just a blast from the past | romanogers.¹

Capítulo siete

Natasha esperó como dijo que lo haría. Observó a los tres interactuar desde la distancia, aunque tres eran bastante inexactos. Peggy solo tenía ojos para Steve, aunque probablemente no se dio cuenta; Barnes estaba de pie tranquilamente, dividido entre la diversión y lo que ella supuso que era la inusual decepción de ser ignorada por una mujer. Steve solo tenía ojos para ella también, la miraba con una mezcla de asombro y alegría mientras ella le hablaba con la misma confianza constante desde su llegada. Sin embargo, hizo algo que Natasha no esperaba. Él la miró de vez en cuando, una chispa de preocupación al pensar que ella se había ido; pero después cambio a una expresión de satisfacción tan pronto como la encontró sentada en una mesa.

Con el tiempo, la conversación terminó. La agente Carter finalmente miro a Barnes para decir adiós con un breve asentimiento y luego se alejó. Natasha se levantó de su asiento justo cuando pasaba junto a ella.

—Señorita Rushman. —comenzó con una sonrisa educada—. Ha sido un verdadero placer conocerte.

Ella sonrió internamente.

—El sentimiento es mutuo, agente Carter.

¿Quién era mejor mentirosa? Nadie lo sabría nunca. Ambas eran mujeres, ambas eran agentes.

Sellaron la promesa de no tener que volver a reunirse intercambiando una cálida sonrisa y luego se separaron.

Natasha se acercó a Steve, y Carter ya no resistió el impulso de volver la cabeza y echar un vistazo a los dos por encima del hombro. Luego de eso se marcho.

Natasha, a pesar de hacerse la desentendida, sabía todo acerca de la conversación que acababa de ocurrir. Sin embargo, ella siguió adelante e hizo la pregunta por el bien de ella.

—¿Todo bien? —pregunto ella inocentemente

Barnes le dirigió una mirada compasiva por las noticias que estaba a punto de escuchar.

—Nat —Steve comenzó con una mirada feliz y amarga—, Peggy vino a decirme que querían que volviera al campo de guerra... para siempre.

Ella lo miró con sus grandes ojos verdes mientras él parecía esperar una reacción.

—Steve, ¡eso es genial! —Ella comentó genuinamente—. Estás a punto de convertirte en la persona que siempre quisiste ser.

Las batallas, el Comando Howling: Steve estaba en camino de convertirse en Capitán América, y el primer Vengador del equipo.

—Sí. —dijo felizmente y luego miró hacia abajo, aparentemente para evitar algo que se negaba a enfrentar.

—¿Qué pasa? —ella preguntó.

Barnes resopló.

—No creo que Steve esté muy ansioso por dejarte, cariño. —comentó detrás de su hombro.

—¡Bucky! —Steve gruñó y le lanzó una mirada molesta en su dirección.

—Vamos, Barnes, no seas bromista. —le dijo Natasha con una sonrisa juguetona.

—Tiene razón. —habló Steve para su sorpresa cuando le dio la espalda a su amigo para enfrentarla.

Barnes lo miró, totalmente desconcertado por el repentino estallido de franqueza de su amigo.