03: Sala de pertenencias.

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En la habitación de Jimin la luz de noche estaba encendida. Rebuscaba entre sus cosas el mapa que había hecho de las ventilaciones, no sería la primera vez que iría allí ni la última o eso esperaba.

Busco debajo de su cama la maleta con cosas que había sacado de ahí, la abrió y tomó la pequeña linterna de color verde en sus manos. Dio un suspiro pesado y se dispuso a salir de su habitación.

—¿Estás seguro que quieres hacer esto?– su compañero se había despertado.

Jimin bajo la cabeza y se volteó lentamente a verlo.

—No tengo otra opción.

—De hecho sí, no ir.

—Nam, quiero ser útil para alguien– se paso la mano por el cabello peinandolo hacia atrás.

—Lo eres Jimin, no necesitas ponerte en riesgo.

—Lo he hecho cientos de veces, será sencillo. Te traeré algo ¿Qué dices?

—¿Y si te descubren?– se sentó en la cama.

—Se positivo, no lo harán.

—No creo que sea correcto...

—No lo es– lo interrumpió–. Es arriesgado, peligroso y malditamente excitante. Por eso lo hago, me hace sentirme vivo y aquella vez en la cual hice ruido y uno de los guardias se percató fue la mejor noche de mi maldita vida Kim.

—Te gusta sentir adrenalina, ya lo sé, pero...

—Pero nada– volvió a interrumpirlo, Namjoon frunció el ceño–. La adrenalina es la mejor sensación que he tenido hasta ahora. No necesito que me cuides en este aspecto, conozco los conductos como la palma de mi mano, de hecho conozco este lugar como la palma de mi mano– repitió–. Toda mi vida ha sido aquí y esto es lo único que me hace sentir fuera de algún modo.

—Jimin– había cierta angustia en su voz.

—No te lo he dicho para que sientas lástima por mí, estoy bien ¿De acuerdo? Solo necesito tener el plan perfecto y salir. ¿Estarás de mí lado?

—Claro que si– respondió sin titubear.

—Entonces confía que nada pasará, no creo que sea tan difícil. Ya fui con Kookie una vez, Yoongi no parece de esos tipos que no saben moverse.

—Su aura da miedo.

—Lo sé.

—Cuidate por favor.

—Lo haré, tranquilo– sonrió–. Te traeré algo, voy a ver que.

Volvió a sonreír y salió rápidamente de la habitación. Namjoon soltó un suspiro y se dejó caer en la cama.

Presentía que algo iba a pasar, no sabía si bueno o malo pero la llegada de Yoongi cambiaría muchas cosas y le temía a eso. No quería morir, aunque eso significará pasar el resto de su miserable vida allí dentro, no quería hacerlo. Al menos no por ahora.

Cerro sus ojos he intento volver a dormir, sabía que no iba a poder hacerlo hasta que Jimin regresará. Le tenía cierto afecto al mocoso y se odiaría por mucho tiempo si algo le llegará a suceder.

Mientras tanto, Jimin caminaba sin hacer el más mínimo ruido por el pasillo para luego subir la escalera al tercer piso donde se encontraba la habitación de Jeon Jungkook.

Soltó un pesado suspiro y golpeó tres veces la puerta esperando una respuesta inmediata. En cambio, luego de unos minutos la puerta fue abierta y la imagen de Jungkook despeinado y en pijama fue lo que observo.

—¿Te quedaste dormido?– pregunto Jimin que a comparación del menor, estaba perfectamente vestido.

—No...– respondió alargando la "n"–. Si, lo lamento, estuve escribiendo unas cosas, pasa por favor.

Jimin entro a la habitación mientras rodaba los ojos, normalmente Jungkook dormía muy poco. Antes de entrar al establecimiento su sueño se limitaba a solo dos o tres horas pero una vez dentro pudo dormir un poco más. Aún así, utilizaba todo el tiempo suficiente para hacer cosas productivas, siempre decía que si en algún momento podría hacer algún tipo de aparato que le permitiera no tener que dormir sería feliz. Él decía que el sueño era lo que más quitaba tiempo del día.

Pero amaba dormir.

Jimin y Jungkook se pararon frente a la cama de Yoongi. Este yacía boca arriba con las manos unidas en el pecho mientras la luz de luna reflejaba en su rostro pálido. Ambos jóvenes tenían cierto miedo de despertarlo, a penas lo conocían y su aura los asustó a los dos.

—Despiertalo tu– musitó Jungkook mientras se alejaba y buscaba algo debajo de su cama.

El sueño de Yoongi fue interrumpido por la suave voz de Jimin llamándolo. Abrió los ojos enojado, odiaba que lo despertarán, pero al ver el rostro del castaño con la luz de luna reflejada en él, algo de tranquilidad se apoderó de su cuerpo.

—¿Qué mierda...?

—Tenemos que irnos Yoongi a la sala de pertenencias.

—¡Oh claro! Lo había olvidado– se sentó en la cama–. La próxima vez que me despierten les cortaré la garganta.

El de cabello azabache frotó sus ojos mientras se sentaba como indio en su cama. Jungkook y Jimin lo imitaron pero en la cama de su compañero.

El plan era sencillo, hacer todo lo que Jimin les decía, entrar a la sala, tomar las cosas y salir. Las cámaras de seguridad estaban en mal funcionamiento así que eso no sería un problema. Los guardias dormían en su turno nocturno así que, a menos de que hagan ruido, tampoco serían un problema.

Salieron del cuarto y caminaron las escaleras hasta el primer piso donde se encontraba esa sala. Estaba custodiada por dos guardias quienes estaban durmiendo.

Se pararon debajo de la rejilla de ventilación que estaba en una esquina junto a la cámara que no funcionaba y subieron uno por uno. El lugar era muy estrecho pero lentamente podían escabullirse hasta el lugar. Luego de unos cortos minutos que parecieron eternos, se dejaron caer dentro de la sala.

—Woah– exclamó Yoongi al ver lo extensa que era–. Estaré años buscando el collar.

—Mh, claro que no, solo busca la letra "M" y luego tú apellido– le dijo Jimin–. Nosotros estaremos por allí buscando cosas.

Yoongi asintió en respuesta y comenzó a caminar por los pasillos que dividían las letras.

Finalmente, llegó a la letra M y a su apellido. Rebusco en el cajón aquel collar y estaba en el fondo debajo de su ropa. Se lo coloco y se sintió completo al fin.

Jungkook se acercó por detrás y le tendió un cuaderno, Jimin lo acompañaba.

—¿Un cuaderno?

—Es para que no te aburras, dentro hay una lapicera.

—Es difícil llevar muchas cosas por los conductos, si quieres regresamos mañana y buscamos algo más– Jimin lo miró aunque era difícil distinguir por la oscuridad.

—No hay problema.

—Debemos irnos, ahora– ordenó Jeon.

Ninguno de los dos se opuso, salieron rápidamente de allí.

Monsters × BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora