Capítulo 7

45.9K 1.5K 35
                                        

Cuando despierto la señora Marian ya no esta, por obviedad está en el trabajo, me levanto para ordenar la cama y luego me voy al otro cuarto para ordenar la cama, tomo mi teléfono y noto que sin más diez, mi madre empieza a trabajar aquí a ma once, debo irme.

Me doy una ducha y saco un cepillo de dientes de mi mochila para lavarme los dientes, me hago una cola de caballo y guardo todas mis cosas.

Vendré en la noche, apenas salgo de la habitación oigo una puerta cerrarse.

- Señora Marian, he llegado -trago en seco al escuchar la voz de mi madre, no ha gritado pero tiene un tono muy potente al hablar y está casa en silencio hace resonar todo con facilidad

Empiezo a caminar hacia las escaleras, necesito salir por la puerta de atrás, pero no puedo si no bajo al primer piso, obvio, aunque podría salir por una ventana de los cuartos.

Veo a mi madre caminar hacia la escalera y corro con cuidado al cuarto de la hija de la señora Marian.

Pongo el seguro y abro la ventana, saco un pie y luego mi cabeza, está muy alto, pero tal vez solo sea mi miedo a las alturas.

Escucho como mi madre mueve la cerradura hasta que se rinde y llama a la señora Marian para avisarle que la puerta se ha atorado, no espero a escuchar más y me tiro.

- Auch, si estaba alto -me quejo, me duele el tobillo y me he raspado por completo la rodilla, pero no tengo tiempo, me levanto mordiendo mi labio con fuerza para no quejarme y salgo de la casa, me pongo el gorro del abrigo para poder caminar frente a la casa hasta la estación de bus, iré a la cuidad, hoy, hasta la noche.

- Algún día tendré que enfrentarla, ese día no es hoy -me repito varías veces hasta que llego a la cuidad y camino por las calles.

- ¡Ilien! -escucho la voz de una amiga y sonrió al verla, corremos a saludarnos y hacemos nuestros saludos de siempre, un extraño baile que hicimos desde que estamos en primer año de secundaria.

- ¿Cómo estás, Holly? -pregunto con una sonrisa.

- Mejor que tu, ¿porqué escapaste de casa? -dice frunciendo sus cejas-. Y mira tu rodilla.

- Que dices loca, está mochila es solo por... además mi rodilla solo...

- Tu mamá llamo a mi mamá a preguntar, mi madre me amenazo si yo sabía algo que no le decía -me dice y luego se ríe-. Como si eso me fuera a hacer decirle algo, así que por fin te libraste de su controladora manía de manejarte, ¿has comido bien? Vamos a ver como arreglar tu rodilla.

- Si... he estado en casa de alguien. No te preocupes por mi rodilla, ya no duele.

- Ah, la niña ya tiene un lindo chico y no nos ha contado nada, lo siento, me gustaría que te quedarás en mi casa pero sabes como es mi madre, además con el tema de la custodia no esta de muy buen humor, aunque tal vez en la casa de Ally puedas, pero como sus padres nunca están tu madre ha ido seguido a buscarte, no es una opción.

- ¿Te parece si vamos al cine hoy? Le avisas a Ally -digo tratando de cortar el tema.

- Claro, ya termine de comprar mis cosas -dice señalando una bolsa de ropa-. Ya la voy a llamar, vamos a la casetilla de entradas, todos los estrenos están muy buenos.

- Lo imagino -sonrió, me agrada que no haga preguntas, entre yo y ellas la más reservada soy yo, nunca les cuento nada, tardaron tres años en saber que mi papá se había divorciado de mi mamá porque ella le fue infiel, creyeron que estaba muerto hasta que fueron de pijamada a mi casa y él llegó a visitarme como lo hace todos los sábados-. Ay no, mi papá mañana irá a casa, seguro mi mamá ya le aviso todo, que locura, ¿cómo le voy a explicar esto a mi papá? Van a hacer otra pelea por mi custodia si mi padre se da cuenta que estoy huyendo de mi madre.

- Tranquila, te estas quedando sin aire -me ofrece de su refresco y yo lo tomo rápido-. Solo llámalo y explícale lo que pasó.

- Pero tendré que decirle porque escape...

- ¿Qué tiene de malo? Sólo dile; mamá está loca no deja de decirme que hacer y enojarse si no es como ella quiere -Holly levanta sus manos sin preocuparse, claro que no sabe, no puedo decirle que soy lesbiana.

- Si...

- No escapaste por eso, ¿cierto? -pregunta apoyando su barbilla en su mano, espera que le cuente una historia.

- Supongo que no.

Mommy (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora