Otro purpurito.

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"Suéltame ahora mismo ", - exigió Serena, ocultando su miedo detrás de una falsa valentía.
No era una tarea fácil teniendo en cuenta al pulpo azul que la agarraba de la muñeca. Oyó un murmullo como un gorgoteo que sospechó era una risita haciendo una mueca totalmente asquerosa.
- “Déjame ir.”
Cuando la criatura alienígena no le hizo caso y comenzó a tirar de ella, y sus pies calzados con sandalias empezaron a resbalar, se enojó.
- "Debe haber un hombre bajo todo esa cosa pegajosa." - sacó un tenedor que había cogido de la cena y después de ver a Darien armarse hasta los dientes, hizo sus propios preparativos y se lo metió dentro de los pantalones para en caso de emergencia.
Le clavó el tenedor en el tentáculo que la agarraba, el repulsivo alienígena chilló mientras la soltaba. Serena dio un paso atrás y le mostró los dientes y agitó su espada improvisada. Sus ojos, una media docena , reflejaron algo detrás de ella. Se volvió gritando, cuando un cuerpo familiar se plantó delante de ella. Darien cogió al extraterrestre como si no pesara nada y lo lanzó contra una pared. Este ni siquiera había comenzado a deslizarse hacia abajo, dejando un rastro viscoso, cuando Darien sacó una pistola y disparó. Un gran agujero apareció en medio de la criatura, mientras Serena lo miraba con la boca abierta.
Darien enfundó su arma y se volvió hacia ella, el brillo peligroso de sus ojos y la tensión de su rostro envió una sacudida de puro deseo por todo su cuerpo. Oh, Dios mío, creo que es lo único y más caliente que un hombre ha hecho por mí, ignoró el hecho de que casi se había salvado antes de que él llegara. Ella admiraba la forma en que se hizo cargo de todo y la protegió.
– "¿Estás bien?", - preguntó, sus claros ojos azules la examinaron de arriba abajo.
- " Estoy bien, me he defendido" - dijo levantando el tenedor.
Una sonrisa asomó a sus labios.
- "Sí, lo has hecho, él servirá de ejemplo para advertir a otros que se mantengan a distancia. ¿Te ha molestado que lo matara? "
Ella se encogió de hombros.
- "Puede que si se tratara de un ser humano hubiera sido diferente, pero nunca me importaron mucho los productos del mar."
Resopló, y trató de no reírse, pero no pudo, él se echó a reír, con una risa alegre que resultó contagiosa y se unió a él. Vagamente se dio cuenta que algunos aliens se detuvieron para mirar boquiabiertos, pero no les prestó atención. Darien tenía la risa más increíble que hubiera escuchado y tenía la impresión de que no la utilizaba a menudo. Le gusto saber que la había causado aunque fuera sin intención.
- "Guarda el arma, no querrás asustar a los dueños de las tiendas y que cierren antes de que podamos comprar algunas cosas."
Serena se metió el tenedor en la cintura antes de salir fuera.
- "Compras, genial, ¿crees que podemos encontrar algunos zapatos? Me encantaría encontrar un par de botas de combate con punta de acero de mi talla. Estas sandalias no sirven para patear pelotas”.
Darien resopló y Serena sonrió mientras examinaba las tiendas le vinieron recuerdos de su casa. Bueno, si no se tenían en cuenta el hecho de que las prendas que exhibían tenían varias mangas y los vendedores parecían experimentos científicos. La adrenalina de la lucha desapareció y ella con un estremecimiento fingió interés en las mercancías que le ofrecían criaturas que parecían haber salido directamente de la película Los Hombres de Negro. La cabeza le daba vueltas y finalmente lo sucedido la golpeó, no sólo había apuñalado a un ser vivo, si no que vio como lo mataban por sólo tocarla. No es que se arrepintiera de sus acciones, solo se preguntaba cuanta violencia tenía que esperar de su nueva vida. A juzgar por los gruñidos y golpes que oyó a su espalda, según pasaba Darien, probablemente a menudo.
Una parte salvaje de ella brincaba de alegría, no más falsas cortesía o aguantar tonterías innecesarias. Pero, al igual que con todas las cosas, sólo los más fuertes prevalecería. En la actualidad, Darien la protegía, pero ¿qué pasaría cuando él la vendiera?, era algo que ella no quería pensar, pero siempre había sido realista. ¿Qué habilidades tenía para sobrevivir que no fuera una lengua mordaz? En una lucha ya fuera a puñetazos o con armas, como no les diera un discurso y ganara por aburrimiento del contrincante no tenía otra manera, su forma física dejaba mucho que desear. Tuvo una inspiración y se dio la vuelta para hablar con Darien y casi se mordió la lengua, tratando de contener la risa. Lo encontró con un puño cerrado, y la otra mano sostenía un duende por el cuello y parecía avergonzado por haber sido pillado infraganti.
- "No importa, termina lo que estabas haciendo. " - dijo haciendo un gesto magnánimo.
Una sonrisa salvaje se dibujo en su cara, Darien se volvió hacia su víctima y algunos tortazos y sacudidas más tarde, se volvió de nuevo hacia ella. Serena negó con la cabeza - "¿Esto te sucede a menudo?"
Él se encogió de hombros.
– "Más o menos. Te dije que te quedaras en la nave”.
– "Yo no le dije que me mirara, el lo hizo porque quiso, claro que eso explicaría el arsenal que llevas, y de eso es de lo que quería hablar contigo, quería saber si me enseñarías a protegerme. Me he dado cuenta de que no se puede contar con la policía para protegerme aquí fuera. "
– "Yo te protegeré," - gruñó él.
– "Por ahora. Pero ¿qué pasara una vez que nos separemos? Ya has visto lo que ha pasado, si no hubieras venido. . . “- Su rostro se entristeció, pero continuo. - "Así que, por favor,
¿podrías enseñarme a defenderme?”
- "tu estas lejos de estar indefensa", - le dijo mientras se alejaba.
Ella se apresuró a alcanzarlo.
- "Oh, vamos, tu y yo sabemos que no tengo ninguna oportunidad, aun con el mas enclenque de estos tipos".
Se detuvo de repente y se volvió.
– "¿Por qué?"
- "Tu sabes que la mayoría de estos tipos me liquidaría en un segundo."
Ella se pasó un dedo por la garganta e hizo un sonido ahogado. Resopló.
- "Te subestimas, te defendiste bastante bien contra mí."
Serena puso los ojos en blanco.
- " Tu no cuentas, quiero decir, tu serás un pirata y todo eso, pero no creo que seas un mal tipo, la clase de persona que me haría daño sin pensarlo”.
Darien se atragantó.
– "¿Tú crees que no soy peligroso?”
– "Bueno, eres un buen tipo para ser un bucanero." – Y añadió - "Quiero decir, que eres grande y me fastidias, pero que nunca me has hecho daño."
– "¿Y qué pasa con eso?", - preguntó él señalando algunos aliens que iban cojeando, y algún que otro cadáver, que había dejado en el camino. Ella soltó un bufido.
- "Que quieres de un antro como este, los ataques son de esperar, la defensa propia no es un delito, son cosas que pasan."
Sus palabras hicieron que en su cara apareciera la incredulidad. Una mano la agarró del brazo tirando de ella hacia él, hasta tenerla apretada contra su pecho.
"Mujer, ¿no te das cuenta de que soy la cosa más peligrosa que te puedas encontrar? ", -Susurró antes de alzarla en sus brazos para darle un beso que la dejó sin aliento.
Serena olvidó que estaban en medio de un mercado alienígenas, se olvidó de la violencia, se olvidó incluso de su propio nombre cuando sus labios se fundieron con los suyos en un beso posesivo que convirtió sus rodillas en gelatina y envió calor húmedo a su vagina. Ella puso los brazos alrededor de su cuello y lo acerco mas, deslizando su lengua entre los labios, ella se estremeció mientras chupaba y rozaba sus dientes. Besarlo siempre parecía como si fuera la primera vez no importaba cuántas veces se tocaran, nunca se cansaba. La excitación corría por su cuerpo y le hizo desear estar en un sitio más íntimo, especialmente cuando los irrumpió una voz sarcástica.
- "Bien, bien. ¿Este sitio es acogedor?"


EL MEJOR ERROR (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora