Capitulo 6

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Pero no pude calmarme lo suficiente para dormir.

Me salgo de la cama luego de unas horas y me voy al patio para ver la noche un poco tranquila, no quiero que la señora Marian crea que soy una tonta, pero seguro pensará que soy una irrespetuosa, aprovechada y mal agradecida.

- ¡Qué fracaso! -me doy varias palmadas en la frente, me siento demasiado mal, nunca me había preocupado tanto besar a alguien, no quiero que me odie, limpio mis mejillas que se han cubrido de lágrimas de culpa, me disculpare.

Siento que quitan las manos de mis mejillas y veo a Marian frente a mi, se forma un nudo en la garganta.

- Se...señora Marian, lo... -trato de disculparme pero sus labios me ínterrumpen.

Una de sus manos se pone en mi cabello y la otra en mi espalda, sus labios se sienten de maravilla.

- Nunca beses a alguien y huyas después -aconseja contra mis labios-. ¿Qué te preocupa tanto?

- No quiero que me odie, señora Marian.

- No lo haré -acaricia mi cabello y me abraza-. Hace mucho frío aquí, Ilien, vamos, hablemos adentro.

Sé levanta y me da la mano, tardó unos segundos pero al final decidí aceptar, caminamos hacia adentro.

- Yo, no quise hacer eso por maldad, yo...

- Lo sé -me ve y me sonríe-. ¿Crees que no note como me veías?

- Perdone, lo de hoy yo...

- Habló de siempre, Ilien -mis oídos arden derrepente y siento cosquillas en mis mejillas, debo estar como un tomate-. Siempre, desde que tu madre empezó a trabajar para mi, cuando te hablaba volteabas a ver mis labios.

- ¿Desde...? -cubro mi boca-. No puede ser.

- Tambien me dí cuenta que te gusta mucho cuando uso el labial rojo.

- ¿Cómo...? -me siento en su cama cuando llegamos a su cuarto, estoy sorprendida y apenada, soy tan obvia.

- Te distraias más cuando lo llevaba puesto, recuerdo en realidad... -su cercanía me deja helada y respiro entrecortada-, un día que botaste una ensalada que te dio tu madre por estar viéndome.

- Oh por un... -sus labios vuelven a interrumpirme.

- No digas malas palabras, no se ven bien en tus labios, ¿si? -pide y yo afirmó con la cabeza, sus labios se sienten mejor de lo que creí, solo quiero besarla de nuevo.

Estoy helada pero ella está cálida, siempre lo está.

- ¿Entonces puedo besarla? -la señora Marian empezó a usar el labial rojo todos los días que iba a mi casa, sabía que me gustaba... ¡alimentaba mi deseo de besarla con obviedad!

- Ilien -su tono es serio-. No soy de besar por besar a cualquiera -me aclara-. Y puede que para ti un beso signifique solo algo que quieres y te dan, pero si vas a besarme solo quiero que me beses a mi, solo quiero que tus labios sean míos.

- En...entiendo.

- Y hablo de ambos -su comentario me deja un poco pérdida pero antes de que pueda preguntar me besa de nuevo y yo correspondo encantada.

Siento su mano en mi cintura de nuevo y cuando yo apoyo una de mis manos en su cabello, la otra en su hombro el beso se vuelve más rápido.

Y mis ansias por su cercanía crecen, cierro mis ojos. ¿Porqué se siente tan bien? Cuando nos separamos un segundo por aire la señora Marian se sienta a mi lado y me besa de nuevo, uniendo su lengua a la mía, suspiro al sentirla, besa muy bien.

- Es hora de dormir -susurra y besa mi frente como último gesto de cariño.

Apaga la luz y me pide quedarme con ella, su cama es igual de suave que la de su hija, nos cobijamos un poco separadas hasta que ella se acerca a mi y me abraza.

No sabía que podía hacer eso, nisiquiera a mis amigas les gustan los abrazos, sonrió en la oscuridad y respito la acción apegandome a ella, hasta quedar dormida.

Mommy (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora