Capítulo 6

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-¿Samantha? ¿Me está escuchando? -Pregunta.

¿Eh?

-Sí. -Me limito a contestar.

-Bueno, pensaba que se le había olvidado mandármelo. Así que le pedí a Rubén que entrara en su ordenador y lo hiciera por usted...

Levanto la mirada y me encuentro de pleno con sus ojos.

En ese momento me pongo más nerviosa, si es que cabe.

-Lo siento, el viernes no fue uno de mis mejores días... -Intento excusarme.

-¿No lo fue? -Sigue con sus ojos fijos en los míos.

-No... -Murmuro mientras noto calor en mis mejillas.

-Pues yo espero que tenga más momentos como ese viernes, porque el montaje les ha encantado. -Sonríe de lado.

¡¿Qué?!

Creo que mi cara ahora mismo es un auténtico poema.

-¿Les... les ha gustado? -Titubeo.

-No les ha gustado, les ha encantado. -Repite la palabra con orgullo.- Gracias a usted añadimos un cliente asegurado a la lista. 

La corona imaginaria borra su ''Despedida´´, pero sigue en mi cabeza.

Si el karma me ha librado de esta, no sé como se lo va a cobrar.

-Vaya... Sigo sin creérmelo... -Contesto aliviada.

-Hágalo. En momentos como este me felicito a mí mismo por haberla contratado.

No puedo evitar enarcar una ceja ante su comentario, pero enseguida anulo el gesto.

-Pues... Si esto es todo, me gustaría volver a mi trabajo... -Hago ademán de levantarme.

Estoy deseando salir de este despacho.

-Por supuesto. -Asiente con la cabeza, dándome permiso.

Le imito el asentimiento.

Me levanto y salgo de ese despacho como si tuviera un petardo en el culo.

Cierro la puerta detrás de mí y me apoyo en ella.

Es como si me hubieran quitado 5 kilos de la nada.

-¿Qué? ¿Que ha pasado? -Pregunta Ru sediento de información.

Sonrío a Ru y lo aplasto en un abrazo.

-Vale que no me gusta ser secretario, pero amor, me vas a asfixiar... -Dice riendo y le suelto.

Me acompaña hasta mi silla y les cuento a Ru y Arriane lo que ha pasado de puertas hacia dentro.

-Madre mía chicas, ojalá tuviera yo esa suerte. -Añade Ru cuando termino de hablar.

-Creo que a mí me hubieran tirado a patadas por uno de mis montajes sin terminar. -Comenta Arriane sin apartar la mirada del ordenador.

-Sinceramente, yo me estaba oliendo el despido... -Digo mientras muevo la mano delante de Arriane para que nos mire.

Arriane hace caso a mis señales.

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