Sentado en uno de los bancos del pequeño parque junto con un lienzo y pinceles. Gracias a su amigo había obtenido eso, luego de golpes y largas charlas con las autoridades.
Él ya había perdido la esperanza de todo ahí dentro. No creía la frase de "vamos a cuidarte, tenlo por seguro" porque poco les interesaba su salud física y mental, ellos sólo querían su sangre y mientras está estuviera intacta eso sería suficiente.
Taehyung no la había pasado tan mal en su vida antes de esas cuatro paredes. Sus padres al enterarse de su mutación se sorprendieron pero no se enojaron, lo único que le pidieron es que jamás reviva a un muerto porque eso causaría problemas. Él no sabía de qué manera pero lo prometió y luego de eso dejo de hacerlo.
Sus padres alagaban sus habilidades, más cuando les mostraba una pequeña historia con los títeres. Él era feliz haciendo sonreír a su familia. Pero siempre tuvieron el miedo de que alguien pudiese encontrarlo. La Ley anti-mutantes se había sancionado hace muchos años y todos aquellos que eran vistos en la calle utilizando sus mutaciones para bien o para mal, eran encerrados en esta institución.
Precavido cada día, con advertencias de su padre y una navaja en el bolsillo, Taehyung iba a la escuela como si fuera alguien normal para la sociedad.
El día en que su vecina llamo a la policía fue porque Taehyung quería ayudar a su hija. La niña estaba llorando en el cordón de la vereda, con su muñeca rota y un moretón en el brazo. Él, como buena persona que es, se acercó a ella preguntando que le pasaba. La niña le contó que su madre la golpeó e hizo que rompiera su muñeca, no sabía cuál era la situación que la llevó a eso pero la obligó. Taehyung enojado, decidió hacerla reír llevando a la vida a su muñeca lo cual logró pero su madre estaba viendo por la ventana desde el segundo cero en que él apareció. Ya tenía una ligera sospecha de Taehyung y con eso confirmaba todo.
La policía llegó y Taehyung no se resistió. Su madre lloraba, su padre también. Él fue encerrado y sus padres debieron pagar una multa por ocultar a un mutante.
—Hey, Taehyung ¿Qué estás dibujando?
La voz de su amigo Namjoon lo saco de sus pensamientos. Se había dejado llevar en la pintura y había terminado haciendo una abstracta representación de lo que había pasado ese día.
—Es bonito– volvió a hablar–. ¿Sucede algo?
—Lo siento, no, está todo bien. Solo pensaba es todo.
—¿Tu vida antes de estar aquí?– asintió.
—Si hubiera una manera de poder salir y regresar con mi familia... Juro que la utilizaría no importa las consecuencias de que me atrapen.
—Yo no lo haría.
—¿Qué? Es un pase a salir de esta mierda de lugar ¿Y no lo harías? Por favor.
—No...– miró sus manos–. Aquí dentro, gracias a este chip, puedo tocar a las personas, las cosas, el pasto, la tierra, el único árbol que tenemos, sin pulverizarlo todo.
—Namjoon...
—No es lindo no poder tocar nada Taehyung o hacerlo a través de guantes todo el tiempo. No es lindo haber destruido un edificio entero y a todas las personas que ahí estaban. No se siente para nada bien cargar con ese peso.
Taehyung se quedó en silencio absoluto. No lo sabía, no pensaba el daño que podía causar una simple mutación.
—No siempre dices toda la verdad a los doctores, Taehyung– volvió a hablar–. Hay daños irremediables que sólo uno puede soportar– sonrió levemente y se levanto–. Bueno, voy a hacer un poco de ejercicio, en un rato nos vemos TaeTae.
Y allí se quedó, solo en silencio pensando en que podría haber sucedido con aquel chico de bella sonrisa, que siempre intentaba cuidar a todos y a todo. ¿Cuánto sufrimiento podían causar? ¿En verdad eran aquellos monstruos que todos decían que era?
Los poderes, las mutaciones. Algo increíble y horrible a la vez. Un estigma que no iba a desaparecer nunca. Su vida estaba condenada a esto, a vivir ahí encerrados, a soportar todo tipo de acosos y maltrato solo por ser diferentes. Prometían una cura, un cambio de genes para poder vivir tranquilos por completo, para regresar con sus familias pero él no quería dejar sus poderes, él quería ser feliz con ellos y con su familia como lo era antes de que esa mujer se interpusiera en todo.
(...)
Todos pasaban su muñeca por el lector para confirmar que ese día habían llegado a la cena. A Yoongi le parecía estúpidamente excesivo eso, estaban dentro de esas paredes y detrás de unos enormes muros, no podían salir a ningún lado.
Se sentaron en la mesa de todos los días. Yoongi se sentía mejor, ya no le dolía la cabeza y podía respirar bien. Los demás chicos se acercaron con sus respectivas comidas y comenzaron a hablar de distintas cosas.
De pronto, un pequeño cuerpo se acercó a su mesa. Era el niño de la otra noche, Jihoon si mal no recordaba. Al parecer estaba asustado, con su cabeza baja y su cuerpo aún más pequeño de lo que lo había visto.
—Hola– dijo en un susurro. Todos voltearon a verlo y Hoseok con una sonrisa grito su nombre.
—¿Qué haces aquí? Tu eres de la otra ala– pregunto Namjoon.
—Mañana me transfieren, cumplo la mayoría de edad para estar con los más pequeños. Quería agradecerles por lo que hicieron por mí, en especial a ti ¿Yoongi?
—Si, no hay problema. Lo hice porque creí que sería lo correcto.
—¿Puedo sentarme?
La respuesta fue positiva. Ahora una persona más se había integrado a su grupo. Jihoon parecía muy dulce y sensible.
Una idea rondeaba en la cabeza de Yoongi. Quería irse de ese lugar pero antes quería averiguar absolutamente todo lo que pasaba en la instalación. Él estaba decidido a hacerlo desde que se llevaron a Yugyeom de esa manera frente a él. Algo muy malo estaba pasando y no pensaba en quedarse con los brazos cruzados.
—Quiero que me escuchen– dijo de un segundo al otro y todos en la mesa se callaron—. Algo muy raro está pasando aquí y no quiero quedarme de brazos cruzados. No hace mucho tiempo que estoy dentro pero las cosas desde un principio no me gustaron. Algo pasa y desde que se llevaron de esa manera a un interno gritando por ayuda sabía que tenía que hacer algo al respecto.
—¿Y que quieres hacer?– pregunto Seokjin.
—Quiero desenmascarar a estas personas y luego irme de aquí. Yo no voy a pedir que me ayuden, si ustedes quieren hacerlo es por su propia voluntad, no voy a arrastrarlos. Serían de mucha ayuda la verdad pero como dije, no voy a obligarlos. Quiero irme y liberar a todos de aquí.
—Yo voy a ayudarte– dijo Jimin—. Quiero conocer el mundo exterior.
—Quiero volver– musitó Taehyung—. Quiero ir con mis padres.
—Todos vamos a ayudarte Yoongi– Seokjin hablo por todos.
Namjoon estaba callado, no sabía que decir. Él realmente no estaba seguro de querer irse pero ayudaría a sus amigos sin objeciones.
—Tenemos que averiguar que hicieron con Yugyeom antes, él es nuestra principal prioridad ahora mismo y todos aquellos que también estén con él. En algún lado habrá una habitación a la cual no podemos acceder. Jimin ¿Tienes alguna idea?
—Tengo recuerdos muy vagos pero creo que en el ala de los pequeños había una escalera que llevaba a una puerta hacia abajo.
—Estas en lo correcto– Jihoon habló—. El otro día dos guardias llevaron a un muchacho ahí abajo.
—Yugyeom– Jungkook estaba preocupado.
—Pero no podemos ir allí, tenemos prohibido entrar al ala.
—Yo puedo ayudarlos. Después de todo, hasta mañana estaré allí, buscaremos una manera y entrarán— Jihoon estaba decidido a ayudar a sus nuevos amigos.
—No hay vuelta atrás, una vez que esto empiece nos tendrán en la mira. Pero debemos hacerlo.
Y este solo era el comienzo de algo grande.
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Monsters × BTS
Science FictionEn los años futuros las personas con capacidades diferentes son nombrados mutantes o, de forma más vulgar, monstruos. Una guerra nuclear se desató en el mundo, muy pocos países sobrevivieron y cuando todo parecía haber terminado, la bomba más grande...