Londres no es para mí (One Direction)

4. Mi madre no es normal

Lucía PDV

Seguí mirando aquel dibujo (si es que ha eso se le puede llamar dibujo) que me había hecho Harry, mientras él y su madre reían y jugaban con el móvil. Las ocurrencias de este chico son raras, pero divertidas; No creo que nadie pueda resistirse a no reírse al ver ese dibujo, repito,  nadie.

Cuando acabaron de enredar con el móvil, Harry me hizo un gesto para que le siguiera, y Anne se quedó recogiendo la cocina. Me daba cosa, ya que yo vengo aquí a comer de gratis y ni siquiera ayudo a recoger la mesa.

Nos fuimos al salón. Me senté en el sofá, siguiendo a Harry con mi mirada. Se agachó debajo de la tele, justo delante de un armarito que se encontraba lleno de dvds.

-Mmm… A ver… - murmuró. Se giró hacia a mí, mirándome detenidamente durante unos segundos. Se volvió a girar hacia el mueblecito, dándome la espalda. Metió la mano y empezó a rebuscar, hasta que encontró su objetivo. Sonrió, girando sobre sus pies y mostrándome la cinta que había escogido – Mary Poppins.

-¿Mary Poppins? ¿Enserio? – Pregunté divertida.

-Sí – afirmó con la cabeza enérgicamente – Me encanta esta película, y no es muy difícil de entender – sonrió.

-Ufffff – Protesté, enterrando mi cabeza en mis manos. Odio la sensación de no poder comunicarme; De no poder expresarte.

Harry se levantó y avanzó rápido hacia a mí. No podía verlo, pero si sentir sus pasos. Cuando estuvo a mi lado, se agachó y me quitó las manos de la cara.

-Si no quieres, no la vemos – me dijo – Podemos ver otra cosa – Se levantó  y volvió a colocar la película en su sitio – La pondremos en películas pendientes – me guiñó un ojo.

Asentí despacio. El rápidamente captó que no le había entendido casi nada.

-Para el futuro. Juntos – Recalcó, señalando hacia donde había dejado la película.

Se levantó y cogió el mando de la tele, sentándose a mi lado. La encendió, y empezó a pasar canales sin apenas darme tiempo a adivinar que echaban en cada uno. Estuvo haciendo zapping durante un rato, hasta que finalmente se detuvo en el canal de Disney Channel.

Estaban echando un capítulo de Phineas y Ferb.

-¿Te gusta? – me preguntó Harry.

-Sí – respondí entusiasmada. Lo bueno de este capítulo es que ya lo había visto incontables veces; Es en el que construyen una playa en su jardín.

Harry cogió el mando y empezó a enredar con la configuración. Mi sorpresa fue grande cuando vi que me había puesto subtítulos en español.

Maldito inglés de ojos verdes, ¿por qué eres tan bueno conmigo?

-Gracias – le dije tímidamente. Él se limitó a sonreírme.

Estuvimos viendo cuatro capítulos seguidos, riéndonos como tontos. Lo más gracioso fue cuando nos pusimos a cantar las mismas canciones que en la serie, pero cada uno en su idioma. Harry tenía una voz muy bonita, haciéndome sentir algo cortada al soltar yo mis gallos. El momento culminante de la noche fue cuando cantaron ‘Gitchee gitchee go’ y yo me vine muuuuuy arriba. Menos mal que para mí la palabra ‘vergüenza’ no existe.

Harry PDV

Aquellos pantalones de pijama con estampado de los marcianitos de Toy Story seguramente hubieran hecho morir de amor a Liam, si es que no se los robaba antes.