La que nunca calla.

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Darien hervía de cólera, no por la terrícola que lo divertía con su valiente postura y su parloteo incesante, era contra sí mismo por su interés en saber lo buena que era en sus habilidades orales. No tenía ningún interés en la criatura bárbara ,aunque si quería empujar su polla en la boca de esa cotorra haber si así lograba al menos dejar de oír su voz por un tiempo ,solo era cuestión de pensarlo , algo que su eje erecto le instó a intentar. Y estaba la cuestión de su atracción por ella algo que no entendía.
El pelo ya seco era dorado con unos toques amarillos, de una manera extrañamente atractivo, ligeramente rizado. El culo el cual no había notado anteriormente, era redondo y atractivo. En cuanto a su cuerpo con solo dos pechos, le gustaba la forma en que sus pechos redondos llenaban la tela de su camisa y sus pezones sobresalían a través del tejido, rogando por que una boca los chupara.
No. Nosotros no probamos la mercancía, se espera, que las mujeres sean vírgenes, pero por la forma en la que hablaba, estaba muy lejos de estar en ese estado. Aunque, puede terminar como comida congelada si me sigue fastidiando de esa manera. Ella fue detrás de él siguiéndolo de cerca mientras él se alejaba en un intento de escapar de su diatriba.
- "No habrá ninguna venta ni de mí, ni de mis servicios", gritó ella a su espalda.
Darien hizo caso omiso y siguió caminando, lo que ella quería era que dejase a un lado sus planes e incluso que tuviera en cuenta sus opiniones.
- "Oh." exclamo con exasperación.
Un momento después, ella lo atacó, golpeándolo en la espalda con furia ¿En serio se estaba atreviendo a golpearle? Se volvió y sus golpes le dieron en su duro abdomen. Él la miró mientras ella descargaba su ira y sólo hablo cuando paró.
- "¿Hemos terminado?"
Ella levantó la mirada hacia la suya, y él no podía dejar de notar el rubor rosado en sus mejillas. Se encontró cautivado por el rosado de sus labios, su color natural ahora que se había calentado, no vio venir su rodilla que conectó su parte viril con una precisión infalible.
- "¡Ahora sí!" – dijo, sonando muy satisfecha de sí misma.
Darien apretó los dientes por el dolor ardiente, y antes de que pudiera infligirle más dolor, él la cogió y se la puso encima del hombro. – "bájame", - le gritó, golpeándole la espalda con los puños.
– "No."
– "No voy a dejar que me violes tu-tu pirata púrpura", - Exclamó.
- "Como ya te he dicho, no tengo ningún interés en tu cuerpo, no tienes suficientes pechos para mi gusto. Pero los tengas o no, te voy a vender al mejor postor."
Sus palabras fueron dichas en un tono amenazante, pero Serena no hizo nada para detener su boca.
– "No puedes hacer esto, exijo que me lleves de vuelta a mi planeta, no me venderás como si fuera un objeto”.
- "Silencio", - rugió, golpeando su trasero con la palma de la mano.
Cuando ella gritó de rabia, la golpeó una y otra vez hasta que se calmó.
Una pena, porque habría disfrutado azotándola un poco más, tal vez desnuda, tenía un culo delicioso.
– "Por última vez, silencio. Ahora escucha, terrícola. En primer lugar, no estamos ni siquiera en el sistema solar, por lo que volver a tu planeta de origen no es una opción, que créeme, yo ya estoy lamentando. En segundo lugar, estoy empezando a pensar que a menos que te ponga un bozal o te corte la lengua, nunca tendré la suerte de venderte. Los hombres prefieren las mujeres dóciles, obedientes y tranquilas… muy, muy tranquilas, una lección que es posible que desees aprender. Y tres, mi nave, mis ordenes”.
- "Tus ordenes me la sudan".
Darien se quedo con la boca abierta, no entendió lo que dijo pero sonaba a un reto. ¿Esta mujer no tiene sentido común? Sólo los idiotas le provocaban así y nunca más de una vez, se había asegurado de ello.
– "¿Nadie te ha dicho alguna vez que es un don el saber cuándo callar?”
- "Mucha gente, pero déjame preguntarte, ¿cómo te sentirías si tu novio tratara de matarte y luego ser abducido por un alien que quiere venderte?”
Entonces, para su horror, se echó a llorar.
" ¡Oh, no! No, lágrimas no, no voy a tolerar eso… ¡deja de llorar en este instante! “-ordenó.
Ella sollozó más fuerte. Darien, llego al centro de mando por fin, la dejó caer en la silla y se puso de nuevo a estudiarla. Su cautiva sonrió sin rastro de lágrimas en la cara, era mentira.
– "Veo que las mujeres terrícolas son igual de propensas como todas las hembras féminas del universo a los mismos dramas."
- “¿No te gusta?” - le preguntó.
Serena le lanzó un sonoro beso y le mostró el tercer dedo, lo que probablemente significaba algo en su planeta, pero a él sólo le dio un impulso de morderle el dedo y luego chupárselo. Dejando a un lado los pensamientos de en que sitio de su cuerpo le gustaría morder, descubrió que tenía curiosidad acerca de algunas de sus palabras anteriores.
– "¿Por qué quería tu "novio" matarte? ¿Es algún ser cansado de tu constante habla? ¿Estas condenada? ¿Es porque nunca te callas?"
- "No," - contestó ella, enderezando la espalda - " Un novio es una pareja que escojes para pasar el resto de tu vida. Él quería mi dinero, estúpida de mí, yo no sabía que era un estafador hasta que decidió que ya no me necesitaba, y me tiró del barco para que me ahogara”
Por alguna extraña razón, las acciones de su compañero le enfurecieron, pero no pensaba dejar que ella lo notara, a veces es bueno mantener un perfil tranquilo.
- "Qué suerte la mía, ahora tengo que cargar contigo, te advierto, que más vale que comiences a comportarte ya que si me decido a matarte, yo si tendré éxito."
Él le mostró su aspecto más peligroso y esperó ver el miedo al que estaba acostumbrado.
Ella le sacó la lengua y Darien puso los ojos en blanco por su temeridad, supuso que debía significar que no le importaba o algo similar.
– "Adelante", - se burló.
– "¿Estás loca, mujer?" - Rugió. - "Te dije que te comportaras o de lo contrario... "
- "¿Para que? ya me has dicho que tienes intención de venderme ", -acusó. - "y eso no es de mi agrado, ya lo sabes”.
Darien se encogió de hombros.
– "La amabilidad no entra en mis planes en absoluto, esto es un negocio justo. Eres parte de mi captura, y ¿para que te voy a liberar?, estás para mejorar mi estado financiero, ¿por que perder una venta cuando puedo sacar algo por los problemas que voy a tener?”
- "¿Qué problemas? ¿La policía espacial va a venir a liberarme? "
Sus ojos se iluminaron ante la perspectiva y Darien casi se rió. Él mantuvo el rostro serio y respiró hondo antes de responder.
– “La policía, o segun mi entender "guardianes universales" son para aquellos que son parte de la coalición universal, tu planeta no se encuentra dentro de la coalición y todo lo que hay en él, incluyendo su gente, son presa fácil a causa de su inestabilidad mental."
– "¿Nuestra qué?" - Balbuceó.
- "La histeria y la falta de conocimientos básico de cómo funciona el universo." - Él se encogió de hombros. - "En realidad, es algo así como el comportamiento que estás teniendo”
Se movió hacia un lado y evitó el pie que iba directo a la pantorrilla.
- "Bueno, al menos nosotros no somos groseros ni idiotas ni arrogantes ", -replicó ella.
Darien gruñó y le enseñó los dientes. Para su disgusto, ella ni siquiera se inmutó.
- "¿Sabes lo fácil que me seria matarte?"
Ella puso los ojos en blanco.
- "Oh, por favor ahórrate la charla para alguien más crédulo. Si no me mataste después de que te di una patada en las pelotas, entonces no creo que por sólo hablar lo hagas".
Una mueca cruzó su cara con sus razonamientos, y para su sorpresa, él se rió. Un sonido rico y gutural que hizo que la curva de sus labios se viera seductora y su mirada se iluminase.
También hizo que su pene se hinchara con interés, pero si no me gusta ni un poco. ¿Cómo se supone que voy a hacer para que me respete, si encuentra mis amenazas divertidas? Nunca se había encontrado en una situación así. La mayoría de los seres a los que había amenazado se habían acobardado al instante, se desmayaban o se orinaban encima.
Necesitaba alejarse de ella y de las emociones que le provocaba.
- "Yo tengo trabajo que hacer, no toques nada." - Él ladró la orden, pero ella se limitó a seguir sonriendo de una manera que encontró inquietante.
Para asegurarse de que no liaba nada, él pulsó un panel en la pared al lado del ascensor y bloqueó la consola de comandos para que sólo funcionara con su voz. Para su sorpresa y decepción ella no dijo nada para detenerlo. Bueno ya era hora de que ella le diera un descanso a su lengua, a pesar de que no podía dejar de pensar en otras maneras que podía hacerla callar.
Maneras que hicieron que su polla abultara la entrepierna de sus pantalones.

EL MEJOR ERROR (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora