Capítulo 0.

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Sus ojos fueron abiertos perezosamente, con cierta molestia por la luz que le daba en la cara, dificultando ejecutar el plan de seguir durmiendo por el resto del día, amando el calor del cuerpo a su lado. No pudiendo volver a conciliar el dulce sueño, se acomodó en la cama, sentándose.

–Mh –aquel sonido vino acompañado por unas manos apresando su cintura, inmovilizando cada movimiento para salir de la cama– Es muy temprano como para que abandones la cama. –el tono de voz empleado fue tan grueso que hizo la piel de la chica erizarse.

–Es martes, debemos ir al instituto. –recalcó en un tono tímido, la mano de su amante estaba fría y provocaba cierto cosquilleo en su piel.

–A la mierda el instituto, quiero quedarme en la cama contigo hasta que tengamos que ir a comer –y obligándola a acostarse de nuevo, enterró su nariz en la clavícula de su menor.

–Jungkook, tu menos que nadie debe ir ¡Tienes menos asistencia que yo!

– ¿Ya ves? Nos completamos, tú eres el ingenio y yo el vago. Ah –suspiró– Que hermoso.

–Eres un caso –y con una sonrisa, se dejó abrazar por su amante, quien estaba aún oculto en su pecho.

–Me amas.

–Te amo. –y con algo de timidez, acercó sus labios a la mejilla del mayor, besando con ternura la superficie. Jungkook sonrió y aproximó sus labios a su menor.

¡Ring! ¡Ring! ¡Ring!

Esta vez sus ojos se abrieron más perezosamente que antes, gruñó cuando notó que estaba en su cama, con su pijama y sola. Odiaba esos sueños. Estiró una de sus manos y apagó la alarma que seguía sonando a su costado.

–Maldición.

Se sentó en su cama, tomándose su tiempo para tallar sus ojos y bostezar. Miró su teléfono, teniendo un mensaje de su amigo, suspiró.

Baboso.
No podré irte a buscar hoy, nos vemos en el insti.

Bien, hoy le tocará ir sola a su clase. De mala gana contestó un "No te preocupes" y bloqueó el teléfono, dejándolo sobre su cama para darse su baño matutino y arreglarse para ir al tedioso instituto. Acabando en menos de lo que cualquiera hubiera pensado, bajó a buscar su desayuno.

Una caja de jugo pequeña y un sándwich, algo pequeño que había preparado YoonGi para ella antes de volver a la cama esta mañana. Una nota.

"Despiértame a las 9:40, hoy entro tarde y llegaré tarde"

Arrugó la hoja y comió en silencio mientras que acomodaba algunas cosas de su mochila. Salió con un trozo de pan en la boca, deteniendo el taxi que pasaba por enfrente de su casa y subiendo de inmediato. Revisó su teléfono cuando una notificación llegó.

"¡Cuidado con los alfas y betas!"

El mensaje no tenía mayor explicación, hoy llegaría su celo y estaba preparada, claro que lo estaba. Sus supresores estaban en el bolsillo de su mochila, seguro que sí.

–Oh mierda. –No era grosera como lo era su hermano, pero él no encontrar la vendita tarjeta con los supresores le hizo querer maldecir a YoonGi, él había lavado las cosas durante el fin de semana y seguro había sacado todo. ¡Mierda!

Quería decirle al hombre que conducía al frente si podía dar marcha de vuelta a su casa para poder sacar los supresores y evitar accidentes; pero seamos realistas ¿Quién tendría las agallas de decir aquello a un hombre que desconoces y que encima, no te ha dejado de mirar? Nadie, no lo nieguen.

Nuestro mundo, uno solo | Jeon Jungkook [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora