17. Sindrome de Venganza.

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—¿Y bueno que necesita?— Mire atentamente a la cliente.

— Me gustaría un cheesecake de Frambuesa y un moccacino, para mi acompañante un jugo natural de Guinda con una de esas galletas que tiene ahí—Señala al mostrador mostrando un muñeco de jengibre gigante.— Ese, de jengibre.

—Una combinación excelente sin duda, se lo traigo ahora.— Me reverencio y parto en  búsqueda de la orden.

Soy Pharao, pero en el interior soy Byron.

—Aquí tienen—Sonrió y recibo el dinero.

Soy un Garzón, pero en el interior soy jugador de fútbol...

Y todo esto lo hago por Amelie, por saber quien está tras ella, y a pesar de que he avanzado mucho–Me miro en un reflejo cerca de la ventana— ese no soy yo, pero lo vales. Ahora luzco el cabello corto, teñido de un color un poco más anaranjado y lentillas color violeta, también me puse algunos piercing en mi oreja izquierda, quería cambiar totalmente para que nadie captara.

Tocan la puerta, y es el objetivo.

— ¿PHARAO?—Mira hacia mi— Oh, ahí estás, lindo mi feto.

Que asco— Jefe Luka, debo retirarme.—Me despido y me marcho con Verena, si, así como escuchas.

Era, tan repugnante.

—Ay Pharao, sabes que hoy, una niña empezó a ser un escándalo de aquellos, por que un hombre la había piropeado en la calle, me pareció muy estúpido.

—Ah, si si.

—Y sabes que, hoy me entere de medio chismón.

—Es sobre tu ex, ¿Verdad?

—No, es de una chica, que odio demasiado, menudas cosas buenas que llegan hacia mi.—sonríe.

Esa chica es Amelie.

Bajo tinta roja Donde viven las historias. Descúbrelo ahora