Capítulo 22: ¿Crees que esto termina aquí?

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Después de unos días de la pelea Natalia ya no era mirada como una chica marcada si no como alguien que da a conocer respeto, pero eso no significa que todo se haya acabado ¿O es que crees que así terminaría? pues no hay mucho para contar, Nicolas no quería asimilar que había perdido y fue entonces cuando un día como cualquier otro este averiguo en donde se encontraba la casa de Natalia y se dirigió a esta.

*Nicolas*

Esto no se quedará así juro que volveré a ser el de antes, maldita mocosa ya vera con quien trató no comprendo como una niña menor que yo sea mejor, estoy enojado por no ser capaz de poder ganar una simple pelea. Toca a la puerta de la casa de Natalia.

*Natalia*

Llaman a la puerta y lo primero que hago es dirigirme a abrirle a la persona que desconozco en estos momentos, pero al abrirla no me encuentro ni nada mas y nada menos que a Nicolas parado con una gran seriedad, se le nota en su rostro lo mucho que me odia y lo primero que hago es decirle un vago Hola.

-hola- responde Nicolas

- ¿por qué estas aquí? –

- acaso no me extrañaste? Solo vengo por la revancha-

-no aquí en mi casa y deja de lado las peleas ¡ya basta con esos juegos tontos! eres bien grande para tener juguetes, ¿no crees? - sale de la casa y cierra la puerta cuidadosamente- si quieres conversar sígueme-.

- ese es el problema mocosa, no quiero conversar-

- pero yo sí, y te guste o no será así-

-mira mocosa esto es simple, solo una pelea más o quien sufrirá estos últimos años dudo que seas tú pequeña, te suena un tal Daniel? - Natalia para su caminata y se tensa por completo- ya me lo esperaba el niño es inocente de toda esta pelea entre tu y yo, y no pienses que el tal Max queda atrás no quiero que se pierda de esta fiesta donde la villana serás tú-.

-no pienses en colocarles una mano encima o prometo no ser buena-.

- O vamos ¿crees que tus simples palabras me harán cambiar de opinión? –.

- realmente dudo que puedas razonar con ese rencor que me tienes y sabes no permitiré por nada del mundo que le causes el mismo dolor que a mi a las personas que amo-.

- eso es exactamente lo que quiero escuchar- sonríe maliciosamente- ahora para maldita sea, deja de caminar ¿A dónde quieres llegar? -.

- tienes miedo? Solo te mostrare un lugar donde pase mis largos días practicando para que no me siguieras manipulando- le muestra el campo que esta en frente de ellos.

- aquí pretendes que sea la revancha? -.

-no habrá revancha, te dejare solo aquí para que pienses un poco- se dirige a su casa, pero fue entonces cuando siente un fuerte agarre en su brazo izquierdo.

-esto no se quedará así, tú no te iras a ningún lado mocosa- le dobla el brazo con brusquedad para poder mantenerla inmovilizada.

-estas loco, suéltame-

- no creas que con solo pedirme que te suelte lo hare-.

- esperaba a que me dijeras eso- sonríe y con el brazo derecho golpea su estomago para poder soltarse del agarre del chico, lo cual logra exitosamente.

- ajam! ajam! Maldita mocosa me las pagaras-le golpea el rostro haciendo de que rompiera una parte de su labio.

Natalia se toca su labio para limpiarse y después ve su mano con unas ligeras manchas de sangre.

Prefiero sufrir yo a que sufran las personas que amo, piensa.

-bueno, me rindo, pégame si tanto lo deseas! Ya nada me importa, solo no le hagas nada a mis amigos-.

-eres tan estúpida, siempre defendiendo a los demás, pero tú nunca estas primero me das lastima-.

-prefiero dar lastima a ver como dañan a los que amo-.

Nicolas aprovecha el momento y va contra ella, agarra de su cabellera y no la suelta. Lagrimas caían de sus ojos, aunque al paso del tiempo el dolor fue esfumándose, solo ella sabia que eso ya no era doloroso, se había acostumbrado al dolor físico que le causaban diariamente.

*Natalia*

¿Dolor, eso existe? Ya desconozco el dolor, las lágrimas y la tristeza, ya no se si existo o solo paso a ser algo normal ¿seré capaz de aguantar más? ¿voy a poder seguir? Estoy sola, sin ayuda mirando al cielo con lagrimas cayendo de mis ojos, pero para ser sincera ya no siento mis lagrimas en mi rostro... ¿cielo?... ¿nubes?... ¿aire?... ¿tata?... ¿que estoy haciendo? no estoy cumpliendo con mi promesa y eso jamás lo dejare de lado.

Natalia (olvidando que Nicolas la tenía agarrada del cabello) se para bruscamente y realiza un movimiento rápido con su pierna derecha dándole a este en la pierna izquierda haciéndolo caer al suelo.

- ¿no te dejaras ahora? Bueno no importa es más interesante así-.

-no creas que será fácil- le da un golpe en la rodilla.

-aagg..mocosa de mier- no lo deja terminar y le da un manotazo en la boca.

-ni te atrevas a decirlo-.

-te crees muy lista ya verás- se dirige a ella, pero nat corre en busca de protección y divisa el árbol en donde practicaba para poder aprender a defenderse- ¿es enserio? Jsjs eres ridícula- la alcanza a tomar su muñeca y la tira al suelo, en donde aprovecha golpear sus costillas, piernas, brazos, etc Nat lo único que hacía era tapar su rostro y acurrucarse como chanchito de tierra para evitar los golpes-jsjsjs eres una débil ahora, penosa-.

-no soy penosa-susurra.

Nat trata de ver a través de sus brazos en donde estaban sus piernas y exitosamente logra ver, es ahí cuando toma de sus pantalones y tira de estos para que cayera al suelo y lo logra. Trata de mantenerse en pie (con gran dificultad) y se sube arriba de el para mantenerlo inmovilizado, hace cierto movimiento con sus manos simulando que le pegaría en el rostro, pero en vez de pegarle al chico le pega al suelo haciendo que Nicolas cerrara los ojos asustado y al abrirlos encontrarse con la mano al lado de su cara.

-no soy como tú, no te equivoques-se levante de encima de él- vete esta pelea no es entre tu y yo, es entre solo tu y tu no me metas en tus líos que tienes en la cabeza solo buscas un objetivo y no encuentras nada más que echarle todos tus problemas-.

Nicolas se levanta y agacha la cabeza, se sentía avergonzado y se marcha sin decir nada. Natalia solo lo ve marcharse y cuando ya no lo divisa se cae al suelo, no llora, pero por dentro sentía un vacío o tal vez era alivio.

Yo y mi Vida; porque la realidad duele y se amaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora