Era purpura.

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Serena volvió en sí poco a poco, una media sonrisa curvo sus labios tenía un sueño muy vivido con un bucanero espacial que la secuestraba para seducirla, se le disipó lentamente sonrisa. Era un sueño extraño para tener, abrió los ojos y parpadeó mientras veía una máquina extraña. Las luces de la maquina parpadearon, los motores zumbaban y mientras miraba, un agujero se abrió y dejó caer un chorro de una mezcla extraña sobre ella.
- "¿Qué rayos es esto?"
Luchó por incorporarse, pero no podía, lo que le provocó un pequeño ataque de pánico.
Giró la cabeza de lado a lado, la única parte que podía mover. No tenia ataduras en sus brazos, ni en sus piernas, sin embargo algo, una fuerza invisible la sujetaba mientras la máquina le echaba la cosa esa asquerosa en todo el cuerpo. Lo más inquietante de todo es que no llevaba ni una prenda de ropa encima. ¿Quién me ha desvestido? Y, ¿que le han hecho a mi cuerpo? El recuerdo de su secuestro inundó su mente y cerró los ojos con un gemido. Al parecer, el pirata oscuro que recordaba vagamente de su sueño no era producto de su imaginación. Él la había llevado a bordo de su nave dispuesto a... ella abrió un ojo… ¿curarla?... ¿follarla?... ¿preparar su cuerpo para luego comérsela?... Esperaba que fuera la primera opción.
Estaba atrapada como una mosca en cinta adhesiva hasta que pudiera salir de esta situación. Hizo un repaso de sus lesiones el dolor de la pierna y las costillas había desaparecido,
¿la habría dado alguna droga? o ¿la máquina había desactivado las terminaciones nerviosas?
Tal vez, ¿para que no grite cuando me coma viva? No debería haber visto el maratón de esas películas tan malas del espacio con Cameron. Eran más bien películas de horror acerca de como los humanos podrían morir a manos extraterrestres. De su fatiga, no quedaba ni rastro, ni siquiera el más mínimo dolor en los músculos a pesar de las horas de estar en el agua, eso le hizo preguntarse cuánto tiempo había permanecido inconsciente.
Con el fin de mantener la calma y evitar entrar en pánico ya que la máquina seguía embadurnando su piel con una variedad de líquidos, volvió sus pensamientos a su recuerdo del alíen, una retorcida versión de Han Solo. Tendría que echar un vistazo de nuevo para ver si era tan atractivo como recordaba. Cuando estaba delirando de dolor, tuvo una breve impresión de su altura y anchura, la sorpresa reflejada en los penetrantes ojos azules, definitivamente no había esperado encontrarla en su nave.
Sentía calor en todo el cuerpo, y estiró la cabeza cuanto pudo, para ver si la máquina había puesto su cuerpo en el fuego. La cosa extraña que tenía por todo el cuerpo había desaparecido, y un momento después, la fuerza invisible que la sujetaba la dejó libre. Serena se bajó de la mesa y miró a su alrededor, la habitación era grande las paredes lisas, de un color blanquecino, no tenia puerta alguna, estaba decepcionada. Hasta el momento, la nave espacial no estaba a la altura de sus expectativas. Serena volvió a la mesa, a tiempo de ver la máquina, que iba hacia el techo. Ahora sin la maquina, la habitación parecía aún más estéril sin nada de mobiliario, sin una triste silla.
Se paso las manos por el cuerpo, en busca de cualquier rastro de dolor o heridas. Sin embargo, no sólo no sentía dolor, se sentía muy bien como nueva. En serio la máquina, no sólo había curado sus heridas, también le había quitado algunas cicatrices. La cicatriz de la operación de apéndice había desaparecido junto con la de la rodilla de cuando se cayó montando en bicicleta, estaba en toda la espinilla y se la cortaba siempre al afeitarse las piernas. Ahora sólo faltaba que le hubiera puesto el culo y las tetas en su sitio. A ella no leimportaba el tamaño de su pecho, pero cuando corría era molesto notar su falta de atributos. Paso las manos por la pared en busca de una grieta o algo que presionar que le permitiera salir.
También deseaba poder encontrar algo que ponerse ,por que encontrarte a alguien estando desnuda sea extraterrestre o no, no le hacía gracia, así que cuando oyó un ruido detrás de ella, se dio la vuelta mientras se tapaba con una mano la entrepierna y con la otra sus senos.
Dado su tamaño, lo iba a lograr co  un solo brazo, solo que su secuestrador abriera los ojos antes de echarse a reír, un sonido aparentemente universal.
- "No le veo la gracia," - gruñó con los dientes apretados. - "Ahora, si puedes dejar de reírte, apreciaría muchísimo si te das la vuelta, o mejor aún si vas a buscarme algo de ropa."
Eso lo acalló definitivamente, aunque permaneció frente a ella.
- "¿Xfinew fika gdolpa?"
Él se dirigió a ella en una lengua gutural que hizo que se le pusiera la piel de gallina. Hizo caso omiso de cómo la afectada su voz y se concentró en el hecho de lo que estaba diciendo.
- "No te entiendo absolutamente nada,” - dijo. - "no sé qué demonios has dicho, así que…
¿por que no me lo repites en Inglés en lugar de cualquier idioma extraño?”
Él gruñó algunas palabras extrañas antes de tirar algo hacia ella y se marcharse de la habitación. La ropa la golpeó mientras miraba con asombro cómo la puerta que no había visto antes se deslizó hacia un lado y volvió a su sitio confundiéndose con la pared de nuevo. Como no estaba segura de si el alienígena volvería, se apresuró a ponerse la ropa, la que supuso era de él a juzgar por el tamaño y el estilo: una camisa blanca tipo túnica que le llegaba hasta las rodillas y pantalones que se pegaron a su culo redondo, pero que le quedaban demasiado largos. Se sentó y ajusto el dobladillo hasta que sus pies se vieron por debajo. Con ese atuendo estaba bien cubierta por fin, aunque sin sujetador. Mientras esperaba a que el alíen volviera, se tomó un tiempo para analizar su apariencia.
En primer lugar, era inmenso esa es una buena manera de empezar a describirlo. El hombre le sacaba a ella por lo menos unos 3 pies o más y ellaeso que era pequeña. Y si hablamos de ancho tenía una anchura considerable sólo tenía que mirar la camisa que cubría su cuerpo para adivinar la anchura de la espalda. ¿Era los músculos o la grasa lo que llenaba la camisa? o ¿tienen lo mismo ahí abajo los alienígenas? No podía negar que tuviera curiosidad y que quisiera saber.
Pasando de su cuerpo por un momento, pensó en su rostro y el color de su piel. Púrpura, me estoy volviendo loca… ¿púrpura? No era un efecto de la luz que le daba un tono violeta, era un profundo y rico malva que hacía que sus ojos azules resaltaran. Su pelo era oscuro, con una pequeña onda, y le llegaba hasta casi los hombros, el mismo color lo tenía en la perilla. Llevaba un aro de plata en la nariz y otro en la frente. Sus labios parecían normales, pero sus dientes eran brillantes y puntiagudos. Sin duda, era carnívoro.
Cuando habló en ese extraño galimatías, su voz ronca retumbó por todo su ser.
Vagamente recordó haberlo llamado Han Solo, pero pensó que se parecía masa Johnny Depp en su papel de pirata del Caribe solo que cambiado al espacio. Oscuro, peligroso y terriblemente caliente. Dadas sus características exóticas, se pregunto qué otras sorpresas escondía aparte del color de piel y los dientes. Podría ser una polla bífida o un esperma ácido que la quemara por dentro. Se tapó la boca con la mano antes de que pudiera echarse a reír en voz alta, no estaba segura si él o algún otro ET la observaba con una cámara oculta.
Sin previo aviso, la pared se abrió de nuevo y el pirata entró, sus ojos claros estaban brillantes. Le arrojó algo pequeño y ella levantó las manos paralo, pero falló nunca había sobresalido en el deporte, fuera del tipo que fuera. El pequeño objeto negro cayó al suelo y oyó un suspiro debexasperación.
- "Bueno, perdona por no ser labseñorita agilidad, haber como estarías tu si casi te hubieras muerto ahogado por culpa de tu novio, absorbida por una nave espacial , y luego tener una maquina extraña haciendo algún experimento contigo ,te garantizo que tus reflejos tampoco funcionarían. "
Él no respondió, cruzó los brazos sobre el enorme pecho y señaló con la cabeza hacia el objeto en el suelo. Se agachó a recogerlo y lo miró, pero no reconoció el objeto en absoluto.
-"¿Qué es?"
Se oyó otro suspiro seguido de un movimiento. Ella le miró y contuvo el aliento cuando vio que iba hacia ella, casi siete pies de un enfadado pirata púrpura. Tuvo una reacción muy femenina, retrocedió. Él gruñó y, por un acto reflejo, ella gruñó, su respuesta hizo que sus cejas se alzaran, tampoco ayudó la sonrisa que cruzó su rostro mientras ella se ponía fuera de su alcance.
Con un movimiento rápido, su mano salió disparada como un rayo hacia ella que gritó y corrió a esconderse detrás de la camilla en la que había despertado.
– "No te acerques a mí ", - le gritó. - "Tú-tú gigante, raro y púrpura."
- "Kddwol sgewo."
Habló en ese extraño galimatías de nuevo y le hizo un gesto con la mano para que fuera hacia adelante. Ella soltó un bufido. Él gruñó, enseñando los dientes puntiagudos. Sin nada con que protegerse, le lanzó el objeto negro. Él lo atrapó con un movimiento rápido de la mano y ella tragó saliva, demostró tener unos reflejos notables. Él se movió alrededor de la mesa, y ella también se movió, intentando mantenerse lejos. No es que fuera siempre tan cobarde, pero de verdad, el hombre (si a un aliens se podía llamar hombre) era enorme, y él no se veía muy contento.
Ella gritó cuando él saltó sobre la mesa y puso un brazo alrededor de su cintura. Ella continuó gritando y retorciéndose. Él pego su duro pecho a su espalda, su brazo era como un ancla inamovible alrededor de su cintura. Su otra mano manipulaba en su oído, y ella gritó.
– "Suéltame bruto, monstruo".
- "¿Quieres callarte?, ¡que molesta eres mujer!, cállate antes de que ceda al impulso y te mate."
Sus palabras penetraron a través del pánico, ella se quedó inmóvil, con el pecho agitado.
– "Te he entendido", - susurró.
– "Por supuesto que sí, tonta humana.
Si no hubieras tenido tanto miedo, como en tu especie suele ser, te hubiera mostrado cómo insertar el traductor en tu oído"
– “Bueno, ¿cómo diablos iba a saberlo yo?" - Le espetó. - "no he conocido a un alien antes, en mi mundo, no vamos metiéndole cosas a la gente en las orejas cuando nos encontramos por primera vez. "
– "Sí, soy muy consciente de que tu planeta está en un estado bárbaro " - le replicó con un bufido de disgusto.
– "¿Qué?" - Balbuceó. - "Mira que le dijo la sartén al cazo”
- "Sabía que tenía que haberte matado", - se quejó a su espalda.
Se le ocurrió a Serena que tal vez debería callarse un momento. El silencio, sin embargo, le hizo consciente de dónde estaba, más en contra de quién estaba.
Presionado contra la espalda, el alien la calentaba, incluso a través del tejido que los separa. La palma de la mano que tenia apretada contra su estómago dejaba su marca a través de la camisa de lino fino, y la sostuvo firmemente contra él. Ella se movió en un intento por escapar, pero esto sólo sirvió para que la atrajera más cerca y sus ojos se abrieron cuando sintió algo duro que le pinchaba en la espalda, mejor que no sea lo que yo creo que es. En lugar de tener la elegancia callarse, tomó una bocanada de aire y soltó.
- "Oh, no me lo puedo creer, si piensas que voy a entretenerte sexualmente estás loco."
Él la aparto de él y resopló.
- "Te tienes en muy alta estima mujer, si crees que me rebajaría a copular con tu cuerpo tan pálido, con tu boca es más que suficiente para bajarle una erección a cualquier Macho."
Serena se giró y se puso las manos en la cadera.
- "¿Pálida? Yo soy la que tiene un color normal aquí, en vez de un maldito color púrpura. Y sabes, mi boca todavía no ha recibido ninguna queja, al contrario, mis técnicas orales son bien conocidas entre mis amantes"
Cuando sus labios se curvaron en una sonrisa, el rubor coloreó sus mejillas y le llenó el cuerpo de calor. Sin embargo, ella no se acobardó, ni salió corriendo, se irguió y le aguanto la mirada.
- "Gracias por la información sobre tus capacidades amatorias. Voy añadirlo a tu lista de habilidades cuando te subaste en el primer puerto al que lleguemos".
Y con esas palabras, él se dio la vuelta y comenzó a alejarse. ¿Subastarla? Ohhh, no. Se armó de valor y fue tras él.

EL MEJOR ERROR (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora