8. Esto es la guerra (Louis)

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Harry PDV

Entré en casa, aún con el dibujo entre mis manos. Fui directo a mi habitación, no sin antes comprobar que mi madre seguía encerrada en su habitación; Seguramente se habría dormido.

Abrí el armario y busqué algo viejo que no me importara estropear, ya que siempre que he lavado el coche de mamá he acabado con más mierda de la que tenía el coche antes de lavarse. Encontré una camiseta de tirantes gris, que no usaba desde que acabé el instituto. Ni recordaba que la tenía aun; Yo pensaba que mamá ya la habría tirado.

Después saqué unos vaqueros piratas claros, que me compre la primera vez que estuvimos en Italia. Dios, eso sí que eran pizzas. Recuerdo una vez que estuvimos allí, en el estadio, ensayando horas antes del concierto. Estábamos todos muertos de hambre, y a Niall se le ocurrió la genial idea de encargar una pizza. La que pudo liar el pobre pizzero para entregárnosla. Eso sí, estaba deliciosa; Y extrañamente… ¡no se le enfrió!

Me recogí el pelo en un moño, ya que me iba a molestar bastante, y lo sabía. Después busqué las chanclas, pero no aparecían por ningún lado. Pues nada, iré descalzo. Total, hace un sol magnifico hoy, algo inusual aquí.

La duda ahora era, ¿me pongo gafas de sol o no? Total, aquí los paparazis no entran, y los vecinos respetan mucho mi intimidad. Bah, sin gafas voy bien.

-Mamá – grité – Me voy con Lucia – Y cerré la puerta de casa tras de mí. La verdad me importaba ahora mismo poco si me había escuchado o no.

Cuando crucé el jardín y salí de mis dominios para entrar en los de Lucía, la descubrí arrastrando la manguera del jardín trasero, con cara de esfuerzo. Pero más que fijarme en eso, me fijé en lo fresquita que se había vestido. Hasta ahora solo la había visto con sudaderas y pantuflas.

La verdad, tiene muy buena figura.

Lucía PDV

-Toma - le dije Harry, ofreciéndole una de las bayetas.

Me había puesto una camiseta rosa vieja de tirantes y unos vaqueros cortos, junto con las chanclas. Hacía calor, aunque pareciese increíble. Yo creo que hasta estaba cogiendo color y todo.

Harry se había puesto una camiseta de tirantes gris, junto a unos vaqueros piratas. Iba descalzo, cosa que me hizo bastante gracia. Cuando le pregunté por ello - o lo intenté al menos – me hizo un gesto de despreocupación, invitándome a mí a hacer lo mismo. Negué con la cabeza; De pequeña había tenido una mala experiencia con eso. Una vez me puse a correr descalza por casa, sin darme cuenta que estaba recién fregado. Me resbalé y me di contra la pared, revotando y cayendo en el suelo. Me raspé la pierna y me fastidié la muñeca. Desde entonces jamás ando descalza, a no ser que estemos en la piscina o en la playa.

Y claro, todo esto me gustaría contárselo a Harry, pero no puedo… y eso me cabrea mucho.

-Harryyyyy, tengo más preguntaaaas – dije con retintín, sacando mi magnífico folio de preguntas del bolsillo del pantalón, junto con el boli, y sacudiéndolo todo delante suya.

Este puso una cara divertida. Me va a acabar mandando a la mierda, lo sé.

-Dispara.

-¿Eh? – pregunté con cara de boba.

-Quiero decir que preguntes.

-Vale – respondí algo cortada.

Coloqué el folio encima del capó del coche; Así podría ir apuntando mientras limpiaba la parte delantera.

-Bien – continué –Hobbies.

-¿Hobbies? Mmm… - Harry se había colocado enfrente de mí limpiando el otro lado del coche – Supongo… que cantar. Sí, me gusta cantar. Y también la fotografía y… jugar a videojuegos. Bueno, y también me gusta el futbol.

Londres no es para mí (One Direction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora