05: ADADGM

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Yoongi camino el largo pasillo observando los números de los consultorios. Finalmente llegó al que le habían asignado. Miró la puerta por unos largos minutos y luego vio el escáner a su lado.

—Tienes que poner tu pulsera ahí– la voz de una persona conocida lo saco de su burbuja.

—¿Qué debo hacer ahí dentro?

—Responder todas sus preguntas– se paró dos puertas más–. Por lo menos tu primer sesión.

Él mostró su brazalete en el escáner y la puerta se abrió, la voz de un hombre exclamando "Kim Taehyung" se escuchó del otro lado y luego el click cuando se cerró.

El pálido respiro hondo y escaneo su pulsera, la puerta se abrió y entro en la habitación. El blanco sin duda era el color favorito de las autoridades, todo era de ese color.

Se quedó parado a un paso de la puerta hasta que vio a la muchacha sentada detrás de un escritorio con el teléfono en mano. Miró a Yoongi y musitó un "olvídalo" para luego dejar la bocina en su lugar.

—Min Yoongi, viniste, creí que no lo harías– no respondió–. Siéntate por favor.

Obedeció mientras observaba todo el lugar. Era muy diferente a la primera sala a la que había ingresado, está realmente parecía un consultorio de médico.

—Soy Nayeon y seré tu médica durante toda tu estadía aquí– habló llevándose la atención de Yoongi–. Hoy te haré unas preguntas mientras te hago un chequeo ¿Qué dices?

—No tiene que hablarme como si fuera un bebé.

Nayeon se acomodó en su asiento—. Veo que eres algo diferente a todos los que me han asignado, perfecto. Siéntate en la camilla por favor y quítate la camisa.

Yoongi hizo cada cosa que ella le había indicado. Sintió el frío del estetoscopio en su espalda mientras respiraba con tranquilidad.

Nayeon paso a su pecho. Yoongi se estaba acostumbrado a que lo mirarán fijamente por alguna razón. Al mismo tiempo se le hacía completamente tedioso tener que observar como lo miran embobado. Sabía que se trataba de su cicatriz y si, a cualquiera le asombraria.

Carraspeo y la doctora volvió en sí apoyando, está vez, el estetoscopio en el pecho del pálido.

—¿Qué te sucedió?– pregunto.

—No le interesa.

La doctora lo miro fugazmente con el ceño fruncido. Se alejó y mientras buscaba unos aparatos comenzó con el interrogatorio.

—¿Cuánto crees que pesas?

—¿Qué clase de pregunta es esa? No lo sé, quizá esté dentro de mi peso ideal, eso deberían saberlo ustedes.

—¿Tienes hermanos?

—Si, una.

—¿Dónde está?

—Bajo tierra– Nayeon dio un suspiro.

—Lo siento– Yoongi chasqueo la lengua– ¿Tienes idea si ella era igual a ti?

Asintió—. No te diré nada de ella.

—Entiendo ¿Padres?

—Junto a ella.

La muchacha comenzaba a ponerse incomoda. Estaba arruinando el clima en la sala con cada pregunta que hacía y se golpeaba internamente muchas veces.

—¿Cuál es tu mutación?

—Manipulación de fuego.

—Aquí dice que también posees fuerza sobrehumana– asintió–. Muy bien. Estira el brazo.

Yoongi miró con el ceño fruncido la aguja que estaba enterrandose en su piel. Últimamente había recibido muchas inyecciones. Le estaba sacando sangre.

Colocó un algodón en donde estaba anteriormente la aguja. Yoongi seguía todos los movimientos con la mirada.

—¿Eres mutante?– ella se volteó de inmediato.

—Mi mutación en absurda, los médicos somos de rangos bajos por seguridad.

—¿Tienes el chip en tu brazo?

—Todos los tenemos.

—Hablame de él, por favor.

La muchacha de cabello azabache se apoyó en el borde de el escritorio y miró a Yoongi fijamente.

—Su nombre es Aparato de anulación de genes mutantes o más resumido ADADGM. Todos lo conocen como chip, tiene rastreador y quitarlo es algo muy doloroso– se tapó la boca–. Eso no debía decirte.

Yoongi ladeó la cabeza mientras estaba atento a todo lo que ella le decía.

—Pero el chip no funciona solo, para que esté funcione correctamente te inyectan un suero azul que permite que el aparato pueda registrar bien tus genes mutantes. Anula cualquier tipo de cambio físico y mental que tu mutación te permita.

—Eso es mentira.

—¿Qué?– pregunto confundida.

—Mis ojos siguen cambiando de color, no se adaptó a mi mutación.

La doctora tomo una linterna y le pidió a Yoongi que los cambiará, este obedeció y ella se quedó atónita al presenciarlo.

Le dijo que el aparato no se adaptaba a las mutaciones que fueran demasiado fuertes, esa era la razón por la cual sus ojos seguían cambiando de color. Lo que le sorprendió a Nayeon fue que el rango de peligro de Yoongi era solo de 5, un punto debajo del más peligroso. Eso significaba que el pelinegro no había encontrado todo su potencial.

Nayeon le explicó que no debía decirle a nadie sobre eso, buscarían la forma de encontrar que falló y si necesitaban matarlo para encontrarlo lo harían. También le comento que como él en el edificio había muy pocos y que todos los médicos siempre guardaban ese secreto.

El tiempo de consulta se había acabado. Yoongi estaba tan confundido ¿En verdad no conocía el resto de su poder? Toda su vida creyó que eso era todo.

—Tienes que cuidarte Yoongi– dijo ella desde la puerta.

Cuando quiso responder un golpe lo interrumpió. Un interno salía de una habitación arrastrado por dos guardias, era el tal Yugyeom.

—¡Ayudame!– gritó.

—Yoongi debes irte.

—¡Ayudame por favor!

El joven forcejeaba contra los gorilas pero todo era en vano. Seguía gritando por ayuda hasta que se perdió cuando doblaron el pasillo.

Yoongi se quedó sin habla mirando hacia la misma dirección por donde ellos se habían ido. Quería ir detrás, saber que sucedía.

La mano de Nayeon se posó en el hombro de Yoongi obligándolo a salir de ahí. Sin dejar de ver hacia atrás se marchó del largo pasillo de consultorios hasta su habitación.

¿Qué demonios estaba sucediendo?

Monsters × BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora