SURPRISEEE!

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Me desperté por el ruido de la música, Cristián estaba cantando bastante fuerte en la cocina, parecía que estaba quemando algo allí.

El se giró y me miró alzando una ceja.

-hoy haré yo el desayuno preciosa.-dijo voltiandose a lo que sea que estuviera cocinando.

-parece que estás quemando todo el desayuno, ¿necesitas ayuda?.-le dije acercandome a él.

-que estas diciendo por Diossss.- chilló girando hacia mi.- esto es lo más delicioso que provaras, te chuparse los dedos.- dijo mientras revolvía lo que sea que estuviese haciendo.

- ¿a que se debe todo esto?.-pregunte sentando en un sillón.

‐ acaso no puedo consentir a la mujer perfecta para mi.- dijo volteando los ojos.

- solo pregunto, pero aceptaré tu desayuno quemado.- dije riendo, a lo que el gruño.

El se sentó a mi lado esperando a que se terminara de cocinar su tan presumido desayuno, encendimos la televisión y nos quedamos viendo los Simpson.

Un olor fuerte a humo nos hizo levantar rápidamente de donde estábamos tan cómodos.

- MALDICIÓN EL DESAYUNOOOOOO.- dijo Cristian corriendo a toda velocidad a la cocina,  apago la estufa y empezó a maldecir, yo lo alcancé mirando el desastre de la cocina,  no pude identificar que era lo que trataba de cocinar porque todo estaba quemado.

- bañate y vístete,  vamos a desayunar a un restaurante.- dijo un poco decepcionado.

- cariño no tienes porque sentirte así, igual allá vamos a desayunar algo más delicioso.- dije soltando una carcajada y dirigiéndome al baño.

- no sabes lo que significaba para mi ese desayuno.- dijo y se escuchó la puerta del armario abrirse.




Entre tus sabanas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora