

-¿Y qué pasa con que sean las cuatro? Es domingo... -Contesta volviendo a acurrucarse en el sofá.

La llamo cuando noto que se está volviendo a quedar dormida... Y me ignora.

Le pego con un cojín, pero no se molesta ni en quejarse o simplemente en amenazarme.

Bufo y miro pensativa el ordenador de Ian.

Supongo que tendrá contraseña, así que será inútil...

-Buenos... Buenas... ¿Que hora es..? -Dice Ian detrás de mí adormilado.

Escucharlo me ilumina la vida y lo abrazo.

Él parece confuso, pero me devuelve el abrazo.

-¿Qué pasa? -Pregunta cuando le suelto.

-Dime la contraseña de tu ordenador... -Pongo ojitos al terminar la frase.

Me susurra la contraseña al oído mirando detrás de mí.

Yo asiento con la cabeza, aunque no sé a qué mira.

Entonces me giro y veo a Arriane bastante atenta a lo que decimos.

-Para esto sí que te mueves, ¿no? Eres una convenenciera asquerosa... -La fusilo con la mirada, mientras me levanto hacia el ordenador.

Arriane se ríe levantándose y me agarra del brazo.

-Nonono, es domingo. Trabajo no. -Dice alejándome del ordenador.

-Pero que no, que solo es para... -Me chista sin dejarme terminar la frase y me lleva de nuevo a la cocina.

-Me cago en... Le dije a Ángel que entraría a la página a esta hora para hablar con él. -Le pego en la mano soltándome de su agarre.

Cuando voy a salir de la cocina me encuentro a Ian haciendo bloqueo en la puerta.

Por favor, que alguien me mate. -Suplico en mi cabeza.

-¿Qué página? ¿Quién es Ángel? -Pregunta entrando a la cocina y arrastrándome hacia dentro con él.

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