Monsters × BTS

19: Escape

Dando grandes saltos Yoongi llegó a su destino. Los guardias comenzaron a golpearlo mientras que dos de ellos corrían rápidamente con Jimin en brazos.

Las alarmas alertaron a todo aquel ser viviente en la institución. Los muchachos cruzaron la puerta de la cafetería dando una entrada de película. Esquivando de aquí y allá a los gorilas que les pedían que no se movieran en absoluto.

Vieron a Yoongi a lo lejos doblar el pasillo mientras que desde la otra esquina Nayeon les gritaba que se acercarán a ella. Se encerraron en el pequeño cuartucho con sus ojos desorbitados del miedo y su ritmo cardíaco acelerado. No podían creer que estaban tan cerca de lograr lo que querían.

La joven los miro uno por uno esperando un corajudo para quitar aquel aparato dentro de su sistema. Se miraron unos a otros y ninguno tenía el valor de ofrecerse a hacerlo. Luego, Taehyung rodó los ojos y con una pizca de adrenalina en sus venas dio su brazo como voluntario.

Mientras tanto, Yoongi corría velozmente detrás de unos guardias con los gritos de Jimin de fondo. El castaño los golpeaba con toda su fuerza pero nada daba resultado. Aquellos hombres llegaron al ascensor y, aunque Min dio todo de sí y de su poder para detenerlos, no pudo llegar a tiempo. Sin embargo, no se rindió y salto los cuantos escalones le permitía su cuerpo porque sabía que intentarían llevarlo con el director.

Se oía la bocina en los altavoces y los murmullos de golpes y gritos mientras más alto subía. En ese momento se olvidó del plan y de sus amigos, solo quería ir con Jimin.

Cuando estaba en el piso correcto tenía vía libre al despacho del proclamado director. Le parecía muy extraño y efectivamente lo era. Un golpe fuerte en su rostro se hizo presente, echándolo hacia atrás con un pitido en sus oídos.

Con su vista borrosa vio a un hombre de altura media con ojos completamente blancos y una sonrisa tétrica en su rostro.

-Lamento decirte que tu pequeño plan acaba ahora- habló con voz grave e intimidante.

-¿Y eso quién lo decide?- murmuró Yoongi levantándose lentamente.

El hombre se tronó los dedos y su sonrisa se expandió más aún. Yoongi encendió en llamas sus antebrazos y preparado para luchar, saltó a él golpeándole el rostro fuertemente. La única reacción de su oponente fue echarse unos centímetros hacia atrás mientras reía.

-Tus golpes no me harán daño alguno niño, te faltan años de experiencia para luchar conmigo.

El pánico en el rostro del pelinegro era notorio. Cuando iba a realizar otro golpe desde lo alto, el de ojos blancos lo detuvo y lo estampó en el suelo. El aire se esfumó de su cuerpo escupiendo sangre salvajemente mientras una pesada mano le sostenía la cabeza contra la alfombra granate.

Tomó con ambas manos la muñeca de su enemigo intentando quitarla con todas sus fuerzas, su mutación no servía de nada en ese momento y no sabía si era porque hace menos de diez minutos volvió o porque el otro lo doblegaba en fuerza.

-Te he dicho niño, ni tu, ni ninguno de este estúpido lugar puede conmigo - apretó más el rostro de Yoongi en el piso.

-¿Quién mierda te crees?

-¿Y tienes el descaro de insultarme? Ahhh... Solo haces esto más fácil para mí.

-Lo único que eres es un lame botas del director, ¿Te crees muy fuerte solo por estar aquí?- Yoongi temía por su vida en ese momento, sentía que la presión en su rostro haría estallar su cráneo en mil pedazos.

-No me importa lo que digas niño. Tu y esa manga de imbéciles y sus tontos planes, ¿Crees que todos ustedes hicieron las cosas por su cuenta? Me haces reír. Ahora tenemos al prototipo más fuerte dentro de esa habitación y nadie podrá llevárselo.