Esa misma tarde, después de la escuela, Kate y Liam caminan tranquilamente hacia el estudio de baile, ella no ha dicho palabra y él se siente inquieto, está aislada y fría, no entiende su actitud, él no ha hecho nada y no deja de pensar en lo que le dijo Taylor...
Kate, piensa en lo que le dijo Allie y no puede creerlo, ella no está enamorada, nunca lo ha estado y no se siente lista, no puede dejar que le vuelvan a romper el corazón, no quiere volver a experimentar la pérdida de un ser amado, no lo soportaría, cree que lo mejor es tratar fríamente a Liam para no involucrarse.
- Kate... ¿A dónde vas? Ya llegamos. - Kate da media vuelta y entra al estudio, no le dirige la palabra y él no puede estar más confundido.
- ¿Te ocurre algo? - le pregunta tímidamente.
- No. - se mete a los vestidores y él se queda ahí parado, incómodo y confundido.
Mientras se cambia, piensa en cómo escapar de Liam, no quiere estar con nadie, quiere alejarse de sus sentimientos y piensa que con Liam lejos lo conseguirá. Busca una puerta de emergencia y encuentra una al fondo, se dirige sigilosamente y cuando cree que lo logró, Liam le toma el hombro.
- ¿Qué ocurre, Kate? No entiendo nada, ¿hice algo mal?
- Eh... no, no, me surgió algo en casa y tengo que irme. - se pone nerviosa y se sonroja.
- ¿Ibas a irte sin decirme nada?
- No...
- ¿Entonces por qué ibas a salir por atrás? - se activa su mecanismo de defensa y el mundo arde.
- Porque sí, Liam. ¡Basta de preguntas, métete en tus asuntos y deja de ser tan intenso! ¡¿Qué te importa si me voy por enfrente o por atrás?! - la mira pasmado por un momento, no esperaba tal ataque de emociones, da un paso atrás y la mira desconcertado.
- Veníamos juntos, iba a verte bailar y no entiendo porqué no me dijiste que tenías un problema, tal vez pueda ayudarte en algo.
- ¡Deja de meterte! ¡No te importo, así como tú no me importas! ¡¿Por qué insistes tanto?! - el corazón se le va hasta los pies, no entiende qué pasó, por qué ella dice semejantes cosas o por qué está tan enojada.
- Kate, no entiendo, tendrás que explicarme porque ayer todo estaba bien y hoy de pronto soy lo peor del mundo para ti. - ella no se espera a que termine de hablar, abre la puerta y sale corriendo, Liam tarda unos momentos en reaccionar y para cuando sale a la calle no hay ni rastro de Kate.
Recorre las calles cercanas y no hay nada, le llama sin parar y le manda a buzón, va a su casa y su mamá abre la puerta.
- Hola, Liam, ¿Y Kate? - avergonzado y triste le responde:
- Hola, señora McAiden, lo siento, no tengo idea de dónde está Kate, ha salido corriendo y le perdí el rastro, tenía la esperanza de que estuviera aquí. - Susan se asusta y lo invita a pasar, en la cocina, ella busca su teléfono y le marca sin parar.
- ¿Qué fue lo que pasó?
- Si le soy sincero, no tengo idea, ayer todo estaba bien y hoy estaba rara, se ha enojado de la nada y ha salido corriendo... No entiendo.
- Cielo, Kate es muy complicada, lleva tanto dolor dentro... le teme a sus emociones, le da miedo perder a las personas y lo único que sabe hacer al respecto es cerrarse en banda y evitar todo tipo de lazo emocional. No debería decirte esto, pero Will, mi hijo... - Liam la interrumpe para evitarle malos ratos.
- Lo sé, sé lo que le pasó a Will, no sabe cuánto lo siento. - Susan lo mira asombrada.
- ¿Te lo dijo?
- Sí.
- Vaya...
Kate entra por la puerta con celeridad, azota la puerta y mientras camina por el pasillo grita:
- ¡Si Liam me busca, no estoy! - y cuando entra en la cocina casi se va de espaldas al encontrarse ese par de ojos color miel.
- Liam... ¿Qué haces aquí? Mamá, ¿qué hace aquí? - su voz denota fastidio. Liam se revuelve nervioso y confundido.
- No sabía dónde buscarte, saliste corriendo sin razón, y no te encontré por ningún lado, pensé que podrías estar aquí.
- Kate, no seas grosera. Voy a dejarlos solos, estaré en el jardín. - Kate se sienta frente a él en la mesa de la diminuta cocina y siente que las paredes se le ciernen encima.
- ¿Qué pasa? - Liam la mira con dulzura, aunque se nota que no entiende nada, ella tampoco entiende.
- Esto se acabó, no puedo.
- ¿Por qué? Ayer todo estaba bien.
- Porque sí, Liam. - pone los ojos en blanco y él frunce el ceño.
- ¿Por qué dijiste que no me importas y que yo no te importo? - ella traga saliva y desvía la mirada.
- Porque no le importo a nadie y nadie me importa a mí.
- Eso no es cierto, te importa tu familia aunque no lo aceptes, te importa Allie sino no la defenderías como una loca, te importo yo, porque sino no estaríamos juntos... y nos importas a todos nosotros, más de lo que crees. - Kate se levanta de un salto y grita.
- ¡No me importa nadie! ¡No los necesito! No necesito sus mimos ni que me estén molestando con preguntas estúpidas todo el tiempo. - Liam baja la mirada, sus palabras le hacen daño, pero su comportamiento es el de un animalito herido y desconfiado que ahora le teme a todo, se siente acorralada y por eso reacciona así, pero cómo duele.
- Kate, basta, cálmate, no entiendo qué te hice yo.
- Ese es el problema, Liam, el maldito problema, vas a terminar haciendo algo, vas a irte y me quedaré sola y voy a sufrir si me aferro a ti... - solloza sonoramente y cae de rodillas en el suelo, Liam se levanta de un salto y corre a su lado, se sienta junto a ella y la rodea con sus brazos, ella llora en su pecho desconsoladamente.
- Vete, Liam, largo.
- No voy a irme. - le aparta el cabello de la cara y espera a que sus miradas se encuentren.
- Kate, no sé si pueda hablarte de amor, pero sí de interés, me interesas, me importas, y sé que tienes miedo, lo entiendo, pero te pierdes de tantas cosas por el miedo... ¿Por qué no sólo te sueltas y te dejas llevar? Prometo no hacerte daño y no irme a ningún lado. - sus ojos, llenos de lágrimas y temor, derraman mares de sentimientos guardados, los cierra y se pone en pie, él hace lo mismo, la observa atentamente.
- Será mejor que te vayas. Mañana nos vemos en la escuela. - no era la respuesta que esperaba, no era lo que quería, pero decide no presionarla más y la deja huir esta vez, aunque promete no desistir. Asiente, le da un beso en la frente y sale de su casa, camina cabizbajo hacia la suya y no para de pensar en maneras de sacarla de su torre de marfil para que deje de sentir miedo...
ESTÁS LEYENDO
Tu sonrisa...
RomanceSiempre hay algo bueno después de la tormenta, viene la calma, dicen, Kate no parece muy convencida, pero Liam, Allie y su familia se encargarán de ello...