¿Visita? (Editado)

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No iba a ser un día fácil, lo daba por sentado. Había que terminar de alistar las cosas para París, y aunque era un trabajo que no me correspondía, tenía que supervisarlo y cada vez que hacían algo Taly aparecía por la puerta preguntando mi opinión.

-Hola –Dijo Lance, entrando a mi despacho con una cara que, Dios mío, parecía un zombie.

-¡Lance! – Le dije reprochándole

Me levanté del escritorio y me fui hacia la maquina de café, estaba preparado hace 2 horas aproximadamente, por lo que ya no estaría del todo caliente pero era lo mejor que podía ofrecerle. Yo era adicta al café en la mañana, una costumbre que se me pegó de Lance, ya que él necesitaba al menos 3 tazas de café por la mañana para dar todo de sí y aunque casi no pasara, era muy gracioso verlo a media mañana libre de cafeína como en este momento, estaba pálido y sus ojeras resaltaban violetas en el contraste blanco, y su siempre prolijo cabello estaba revoloteado.

Se sentó en el sofá de piel que estaba contra de una de las paredes de mi despacho, pero más que sentado estaba desparramado en él.

-Ten – Le dije pasándole una taza de café y parada frente a él.

-Gracias cariño – Me contestó en medio de un bostezo – Me quedé dormido, y no tuve tiempo ni de tomar un maldito café.

“Se nota” dije para mis adentros, era adorable verlo así.

-Bueno – Dijo al ultimo trago del café, que por cierto se lo había bebido como si fuera un vaso de agua en medio del desierto, estiró su cabeza y la apoyó suavemente contra mi barriga – Me voy por la segunda ronda a mi oficina, solo venía para avisarte que ya llegué. - Soltó un suspiro de fatiga y se puso de pie lentamente.

-Está bien, vaya a lo suyo, caballero.

Se levantó y me depositó un suave beso en los labios y se fue hasta la puerta, donde giró y me dijo:

-Fran, no te olvides que hoy es el cumpleaños de mi madre, iremos a cenar con ellos, ¿si?

El cumpleaños de su madre, rayos lo había olvidado.

-Eh… por supuesto amor.

Dicho esto, Lance se dispuso a salir del lugar. Me fui hasta el escritorio, tomé el teléfono y pulsé el 1, botón que daba con la línea de Taly

-Si ¿Qué necesitas Francine?

-Tal hazme un favor, llama a la oficina de Christian Louboutin y pídele a la dependienta que mande los zapatos que le encargué hace un mes.

-Claro – Me contestó y cortó la comunicación.

Al hacerlo empezó a sonar un aviso en mi BlackBerry y en la pantalla apareció un cuadro que decía “videoconferencia con Valentino” otra cosa que había olvidado. Estaba bastante dispersa últimamente, dejando el trabajo como segundo lugar, yo no era así.

****

****

Luego de la videoconferencia, tomé el paquete de Louboutin que le había encargado a Taly y llamé al chofer para que me llevara a casa.

Al llegar me di una ducha y fui a elegir la ropa para la cena con la familia de Lance. Me decidí por un vestido, corto y de mangas largas de un color beige y un bordado de pequeñas flores del mismo tono que se ajustaba perfectamente en mi delgado cuerpo, en los pies unos zapatos color nude con unos taconazos increíbles y de accesorios una fina cadena color dorado y un reloj del mismo tono. Me recogí el cabello en un moño alto que daba la sensaciónn de que estaba a punto de deshacerse.

“Justo a tiempo” me dije a mi misma cuando sonó mi BBM, era un mensaje de Lance diciéndome que estaba en la puerta. Fui a abrirle y allí estaba él, guapísimo como siempre.

-Wow – Me dijo mirándome detenidamente.

-Lo mismo digo

Me tendió la mano y cuando se la tomé me hizo girar lentamente, luego me aproximo a él y me deposito un suave beso en los labios.

-Voy a cuidarte de mis hermanos– Dijo con fingida seriedad

-Ay Lance, no seas tonto – Su comentario me había echo reír – Vamos

***

***

Cuando llegamos a la gran casa de los padres de Lance, nos abrió la puerta su hermano menor, Donato de 16 años.

-¡Fran! Tanto tiempo – Dijo dándome un abrazo que me estrujaba contra su cuerpo.

-Suelta enano – Le dijo Lance apartándolo de mi - ¿Ves lo que te dije?

De nuevo me eché a reír, Donny aprovechaba para tocarme cada que tenía oportunidad pero en realidad era inofensivo y lo quería mucho.

-Mamá está en la sala – Comentó malhumorado Donny sacando su celular del bolsillo pero en cuanto Lance empezó a ir hacia la sala, me guiñó el ojo, el pequeño no cambiaba más, yo solo sonreí y fui tras mi novio.

En la sala estaban los padres de Lance y su hermano mayor con su prometida. Fuimos saludando uno por uno hasta llegar a Marta, la cumpleañera.

-¡Marta! Felicidades – Le dije tendiéndole el obsequio de C.L.

-Oh, Francine, siempre tan hermosa – Me dijo depositando un beso en mi mejilla, era la mujer más elegante que conocí, después de mi madre. –No te hubieras molestado.

-Nunca es una molestia, Marta – Le sonreí.

***

***

Después de la agradable cena familiar, Lance me invitó a pasar la noche en su casa, pero le dije que hoy estaba muy cansada y quería dormir en mi cama, entonces me llevó hasta mi casa. Nos despedimos con un tierno beso y bajé del auto.

Entré al edificio saludando a Pette, el portero y me metí en ascensor, marqué mi piso, el 3 cuando se abrieron las puertas del elevador me quedé anonadada. Había alguien recostado contra la puerta de mi apartamento, con los ojos cerrados y una maleta de mano al lado.

-¿Thomas?

Dulces AdiccionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora