☔0 1 7☔

311 43 11
                                    

0 1 7

Lautaro sentía que el corazón se le iba a salir en cualquier momento. Valentín solo se acercaba cada vez más con esas malas intenciones que tenía en mente.

— Salí Valen.— susurraba con desesperación.

Pero el de ojos claros no le hacía caso para nada. Le hizo lo mismo que hace un rato le había hecho a Eduardo. Lo tomó de las piernas y lo arrastró hasta a él.

El menor ahora se encontraba acostado y con la respiración agitada todavía. Estaba sudando mucho más de lo normal. En cualquier momento iba a gritar y eso no iba a ser bueno para Oliva.

Valentín comenzó a tocarlo por debajo de la ropa. Sentía lo calido que se encontraba el cuerpo de Padín. ¿Eso estaba bien? ¿Era normal que esté tan caliente, como si tuviera fiebre? Esto para nada le impidió seguir.

Por otro lado, Lautaro cerró sus párpados con fuerza logrando que sos oscuros ojos dolieran. Y cuando sintió la mano de Valentín tocándole la pija, supo que las cosas no podían seguir así. Eso estaba mal. Rico, extraño, doloroso, pero mal.

— ¡Te dije que salgas! ¡La puta madre!— gritó pateando y sentándose rápidamente.

Oliva, sorprendido por la reacción de su primo, se levantó de la cama lo más rápido que pudo.

— Perdón Lauti, no quise que te pongas así.— le tocó el brazo con mucha delicadeza, pero Padín se corrió bruscamente.

— No me toques.— dijo muy agitado.

La puerta se abrió de golpe, Eduardo se encontraba parado en el marco mirando lo que pasaba. Sabía que su amigo a veces sufría ataques de ansiedad en situaciones que lo ponían incómodo, estaba más que seguro que Oliva tuvo la culpa de eso en ese momento.

— La próxima que quieras cerrar la puerta fijate que no esté roto el seguro.— aconsejó Cachavilano al rubio empujándolo para poder acercarse a Lautaro, quien se encontraba abrazando sus rodillas encima de la cama.— No sé que mierda le quisiste hacer, pero no lo hagas más.

Valentín seguía bastante sorprendido. No sabía porque lo había hecho, solo no podía controlarse ante la semejante belleza del menor.

miedos☔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora