Capítulo #22 - Sofía.

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No se cuanto tiempo estuve así pero me despertó el timbre, que sonó varias veces, y al ver que nadie respondía, me levanté,abrí un poco las ventanas y me di cuenta que aún era de día, me arregle un poco, seguro eran las chicas que habían olvidado las llaves o algo. No me quería esconder de ellas, la verdad era que les quería contar lo que me había pasado y esperaba que Mariane fuera un poco comprensiva conmigo.

Me puse un pantalón de dormir y un suéter grande, mis ojos eran un desastre, estaban demasiado rojos e hinchados, además de que me dolía todo, pero no de forma física, tenía un enorme pesar que me afectaba, me dolía caminar, moverme e incluso respirar.

Salí de la habitación con dirección a la puerta, la luz del sol que entraba por las ventanas de la sala me molesto demasiado los ojos así que los cerré, llegué torpemente a la puerta y la abrí como pude.

Gabriel- ______, pero…. ¿Qué te pasó? ¿Estás bien?

¡Dios! esto no era lo que me esperaba y ver a Gabriel parado ahí, preocupado por mi, me afecto bastante. Recordé la advertencia que me había dado, se había preocupado por mi desde el principio y él tenía razón. Sabía lo que iba a terminar pasando, porque seguramente el ya lo había visto antes, conocía a Rubén y sabía lo desgraciado que era.

______- Gabriel, fui una estúpida al no hacerte caso- mi voz era entrecortada y baje mi cabeza.

Gabriel- Ese hijo de puta- su temperamento cambio, parecía que estaba muy enojado y dio un puñetazo en la pared- _____, esque yo te lo dije- me jalo para abrazarme y así como sentí su afecto comenze a llorar de nuevo, al final, las lágrimas aún no se acababan.

Hice pasar a Gabriel y le dije que Miriam no estaba.

_____- Siéntate, Miriam no está, seguro salieron a dar una vuelta.

Gabriel- No, siéntate tú y prepararé café- me sonrió y camino a la cocina- ¿Por qué no has ido con ellas?

______- No tiene mucho que llegué- dije incomoda.

Gabriel- Claro, había olvidado lo de ayer.

______- Sería bueno que todos lo olvidaramos- dije con una risa irónica.

Llegó Gabriel con dos tazas de café, la verdad que era un chico increible, me alegré bastante que Miriam y él estuvieron juntos, son tal para cual, los dos tan buenas personas.

Gabriel- ¿Quieres contarme lo que paso? puedes confiar en mi.

______- Si, me gustaría pero me sentiría la persona mas tonta, después de que tu…

Gabriel- Oye, no pasa nada, al final, tu que ibas a saber-no me dejo terminar de hablar, mientras decía eso, volteo la mirada como si estuviera recordando algo con un poco de tristeza.

Asentí en silencio dándole un sorbo al café, le conté todo desde el comienzo, las cosas como habían sido en realidad. Mi historia con Rubén sin mentiras. Fui desde el suburbano, después la extraña fiesta en la que me amenazó por golpearlo, el mensaje que recibí al otro día y cuando le arrojé el agua por sus estúpidas bromas con Mangel. También la primera vez que conocí a la otra persona que Rubius mantenía oculta en lo más profundo de sus miedos e inseguridades aquella noche en Valencia, la amistad que habíamos formado esos días, el día en el que se lo robé a la rubia larguirucha esa, el barco, el collar, el día en el que quedó pendiente una plática entre nosotros, la noche de ayer y al final, lo que había pasado hoy en su apartamento.

Los caramelos no siempre son dulces. (Rubius y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora