Sudorosos y hambrientos.

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Darien se despertó, su cuerpo pegado al de Serena, y peor aún, disfrutando de ello. A él, eso no le gustó ni un poco, las hembras eran para la cópula, nada más. Nunca antes el aroma y el sabor de la mujer lo habían dejado ciego de necesidad. Aún más extraño, quería más. Sulujuria por ella no se había apaciguado nada, ansiaba más de su sabor. Las mujeres no tenían cabida en su vida, ni siquiera una que le hacía sentir emociones que nunca antes había experimentado , incluso una que poseía la capacidad de hacerle reír y volverlo loco. 
Razón de más para venderla, y rápidamente, no necesitaba una mujer bárbara arruinando su existencia. A parte de eso él no era reacio a disfrutar de la mercancía hasta que se deshiciera de ella. Ahora eso sonaba más a su habitual e insensible forma de ser. Por supuesto, la manera en que salió de la cama para no despertarla no contaba, se dijo que lo hacía así para no tener que escucharla antes de lo necesario. Ella sabía cómo hacer que deseara ser sordo, pero también disfrutaba mucho de sus gritos de placer.
Se dirigió a la sala de baño y se limpió tratando de olvidar que ella dormía en la habitación contigua. Se vistió con ropa limpia antes de ir de nuevo a su habitación. La vio sentada en la cama con las piernas cruzadas vistiendo la camisa, el vestido rojo con el que había dormido no se veía por ningún lado.
– "Sí, ¿que pasa?", - dijo, fijando su atención por la forma en que sus pechos se tensaban la tela de su camisa.
– "lo que paso fue un error." -entrecerró los ojos. - "Y no debe volver a ocurrir."
– "¿Y eso quien lo dice?", - espetó de repente enfadado, no importaba el hecho de que no podía esperar para deshacerse de ella, le irritaba que fuera ella la que lo decidiera antes.
– "Escucha, demonio, no lo haré de nuevo, me vas a vender al mejor postor. Por lo tanto, creo que es mejor que nos abstengamos de… de…" - Sus mejillas se sonrojaron con un color carmesí y la polla de Darien creció, junto con su ira.
– "Estoy de acuerdo. Copular con la mercancía no es una práctica empresarial recomendable. “- Él sintió un placer salvaje por la forma en que su boca se cerró de golpe y sus ojos brillaban con ira.
- "Te odio".
Por alguna razón sus palabras origino algo en él, y se encontró caminando hacia la cama.
Ella no se movió, sólo lo miro con los ojos muy abiertos. Ella lo volvía loco con sus palabras, lo volvía loco con su cuerpo, había hecho estragos en sus emociones, en su cuerpo y en suvida.
Pero no podía matarla o echarla de su lado. Entonces la besó y ella le mordió el labio inferior.
– "Eres un idiota", - jadeó contra su boca antes de chupar su labio inferior.
- "Y tú eres una arpía ruidosa," contestó ayudándola a poner sus piernas alrededor de su cintura.
Su polla encontró la entrada húmeda de su sexo y se metió en ella, disfrutando de su gemido mientras llenaba su apretado canal. Las manos en las nalgas, le llevaban hacia arriba y abajo de su eje, la succión de su sexo tiraba de su polla deliciosamente sensibilizada.
Enterrando su cara en la suave curva de su cuello, chupó la cremosa piel, teniendo cuidado de no morder, aunque sintiera la necesidad de hacerlo.
Para combatir su compulsión irracional por reclamarla, la folló más rápido y ella respondió arañándole la espalda, una reacción salvaje que le hizo gritar de placer. El clímax rugió a través de los dos cuerpos como una ola que les hizo colapsar, en la cama. Saciados y jadeando, cara a cara en la cama, llegaron a un acuerdo.
– "No sé como lo haces ", - comenzó él - "Pero por alguna razón, mi cuerpo te necesita.
Esto no es permanente, pero como hay que compartir habitación… “
- "…podríamos dar a nuestros cuerpos lo que quieren", terminó ella.
Sellaron su acuerdo con un beso y otro encuentro sexual frenético que los dejó sudorosos y hambrientos. Una visita a la sala de baño y un poco de comida fue suficiente para renovar las fuerzas, él le ordenó que limpiara la habitación y ella le dijo con las manos apoyadas en las caderas, - "Yo no soy tu sirvienta ", - lo que significó que volvieron a estar sudorosos y hambrientos de nuevo.
Y así hicieron el viaje descubriendo el lado erótico el uno del otro a través de varias galaxias, Darien no paró en los planetas que se encontraron en su camino que sabia hacían subastas. ¿Su excusa? La de buscar un mejor precio en otro lugar. ¿La verdad? no podía estar lejos de la terrícola y aunque no admitiría esto en voz alta no quería dejarla ir.

EL MEJOR ERROR (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora