Capitulo 2

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No sabía cuánto tiempo llevaba ahí o cuantas horas habían pasado desde que dejaron la cueva, lo que si sabía era que estaba en una cabaña, en un futon que olía a moho, y a algo que esperaba que no fuera orina de rata.

Una taza de té humeante estaba a su lado, sobre un plato de porcelana. Al levantar el cuello vio las vendas que le rodeaban el estómago, la dejo caer de nuevo, aliviada. Alguien la había salvado.

El único problema era su cuerpo, que seguía sin respondes. Por su experiencia médica sabía que el efecto del veneno había pasado.

Y necesitaba salir de ahí, hablar con Naruto, conocer el lugar exacto donde estaban, y saber quién demonios la había salvado.

Hizo el cuello hacia un lado mientras concentraba el chakra en las manos y piernas, la cara se le torno roja después de dos exhaustivos intentos.

Dejo caer la cabeza de nuevo, se quedó mirando las vías del techo, y entonces lo escucho.

Pequeños ruidos, luego pasos, y la voz chillona de Naruto, que fue opacada por una tranquila, pero autoritaria.

Era la voz de Neji, la que la había mantenido medio despierta.

―Cálmate o no entraras.

―No me voy a calmar ―chillo de nuevo ―han pasado tres días y sigue inconsciente.

Llevaban tanto tiempo lejos de Konoha. Según el protocolo que le habían enseñado Tsunade cuando se volvió médico, cuando un ninja resultaba herida de gravedad, debía ser estabilizado en una zona segura y después ser trasladado a la aldea, para una rápida recuperación y evitar cualquier complicación con las heridas internas.

Pero ella seguía ahí ¿Por qué?

La puerta se abrió, Neji camino hasta la taza, se sentó con las piernas cruzadas y después le dio un largo sorbo. Sakura se le quedo viendo, esperando a que él dijera algo, pero aprecia demasiado enfocado en el sabor del té.

Abrió la boca para chillar al menos, pero Neji se adelantó.

―Puedo ver que estas despierta, Haruno.

Pestañeo con fuerza. Esta vez Neji la miro.

―El veneno afecto tu sistema nervioso, y la herida de tu abdomen era grave como para llevarte directo a Kohoha. ―dejo la taza devuelta en el plato― estamos en las afueras de la aldea del sonido.

Sino hubiera estado paralizada lo habría bombardeado de preguntas ¿Cómo quien la había salvado? De los dos equipos ninja, solo ella era médico.

Frunció el ceño y suspiro con fuerza. Después lo averiguaría.

―Les avisare a los demás.

Sakura quiso detenerlo, pero solo pudo verlo salir.

La puerta volvió abrirse entro Naruto, seguido de Yamato y Sai, que se veían mejor. El equipo de Gai no entro, cada uno la saludo desde fuera y cerraron la puerta.

Naruto se arrodillo a su lado balbuceando disculpas, la abrazo sollozando. Sakura miro a Yamato, él alzo los hombros, incomodo.

Él tanto como ella, sabían que Naruto sollozaba por la culpa, una que no le pertenecía. Había sido Sasuke.

Y aunque deseaba odiarlo con todo su ser, una parte de ella se negaba.

―Creo que es suficiente, Naruto vas a ahogarla.

Se alejó limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano. Sakura quiso darle unas palabras de consuelo hasta que hablo.

―Sasuke volvió a desparecer. Quise buscar información, pero Yamato se rehusó, dijo que era peligroso por los Akatsuki y Orochimaru. Además la vieja Tsunade ¡No me veas así, Sakura-chan! ―exclamo pasándose una mano por el cabello―Neji mando un informe, pero sé que en la próxima lo vamos a lograr, lo prometo.

Se odio tanto, por haberlo obligado a esa estúpida promesa. Era su culpa, si le decía a Naruto que deseaba renunciar a la búsqueda, no lo tomaría como ella esperaba. Se esforzaría aún más, lo buscaría en los peores lugares.

Ella simplemente no podía hacerle eso. Debía seguir, aunque en el próximo encuentro. Sasuke los asesinaría de una vez por todas. 

Destinados (NejiSaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora