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El timbre de la casa se hizo escuchar, dando avisó de que alguien se encontraba esperando en la entrada.

JungKook con la mayor velocidad que pudo se colocó sus pantuflas y se dirigió a la puerta para abrirla inmediatamente. Cuando la abrió, el par de chicos le sonrieron entusiastas, olvidando por completo el hecho de que estaba mínimamente empapados por la lluvia incesante.

—Hola, Kook —saludo el pelinegro, antes de entrar a la casa en busca del calor de la misma. TaeHyung tampoco espero demasiado y con suave "hola" se animó a entrar al hogar dejando que el contrario cerrará de una vez la puerta.

JungKook caminó detrás del par, los cuales se dirigían a la sala, seguramente en busca de las frazadas que se encontraban en los sofás.

YoonGi fue el primero en llegar y por ende fue el primero en encontrar a JiMin cómodamente abrigado sobre un sofá y ya comiendo lo que parecía ser ramen.

—Oye, tú. Déjame espacio —señaló y sin esperar respuesta alguno, se dirigió hasta el contrario para posteriormente sentarse a su lado y quitarle un poco la frazada con la que se estaba cubriendo.

—Es mi frazada, hyung —se quejó JiMin, mirando perplejo al contrario. Hasta lo que el recordaba, su hyung nunca había tenido ese tipo de atrevimiento con él al menos, porque con Jungkook hasta lo utilizaba de almohada.

—No seas egoísta, JiMinie. Tu hyung tiene hasta el trasero congelado —puchereó YoonGi, acercándose más al cuerpo ajeno en busca de calor—. Muy egoísta de tu parte y yo cruzando tormentas, terremotos, truenos, rayos, arriesgando mi vida, para venir a verlos. Eres indigno de mis sacrificios —negó con la cabeza en desaprobando la actitud del chico a su lado. 

—Pero- 

—YoonGi, déjalo. Es nuestro chef de esta noche, puede prohibirte la cena —comentó JungKook entrando a la sala, segundos luego de que TaeHyung ingresara también. Con un frazada entre sus brazos se la lanzó a su amigo —. Apártate, lo estas aplastando —señaló hacia su mejor amigo quién lo observó curioso.

Sin embargo, YoonGi le siguió el juego—. No veo que tu hermano este descontento por esto ¿No es así, JiMinie? —miró hacia el nombrado, quien parecía paralizado por tenerlo tan cerca.

—Hyung, yo-

—Ya hablamos de esto, JiMinie. Puedes tutearme, me haces sentir viejo cuando me hablas tan formal —puchereo dramáticamente. JiMin se rio, sintiéndose un poco menos tenso, tanto que tiro del labio ajeno y lo soltó tan rápido como pudo al percató de su acción.

JungKook y TaeHyung intercambiaron miradas confusas, sentándose en el mismo sofá sin dejar de mirar a los dos chicos enfrente suyo. ¿Qué estaba ocurriendo de repente entre esos dos?

— ¿Están esperando algo? —preguntó JiMin. Tanta atención lo estaba poniendo nervioso de nuevo.

—¿Qué? No ¿Por qué deberíamos esperar algo?. Una explicación, tal vez —hablo con sarcasmo JungKook, clavando su mirada principalmente en su mejor amigo.

—Esta bien, mi trasero esta helado porque cuando veníamos caminando hasta aquí, me giré para lanzar un palabras educadamente sucias, cuando un jodido auto paso cerca de un charco y me tiró todo el agua acumulada cerca de la vereda —contó su relato YoonGi, logrando que su amigo simplemente rodará los ojos, dejando el tema hasta allí.

JiMin sirvió a cada uno un poco de ramen, antes de volver a colocarse en su lugar. Una vez todos listos, pusieron play a la película "La cumbre escarlata", gran película por cierto. Todos los presentes estaban interesados en los sucesos de la película a excepción del mayor y dueño de la casa, cuando no estaba su madre, claro.

"El Chico De Cabello Rojo"✨KookTae✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora