"El Chico De Cabello Rojo"✨KookTae✨

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TaeHyung observó con desprecio hacia el chico que ahora lo miraba divertido por la situación. Estaba a nada de aventarle su mochila en el rostro para que borrara por una vez esa jodida sonrisa de su boca.

Por qué debía quedarse a oír o hablar de algo que no quería hacer en ese momento. Sus pensamientos lo insultaban como nunca antes por haber bajado la guardia de esa manera, pero siendo consciente que ese momento iba a llegar tarde o temprano.

—Ven, Tae, cuanto más antes lo hagamos más rápido saldrás de aquí —sus músculos se tensaron al oír la voz de su desgraciado compañero hablarle. Se acercó de mala gana hasta la cama, dejando un considerable espacio entre la misma y él.

Pero JungKook era el chico más insistente, por no decir insoportable, que había conocido en su vida. Lo vio palmear amigable un espacio sobre la cama, invitándolo a sentarse allí. TaeHyung, si bien hace unos minutos había estado en ese lugar, ahora ya no sentía tanta comodidad de estar allí sentado.

Con la mirada recorrió la habitación del chico que esperaba por él y se dirigió hasta el escritorio ajeno en busca de la silla, la acercó hasta la cama y luego tomó asiento allí.

—Ohh por favor —exclamó JungKook en desacuerdo con el comportamiento del contrario—. Hace un momento casi te duermes sobre mi regazo y ahora tomas distancia ¿Es enserio, TaeHyung? —lo miró con incredulidad, recibiendo un encogimiento de hombros del otro poco interesado por su acusación.

—Mejor hablemos del ¿por qué me tienes secuestrado en tu habitación? — acusó, cruzándose de brazos a la defensiva.

—En realidad, no te secuestre. Tú viniste por ti mismo, entonces no sería algo coher...

—Al punto, Jeon —rodó los ojos, soltando un suspiro agotado. Por qué siempre tenía la suerte de que cuando más estresado estaba la gente se volvía más idiota, o tal vez solo era él el problema.

—Gruñón —murmuró el contrario, acostándose en la cama, dejando un espacio a su lado—. Si no te acuestas aquí conmigo, no pienso hablar de nada.

—Pues mejor, dame las llaves me iré ahora mismo porque eso no volverá a pasar —se levantó de la silla y extendió su brazo con esperanzas de recibir las benditas llaves. Sin embargo, el pelirrojo cerró los ojos, ignorando por completo su petición—. Ya déjate de tus juegos, JungKook, tengo cosas que hacer a diferencia de otros que viven para joder a los demás —espetó molesto.

—Idiota, te estoy hablando bien. ¿Y tú quién chorizos te crees que eres para decirme que no hago una puta mierda? Es mi maldito problema imbécil, ahora trae tu estúpido culo a esta cama o iré yo mismo a buscarlo, insoportable —demandó con tono calmo pero severo.

TaeHyung lo fulminó con la mirada. Ese chico estaba loco si creía que él le haría caso a un idiota insultador de personas con buen corazón. Sí, estaba hablando de sí mismo.

Lo vio levantarse de la cama y fue cuando una alarma se encendió en su cabeza. Cayó con torpeza en la silla, pero se volvió a levantar de un brinco de la misma cuando vio que el contrario venía hacia él.

Retrocedió a pasos cortos, lentos pero seguro. Pero la distancia entre ellos dos se hacía cada vez menos distinguida. Odió el momento en que su espalda dio contra la puerta de su salvación pero ahora siendo su condena al seguir cerrada con llave. Se giró en busca del pomo, comenzando un forcejeo con éste.

De repente sus piernas estaban en el aire al igual que todo su cuerpo. JungKook lo había cargado como si fuese una bolsa de papa, no tuvo tiempo a reaccionar cuándo el mayor ya lo había lanzado sobre la cama quedando debajo del mismo.