Minnie//Yoonmin

XVIII

Jimin salta ante la atenta mirada de Yoongi. Tiene sus labios rojos por culpa de la paleta de caramelo que Yoongi le ha comprado mientras salían del cine. Y Yoongi retiene sus impulsos de limpiar aquellos gruesos labios con un beso. La mano de Jimin sigue firmemente sujeta a la suya y el pelinegro aprovecha la oportunidad de acariciar lenta y discretamente los nudillos del chico.

—¿Te gustó la película?—le pregunta Jimin llamado su atención.—Ya sé que era una comedia romántica muy sosa pero en verdad quería verla. Si quieres, en nuestra próxima cita podemos ver la película que tú quieras.—El pelinegro sonríe mientras observa a Jimin degustar su dulce. 

—La verdad es que me ha gustado la película.—miente con una sonrisa en el rostro.—Deberíamos venir al cine más veces.—sugiere mientras Jimin lo mira atento.

—Hay muchos otros lugares a dónde podríamos ir, Yoongi.—exclama Jimin con euforia.—Podemos ir a la feria, al parque de diversiones, podemos ir a museos interactivos o podemos simplemente pasear por Seúl. 

—Jiminie.—se ríe el mayor ante lo tierno e inocente que el pequeño es.—Me gustaría venir al cine de nuevo. 

—Pero hyung...—reniega Jimin con un puchero.—En el cine no puedo apreciar sus ojitos de gatito porque está oscuro.—El pequeño se cruza de brazos.—Me gustan sus ojos.

Yoongi siente la sangre subir a sus mejillas y descarta por completo la idea de robarle a Jimin un beso.

Sólo esa noche.